El presidente de la competición, Javier Tebas, y el embajador de Brasil en España, Orlando Leite se reunieron este viernes tras lo ocurrido con Vinicius el pasado domingo en Mestalla
El presidente de LaLiga, Javier Tebas, y el embajador de Brasil en España, Orlando Leite Ribeiro, se reunieron este viernes, en la sede de LaLiga, tras lo acontecido el pasado domingo en Mestalla con Vinicius Junior. Ambos condenaron “cualquier manifestación racista” y mostraron su compromiso para “seguir luchando seguir luchando contra esta lacra que afecta al deporte y compromete la imagen de España“.
En el comunicado emitido añadieron que “no hay lugar en el mundo contemporáneo para actos racistas como los ocurridos el 21 de mayo en Valencia“, contra el futbolista del Real Madrid.
Por último, tanto Tebas como Leite remarcaron la importancia de que “las instituciones competentes actúen para identificar y castigar ejemplarmente a los infractores, enviando un mensaje claro de que las manifestaciones racistas y xenófobas no serán toleradas”.
De lo primero que se acordó Chus Mateo tras ganar su quinto título con el Real Madrid (sexto si se cuenta la ACB de 2022 en la que dirigió al equipo ante el Barça en ausencia de Pablo Laso) fue de la final perdida en Berlín. Acababa de completar unos playoffs sin mácula (8-0) y lo primero que pronunció fue "estamos un poco tristes" por la Euroliga. No hay mejor indicativo de la exigencia del puesto que ocupa, del ADN y el inconformismo del club que todavía no le ha renovado. El segundo año de la era Mateo (era, porque los resultados avalan su futuro) pudo ser impecable. Un repóquer de títulos para los libros de historia. A la perfección -un triplete que sólo logró tres veces en su historia, 1965, 1974 y 2015- apenas le faltó una noche ante el Panathinaikos en el Uber Arena, esa segunda parte de frustración y poca energía física y mental. Una temporada de 9,5 coronada en Murcia para la reconquista de la Liga, la número 37 del club.
La tan temida transición del 'lasismo' no ha variado la hoja de ruta de un equipo que sigue siendo el más regular, temido y potente del continente. Mateo ha sumado en dos temporadas todos los títulos posibles, una Euroliga, una Copa y una Liga (más las dos Supercopas). Ha mantenido la seriedad del proyecto, ha recuperado este curso incluso cierta alegría en el juego, varias noches por encima de los 100 puntos, que recordó a aquellas primeras temporadas de Laso y ha sabido repartir, pese a los "altibajos" (especialmente tras la Copa), los roles y los egos de una plantilla con varios referentes. Un trabajo silencioso de (buen) entrenador.
Para la presente temporada sólo sumó el técnico un fichaje. Salieron Hanga, Williams-Goss, Petr Cornelie y Anthony Randolph, pero el refuerzo fue determinante. El retorno de Facundo Campazzo, el mejor base posible, el empuje ideal. MVP de la Supercopa y la Copa, bien lo pudo ser también de la ACB. Al colectivo le respetaron las lesiones (apenas la grave de Gaby Deck, que le ha impedido disputar los playoffs y la Final Four) para un camino realmente constante. Acaba el curso con un poderoso balance de 72 victorias (además de la conseguida ante los Mavericks de Doncic) por sólo 14 derrotas (84% de triunfos), algo que, esto sí, reivindicó su entrenador: "No recuerdo que lo hayan hecho muchos equipos".
Cerrado un curso que contrasta además con las penurias del Barça y su año en blanco (más el despido de Roger Grimau), el Real Madrid afronta un verano que marcará su porvenir inmediato. La maquinaria no se detiene y esta vez sí o sí habrá más movimientos en su plantilla. Empezando por la retirada de Rudy Fernández, ante el UCAM bien pudo ser el último partido de blanco de Sergio Rodríguez -aunque él guarda silencio, así lo indicaron todas las señales, incluida la llamada de Llull para alzar el trofeo-, Fabien Causeur o Vicent Poirier. También falta por resolver el porvenir de Mario Hezonja, aunque el siempre locuaz croata ya dejó claro que su intención es que esas negociaciones (el salario es la clave) en marcha lleguen a buen puerto para aquella "gente que estaba hablando mierda que no era verdad". La de Edy Tavares, de larga duración, está sólo a falta de anunciarse, igual que las de Dzanan Musa y el capitán Sergio Llull.
