Giro de Italia
El australiano supera a Pedersen en un sprint en rampa y el belga araña tres segundos en una bonificación
El ciclismo, como la vida misma, es para los valientes, para los osados que no se paralizan ante la adversidad. Las fugas siempre van aparejadas a la épica. Cabalgadas en solitario para atentar contra la tiranía del insaciable pelotón. Esa fue la línea argumental de la tercera etapa del Giro, en la que aparecieron las primeras rampas y los rodadores comenzaron a sufrir. Una jornada marcada por la fuga de dos admirables expedicionarios y ganada por el australiano Michael Matthews, que se impuso al danés Mads Pedersen en un sprint en rampa. Remco Evenepoel continúa líder.
Primera victoria de Matthews en sus cuatro participaciones en el Giro de Italia, un corredor que siempre ha destacado por su punta de velocidad y que suma 40 triunfos en su trayectoria profesional. A sus 32 años se mostró eufórico tras cruzar la meta del Melfi y estrenar palmarés en la Corsa rosa. ”Siempre había soñado con una victoria como esta. La temporada ha sido complicada y he venido al Giro para disfrutar”, dijo antes de subir al podio.
La tercera cita del Giro arrancó con el desafío del italiano Alexander Konychev (hijo de uno de los corredores rusos más sobresalientes de la historia) y del serbio Veljko Stonjic, ambos integrantes del equipo Corratec, una de las formaciones más modestas de este Giro. La pareja tenía planificada la estrategia desde el autobús del grupo, aparcado junto a la línea de salida en Vasto. Un kilómetro después del banderazo de apertura, los dos se marcharon y, en sincronizados relevos, alcanzaron hasta los cinco minutos de ventaja. Una historia hermosa condenada al fracaso. Konychev fue cazado a falta de 36 kilómetros para la llegada en Melfi, y poco después finiquitó el relato de Stojnic. Buena presentación en sociedad de dos chavales de 24 años, que seguro que volverán a insistir en romper la disciplina del pelotón.
Tras la captura de la pareja del Corratec, el grupo se fracturó en varios pedazos. Los favoritos por delante, con el Soudal de Evenepoel marcando el ritmo y poniendo en dificultades a los sprinters como Cavendish y Milan. Pinot y Buitrago no escondieron sus ambiciones en la pelea por la clasificación de la montaña. Joao Almeida, con susto por un enganchón, logró enlazar con la cabeza de carrera.
Muchos nervios en un descenso co riesgo que precedió a un inesperado duelo entre Evenepoel y Roglic. El campeón del mundo se impuso al esloveno en el esprint especial de Rapolla. Tres segundos extra para el belga y dos para el líder del Jumbo, que se queda a 44 segundos.
Un grato aperitivo antes del electrizante desenlace entre Matthews y Pedersen, dos velocistas que este martes quedarán relegados a un rol secundario, porque llega la primera cita interesante con la montaña, con la presencia de los Apeninos y con un recorrido entre Venosa y Lago Laceno de 184 kilómetros, con tres ascensiones y 3.500 metros acumulados de desnivel. El tramo final de la etapa incluye una subida de de tres kilómetros con porcentajes de 12%. Otra cita para aventureros.