El triple campeón brasileño de Fórmula 1 Nelson Piquet deberá pagar 5 millones de reales brasileños (953.050 dólares) en concepto de daños morales por sus comentarios racistas y homófobos contra el piloto británico de Mercedes Lewis Hamilton, ha dictaminado un tribunal brasileño.
En una entrevista en noviembre de 2021, Piquet se refirió al siete veces campeón del mundo como “negrito”, al comentar el accidente de Hamilton en el Gran Premio de Gran Bretaña con Max Verstappen.
Mientras que Hamilton pidió que se actuara para cambiar “mentalidades arcaicas” después de que las imágenes de la entrevista aparecieran en las redes sociales el pasado junio.
Piquet, de 70 años, pidió posteriormente disculpas al piloto británico y dijo que sus comentarios habían sido mal traducidos. La hija de Piquet, Kelly, es la pareja de Verstappen.
En otro clip que salió a la luz más tarde, Piquet utilizó un lenguaje racista y homófobo contra Hamilton en una entrevista en un podcast al describir cómo Hamilton perdió el campeonato de 2016 en favor de Nico Rosberg.
Hamilton, que recibió la ciudadanía brasileña honoraria el pasado mes de junio, es el único piloto negro del deporte.
Las acusaciones fueron presentadas por cuatro grupos de derechos humanos, entre ellos la Alianza Nacional LGBT+ de Brasil, que querían que Piquet pagara 10 millones de reales brasileños por supuestos daños morales.
En su decisión, el juez Pedro Matos de Arrudo dijo que la cuantía de la indemnización se daba “en el sentido de que no sólo se debe apreciar la función reparadora de la responsabilidad civil, sino también (y tal vez principalmente) la función punitiva para que, como sociedad, algún día podamos liberarnos de los actos perniciosos que son el racismo y la homofobia”.
En Marrakech, en Berlín, en Monterrey o en mallas. La nueva vida de Xavi Hernández es el descubrimiento de la 'dolce vita' por parte de alguien que, a sus 44 años, y pese a la fama y el dinero, no sabía lo que era disfrutar de un fin de semana con amigos y familia desde que era un niño, según confiesa en su entorno. El fútbol cría mucho pobre niño rico. «¡En esto del fútbol el dinero es una burrada!», solía decir cuando vestía de corto e invitaba a sus amigos de Terrassa. Entonces, coqueteaba con la presión. Como entrenador, la padeció hasta extremos preocupantes para su salud mental, por lo que, cerrado el ciclo en el banquillo azulgrana, se propuso una descompresión de verdad, sin declaraciones ni rencores. Ni en la despedida ni ahora que el Barça de Hansi Flick vuelve en la tabla a la misma casilla que el Barça de Xavi.
En la gala del 125 aniversario que precedió a la derrota en Montjuïc ante Las Palmas, Xavi no faltó, acompañado por su esposa, Nuria Cunillera. Leo Messi, pese a haber concluido la MLS, intervino por vídeo, como Carles Puyol o Pep Guardiola. Tampoco evitó las despedidas de Andrés Iniesta o Sergi Roberto, aunque dijo no a todas las propuestas de los medios de comunicación. Cuando escenificó su propio adiós, tras ser despedido por Joan Laporta, explicó que sería un aficionado más en el estadio. Hasta ahora, en cambio, no ha acudido a Montjuïc. Está donde debe estar, pero no allá donde pueda levantar suspicacias.
Los buscadores de gestos vieron más en el rostro de su mujer que en el del propio Xavi mientras en la platea del Liceo escuchaban en vídeo las palabras Guardiola. La comparación, como jugador y entrenador, siempre persiguió al personaje y obsesionó a su entorno, que llegó a referirse al «guardiolismo sociológico» como origen de las críticas hacia el técnico.
