Con su ascensión al Shisha Pangma, la alpinista china Dong Hong Juan se convirtió el pasado 26 de abril en la primera mujer en ascender a las cumbres verdaderas de los 14 ochomil, las montañas más elevadas de la Tierra. Solo siete días después, la noruega Kristin Harila también ha completado el desafío, con la escalada del Cho Oyu. Lo ha conseguido con récord incluido, al hacerlo más rápido que nadie: un año y cinco días.
Hasta ahora, se pensaba que otras cuatro mujeres, entre ellas la española E
durne Pasaban
, habían subido los 14 picos. La publicación en 2019 de un concienzudo informe por una de las mayores eminencias del estudio del himalayismo, el alemán
Eberhard Jurgalski
y su equipo, se llevó por delante listas y laureles hasta entonces válidos y creíbles.
De los 44 alpinistas que afirmaban haber subido todos los gigantes, sólo lo habían logrado tres: el americano
Ed Viesturs
, el finlandés
Veikka Gustafsson
y el nepalí
Nimal Purja
. Ninguna mujer. La razón es que los puntos que se consideraban sus cimas del
Manaslu
y el
Dhaulagiri
están a decenas de metros de los verdaderos puntos culminantes. Lo mismo ocurre con el
Annapurna
, el
Broad Peak
y el
Cho Oyu
, cuyos puntos más altos son complicados de alcanzar por diferentes razones. En el alpinismo ocurre como en el tenis: hasta que no se gana el último punto, no se gana el partido.
Según las investigaciones realizadas durante siete años por el grupo alemán, en base a estudios geográficos, cartográficos, mediciones satelitales, fotografías y decenas de declaraciones de sherpas y alpinistas implicados en sus ascensiones, las aceptadas hasta entonces como cumbres del
Manaslu
y el
Dhaulagiri
están alejadas de las verdaderas cimas.
Puntos diferentes
Alcanzar ambas es complicado, en especial la del primero. Y, sobre todo, muy expuesto. Un recorrido por aristas con grandes cornisas, que pueden derrumbarse en cualquier momento, y campos de nieve de suma inestabilidad, todo colgado de un enorme y peligroso vacío.
Según el informe de
Jurgalski
, el punto que se creía cima está a 40 metros de distancia y a una docena de metros por debajo de la cumbre real. En el
Dhaulagiri
, el lugar que se pensaba más alto, en realidad está a 60 metros de distancia y 12 metros por debajo de la verdadera cima. Las fotografías, datos satelitales y declaraciones aportadas son concluyentes.
Hay una circunstancia similar en el fútbol que ayuda a entender este matiz. Sucede cuando la pelota rebasa la línea de gol excepto por un par de centímetros, que no la traspasan; el balón está dentro de la portería, pero esos pocos centímetros impiden validar el tanto. En fútbol, para que sea gol la pelota tiene que rebasar la línea por completo. En alpinismo, una cumbre se da por subida solo cuando se pisa su punto más alto.
El informe
Jurgalski
está admitido por todos los estamentos y medios especializados en alpinismo. También cada vez por más de los alpinistas afectados, como el nepalí
Nirmal Purja
, que ha repetido las ascensiones de ambas montañas para, esta segunda vez, sí llegar al punto realmente más alto y cumplir con el reto de los 14 ochomiles.
Beneficios económicos
Tener el reconocimiento, o no, de haber subido a uno de los gigantes de la Tierra tiene grandes implicaciones económicas y éticas. Hacerlo, supone a los alpinistas llamar la atención de patrocinadores y marcas comerciales, dar conferencias, escribir libros y asuntos similares que suelen aparejar un pingüe retorno monetario.
Para las compañías nepalís es una publicidad inmejorable; cuantos más alpinistas suban sus sherpas a un ochomil, más clientes contratarán sus servicios el año siguiente. El fracaso, y más la muerte de alguno de aquellos, producirá el efecto contrario.
El abuso de oxígeno embotellado y cuerdas fijas y el disponer de varios sherpas por cliente son prácticas comunes en las expediciones actuales, en las que, para minimizar riesgos y lograr el mayor número de cimas, se renuncia a toda ética deportiva.
