Liga Endesa
Primera jornada
El bosnio, de 23 años, se perfila como el nuevo referente del Real Madrid, que hoy abre la temporada regular ante el Bàsquet Girona (21:00 h.)
Hubo un tiempo en que las carreras de Luka Doncic y Dzanan Musa corrieron paralelas. Dos genios precoces de la generación de 1999, nacidos de los rescoldos de la antigua Yugoslavia y que, siendo críos (13 años el primero, 11 años el segundo), se marcharon de casa para pulir un talento desmedido. Pero mientras el esloveno asaltaba cada nuevo peldaño como si fuera suyo, al bosnio se le empezaron a quedar cortos los pasos. Doncic conquistó Europa con el Real Madrid y Eslovenia, y triunfa en la NBA. Musa (23 años) naufragó en la liga norteamericana y pasó de puntillas por el Efes. Ahora, después de revivir su carrera en el Breogán (MVP de la Liga Endesa en su primer año), intentará ocupar en el Real Madrid el hueco que dejó su rival más íntimo.
En su estreno con el equipo blanco en la Supercopa Endesa, Musa cumplió un papel parecido al que en su día tuvo Doncic: un generador sobre bote que, a pesar de su tamaño (2,05 metros), pasará muchos minutos con el balón en las manos, alternando las labores de director y anotador. Tiene espacio, pues más allá de Sergio Rodríguez, la nómina de bases podría generar algunas dudas en el Real Madrid, y la confianza de Chus Mateo, que le ha confiado las llaves del ataque blanco. En el primer título del curso, Musa promedió 20 puntos y cinco asistencias, y sólo la exultante final de Edy Tavares le privó de su segundo MVP en España.
Hace un año, Musa recaló en el Breogán por recomendación de su agente, Misko Raznatovic. Al bosnio musulmán le había venido grande la NBA y, después de dos años y medio sin jugar, no había encontrado sitio en el Efes a su regreso a Europa. Necesitaba dar un paso atrás y Lugo, por minutos y galones, era el escenario perfecto para retomar el camino. El plan funcionó, y en su primera campaña en la Liga Endesa se coronó como máximo anotador (20,1 puntos). Esta noche en Girona (21:00 h.) arranca la segunda como uno de los líderes del Madrid.
50 puntos en el Mundial sub 17
Las continuas comparaciones trazaron una rivalidad entre Musa y Doncic. El bosnio debutó en la Euroliga con el Cedevita Zagreb a los 16 años, justo un día antes que el esloveno. Ese verano, había dado su gran aldabonazo liderando a Bosnia hacia un sorprendente oro en el Europeo sub 16 (MVP, máximo anotador y verdugo de España en semifinales). Al año siguiente, anotó 50 puntos en el Mundial sub 17 contra China Taipei. Pero a medida que Doncic alargó el paso, esa competencia viró en una sola dirección. Musa miraba a Doncic, y Doncic sólo a la historia. El salto simultáneo a la NBA cristalizó la distancia definitiva.
Prueba de la motivación (y de la distancia) es su único enfrentamiento en la NBA, donde Musa firmó una de sus mejores actuaciones en la liga norteamericana. 14 puntos, lo que para Doncic serían migajas. Prueba del renacer del bosnio fue la revancha en el partido que midió a Bosnia y Herzegovina con Eslovenia en el reciente Eurobasket, y que Musa decantó para su selección con 22 puntos. Antes, habían hablado de su desembarco en el Real Madrid.
«Muy, muy, muy buenos amigos»
«Doncic es como mi hermano. Somos muy, muy, muy buenos amigos y estamos mucho en contacto. Antes del partido hablamos mucho, sobre todo del Real Madrid», desveló Musa en una entrevista con el programa radiofónico Tirando a Fallar. «Me recomendó restaurantes y otras cosas que no voy a decir», bromeó el bosnio.
Hace tiempo que las comparaciones de nivel perdieron sentido, pues la carrera de Doncic pertenece a una galaxia diferente. Pero en este volver a empezar, Musa ha encontrado un apoyo en su íntimo adversario, que cumplió como adolescente un papel parecido al que ahora le pedirá Mateo. Un generador sobre bote de gran tamaño, capaz de anotar y dirigir. Una estrella que decida con el balón en las manos.