Y entonces será el turno de los retoques a una plantilla en la que parece evidente (y necesario) el paso adelante de Hugo González, quizá el proyecto más interesante de la nueva hornada de estrellas del baloncesto español. Sin Rudy ni Causeur, su espacio crecerá sí o sí. Llegará algún exterior más (suenan con fuerza Xavier Rathan-Mayes y Andrés Feliz), pero el puesto más urgente por solucionar es el del pívot suplente de Tavares. Y ahí surge un nombre que, según ha confirmado este periódico, ya ha llegado a un acuerdo con el Madrid. Se trata de Serge Ibaka, quien volvería a vestir de blanco tras su paso fugaz durante el lockout de la NBA en 2011. Después de su gran año en el Bayern (12,6 puntos y 6,8 rebotes y casi un 50% en triples) a las órdenes precisamente de Laso, el internacional español, camino de los 35 años, además de su experiencia, físico y prestaciones, cumple con un requisito: es cupo nacional.
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El juez que instruye el 'caso Negreira' ha acordado ampliar la investigación a todos los auditores que durante casi dos décadas pasaron por alto los pagos del FC Barcelona al número dos de los árbitros. El magistrado Joaquín Aguirre ha decidido, a petición de la Guardia Civil, extender las pesquisas a todos los informes de auditoría del club correspondientes a los ejercicios comprendidos entre 2003 y 2018.
El Instituto Armado ha solicitado la "identificación del auditor de cada informe" así como "el fundamento de la opinión del auditor con salvedades o el fundamento de la opinión desfavorable, en cada caso". Como normal general, estos análisis contables no alertaron del pago de casi ocho millones de euros a José María Enríquez Negreira y sólo alguno de estos informes, como el revelado por EL MUNDO elaborado por KPMG tras la primera etapa de Joan Laporta como presidente azulgrana, se limitó a advertir que éste había disparado sin justificación alguna la facturación de Negreira.
Los investigadores reclaman, además, al FC Barcelona "certificación de la manifestación que el auditor haya incluido en cada informe, conforme a que se han obtenido las evidencias suficientes para realizar la auditoría". Para ser más exactos, el juez Aguirre pide al club que conteste si los auditores "han tenido a la vista las facturas recibidas de las sociedades Dasnil 95, Nilsad, Soccercam, Tresep 2014, Radamanto y Best Norton, todas ellas controladas por Negreira, su hijo y el ex alto cargo del Barça ya fallecido, Josep Contreras. Esto es, si a la hora de llevar a cabo sus informes el club les comunicó la existencia de estas operaciones o, por el contrario, se las ocultó deliberadamente. Asimismo, el juez instructor reclama "la descripción realizada en cada informe de los riesgos más significativos por fraude".
La Guardia Civil deja constar en uno de sus últimos informes que ya obran en su poder auditorías realizadas por Kroll, KPMG o Deloitte y que ha recibido "ingente documentación" de "diferentes entidades" como el propio club catalán o la Agencia Tributaria.
El juez se encuentra investigando, en paralelo, la actuación de los cargos intermedios del club que participaron en los pagos al histórico dirigente arbitral para "acreditar la autoría de los mismos" y "determinar las personas físicas responsables de los delitos objeto de investigación".
En estos momentos el Juzgado de Instrucción número uno de Barcelona mantiene como investigados a los últimos presidentes del Barça, Joan Laporta, Josep Maria Bartomeu y Sandro Rosell, así como a la propia entidad y a varios directivos. Les atribuye delitos de corrupción deportiva o cohecho, entre otros, en el que constituye el mayor escándalo de la historia del fútbol español.