El fulgurante arranque del Barça de Flick las volvió propiciar, pero ante la primera crisis, después de lograr un punto de nueve posibles, la clasificación habla claro: en la jornada 15 el equipo azulgrana tiene los mismos puntos que la temporada pasada (34) y cuatro menos que en la anterior, cuando Xavi levantó la Liga. El silencio, sin embargo, continúa. Xavi aceptó la petición que le hizo Flick de tener una cita, algo que tras su llegada al Madrid también hizo Carlo Ancelotti con Vicente del Bosque, mediante Fernando Hierro. Tipos listos. Fue en casa de Xavi y la familia se limitó a difundir la imagen juntos, a la que el club no dio difusión.
Imagen antes de una fiesta en redes sociales.
De Xavi se sabe más por la intensa actividad de su pareja, profesional de la comunicación, en las redes sociales que por sus iniciativas. Quienes velan por sus intereses futbolísticos han llegado a advertir que quizás tanta exposición podría resultar excesiva, dar a entender que se ha separado excesivamente del fútbol, pero Xavi insiste en que permanece conectado y sigue partidos constantemente, incluso del torneo qatarí.
Las imágenes de viajes o escenas familiares, junto a sus hijos Asia y Dan, o con amigos son habituales. Por Europa, en Marruecos, por una playa o entre tacos y tequila en México, donde acudió para jugar un partido de leyendas y decidió quedarse unos días, acompañado de Héctor Moreno. Se conocieron cuando el mexicano jugó en el Espanyol, volvieron a encontrarse en Qatar y, hoy, Xavi es padrino de su hijo Bruno. El catalán ha llegado a aparecer hasta con unas mallas de gimnasia, poco antes de asistir a un cumpleaños en el que los invitados debían ir disfrazados.
No a las ofertas
Desde el momento en que dejó el club, Xavi tuvo claro que quería tomarse un año sabático. Sentía que tenía una deuda con su familia. En su hoja de ruta figura volver a entrenar la próxima temporada a un club importante europeo. La primera vez que el ex técnico azulgrana dijo que no continuaría en el club, hace ya casi un año, las personas que rigen sus intereses ya recibieron llamadas. Representado por Arturo Canales, agente de Gerard Piqué, es su socio Fernando Solanas quien está más cerca del técnico. El Manchester United empezaba entonces a hacer prospecciones de futuro, un casting para explorar candidatos a suceder a Erik ten Hag. Las partes no aclaran si en ese momento o después se produjo una oferta en firme, pero el elegido, finalmente, fue el portugués Rúben Amorim, entrenador de nueva generación, más joven que Xavi, que estaba detrás del éxito del Sporting de Portugal.
Tras el despido, hubo más llamadas, pero todas obtuvieron la misma respuesta. Algunas llegaron de equipos y selecciones más exóticas, aunque Xavi ha descartado experiencias similares a la que tuvo en Qatar. Quiere entrenar en Europa, en la elite. Durante su paso por el Al-Sadd, encontró un hábitat muy cómodo para su familia en la Perla, zona exclusiva de Doha donde vive la mayoría de desplazados occidentales. Eso influyó en las dos veces que dijo «no» al Barça, al margen de la desconfianza en los dirigentes y su pacto con el opositor Víctor Font. La situación no cambió con Laporta, cuya primera opción no era el de Terrassa, pero un tercer «no» era un desafío excesivo al destino.
Xavi y su mujer, en Marrakech.
La prioridad de Xavi no es económica, debido al patrimonio forjado durante su carrera y gestionado a través de una sociedad limitada creada ya en su etapa como futbolista. La sociedad posee más de 60 activos, principalmente propiedades inmobiliarias, repartidos en pisos, casas, locales, aparcamientos u oficinas en distintas localidades de Cataluña, algunas de ellas en las zonas más exclusivas.
El entrenador catalán piensa en un proyecto deportivo que pueda moldear a su gusto, junto a buena parte del staff que le ha acompañado hasta ahora, especialmente su hermano Óscar, su segundo en el banco azulgrana. El resto depende de la receptividad del mercado, algo en lo que confía que pese más su pasado y el fútbol que representa que el áspero final en el Barça. Pero eso será mañana. Por ahora agota la efímera 'dolce vita'.