Recorrer los últimos metros del
Manaslu
es un ejercicio de alto riesgo, al que deben exponerse unos clientes cuya inmensa mayoría carece de preparación para hacerlo. Evitarlos, quedándose en una antecumbre anterior, dándola por el punto más alto, ha sucedido en aras de la seguridad y mejores resultados de la expedición.
El
Himalayan Database
, biblia del himalayismo, reconoce la validez al informe de
Jurgalski
. Aunque mantiene las listas anteriores, señala que si no se alcanzaron las auténticas cumbres, pensaron haberlo hecho. Al tiempo, advierte que desde 2022 sólo acepta como cimas las que alcancen los puntos reconocidos como culminantes.
Alpinistas excluidos
Quedan fuera de la lista de los 14, según los datos del informe, leyendas como el mismísimo Reinhold Messner, el polaco
Jerzy Kukuczka
y el español
Juanito Oiarzabal
. Respecto a las féminas,
Edurne Pasaban
no alcanzó las verdaderas cimas del
Manaslu
ni del
Dhaulagiri
. Tampoco lo hicieron ninguna de las otras tres supuestas catorceochomilistas: la coreana Eun Sun, la alemana
Gerlinde Kaltenbrunner
y la italiana
Nives Meroi
.
En abril de 2010,
Eun Sun
señaló que había alcanzado la cima del
Kangchenjunga
, convirtiéndose en la primera mujer sobre los 14 grandes. Al mes siguiente, Pasaban ascendió al
Shisha Pangma
, completando igualmente el reto.
De ninguna manera, volver sería caer en una contradicción, yo subí la que entonces era la verdadera cima
Edurne Pasaban, alpinista
Posteriores investigaciones pusieron en duda el ascenso de la coreana, señalando que se quedó unos metros por debajo del punto culminante de su última cima, en un área que ha dado en llamarse zona de tolerancia. Es el mismo caso que los del
Manaslu
y
Dhaulagiri
. El
Himalayan Database
la incluye en sus listas, aunque como dudosa, al no haber podido demostrar por completo que alcanzó el punto más alto de la montaña. Algo que hizo a Pasaban declararse la primera de la carrera.
Desde
Namche Bazar
, capital de los sherpas, donde estos días realiza un trekking,
Edurne Pasaban
señala en conversación telefónica con El MUNDO: «Con el nivel que teníamos, si hubiéramos sabido que la cima estaba más allá, la habríamos subido. Nosotros subimos a la que entonces se pensaba que era la cima». A la pregunta de si volverá, para subir a la verdadera cima, señala: «De ninguna manera, hacerlo sería caer en contradicción; yo subí a la que entonces era la verdadera cima».
El misterio chino
La china
Dong Hong Juan
es una alpinista desconocida hasta la fecha. Poco se sabe de esta misteriosa dama, salvo que ella misma paga las caras expediciones en las que participa, sin el menor patrocinio ni subvención, por lo que se supone tiene un buen empleo. Discreta en extremo, jamás ha dado entrevistas, ni a los medios chinos, ni ha publicitado sus logros.
Las escasas noticias conocidas sobre ella han sido a través de la empresa
Imagine Nepal
, la compañía que ha organizado la mayoría de sus expediciones desde que empezó a subir ochomiles en 2015. Ha repetido cinco de esto picos a partir de la publicación del informe de
Jurgalski
, para alcanzar sus cimas verdaderas.
La noruega
Kristin Harila
se ha convertido en la persona récord de los 14, al subirlos en un año y cinco días. Ha sido posible gracias al empleo de helicópteros para trasladarse entre los picos, uso masivo de oxígeno embotellado, cuerdas fijas del campo base a la cima y ayuda de sherpas a discreción. Se trata de la manera habitual de subir en la actualidad los ochomiles.
Harila
pudo haber tardado la mitad en completar el récord, pero la negativa del gobierno chino a concederle permiso para los dos ochomiles situados en territorio chino:
Shisha Pangma
y
Cho Oyu
, por causa del covid, lo impidieron el pasado otoño. Después de encadenar estos dos últimos picos la pasada semana, Harila se dispone a repetir las ascensiones de los 14, esta vez en menos de seis meses y sin oxígeno embotellado.
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