El duelo de alto voltaje que el Barça y el Inter disputan en Milán para meterse en la final de la Champions tendrá dos protagonistas que llegan entre algodones: Robert Lewandowski y Lautaro Martínez. El polaco, máximo anotador de los azulgrana con 40 goles en 48 partidos, se ha perdido los últimos cuatro encuentros (en Liga frente al Mallorca y el Valladolid, la final de Copa ante el Real Madrid y la ida contra los neroazzurri) a causa de una lesión en el semitendinoso del muslo izquierdo, pero recibió este mismo lunes el alta médica y entró en una convocatoria en la que Alejandro Balde sí causó baja.
El argentino, mientras, el principal goleador de los italianos con 21 tantos en 47 partidos, tuvo que dejar el césped el martes pasado antes de tiempo también por problemas musculares, pero trabajó con el grupo y todo invita a pensar que podrá tener por lo menos algunos minutos, por mucho que Simone Inzaghi jugara al gato y al ratón a la hora de hablar de su punta de lanza como también de Benjamin Pavard.
La capacidad de intimidación de Lewandowski (sus números anotadores, de hecho, ya son los mejores desde que aterrizó en el club en verano de 2022) puede ser trascendental para que el Barça logre imponerse a un equipo que, hasta su visita a Montjuïc, sólo había encajado cinco goles en la presente edición del gran torneo continental. Incluso, aunque se quede fuera del equipo titular, tal y como dejó caer Hansi Flick en la rueda de prensa previa al partido. «Hablé con él el domingo y se está recuperando mucho mejor de lo que esperábamos. Pienso que está preparado para estar en el banquillo y, cuando lo necesitemos, volver a entrar», señaló el técnico.
Lautaro, durante el último entrenamiento del Inter en Appiano Gentile.EFE
En la Champions, el polaco suma un total de 11 tantos en 12 jornadas y lo supera únicamente Raphinha, que acumula 13 en 12 duelos. El brasileño, de hecho, fue decisivo en la ida, con un disparo que, tras estrellarse en el travesaño, tocó en la espalda de Yann Sommer para convertirse en el definitivo 3-3. El colmillo del brasileño, quien inició la última remontada en el José Zorrilla contra el Valladolid y que acumula 31 goles en 52 partidos, puede ser también determinante en un mano a mano con Marcus Thuram, el segundo máximo anotador interista, que suma hasta el momento 18 goles en 45 partidos. El último, un taconazo espectacular, inauguró el marcador la semana pasada.
Otro delantero con algo menos de olfato anotador, pero con gran talento, como Lamine Yamal, puede volver a ser también decisivo, después de la exhibición en Montjuïc. Así lo espera un Flick que, pese a que siempre pone al equipo por encima de todo, es muy consciente del tipo de jugador que tiene entre manos. «Para mí, el equipo es lo más importante, pero es verdad que hay jugadores excepcionales y Lamine es un genio. El miércoles nos ayudó y fue genial verlo, pero lo tiene que demostrar siempre. Queremos llegar a la final y esperamos que todos estén al máximo nivel», concluyó.
Espectacular, el mayor espectáculo del mundo del fútbol. Un disparate de momentos estelares. Sólo un pero: El Madrid fue mejor, más incisivo, pero sus tres fenómenos de ataque no tenían mucha dinamita. Y pudieron derribar a un City que siempre jugó con el partido de Manchester como un estigma.
Pareció increíble. En dos minutos, el Madrid había dado la vuelta al partido. Lo hizo tras un regalo a Bernardo Silva propiciado por no tapar huecos con una barrera digna y el estúpido movimiento de Lunin, que deja sesgos de panoli.
El Madrid mató el orgullo de Guardiola con un disparo de suerte de Camavinga y un supremo gol de Rodrygo. El Madrid tuvo la oportunidad de derrumbar al campeón de Europa, que lo tuvo ko durante más de quince minutos, pero siempre aparece el fantasma del "bloque bajo" de Ancelotti, cuando hubo hasta tres oportunidades de acabar con el City.
El problema fue que los dos atómicos brasileños no tienen mucha facilidad para el gol. Y Bellingham, ¿dónde estaba el fénomeno del Madrid? Tanta propaganda ha hecho del jugador un despojo. Ni corta, ni crea, ni ya llega al gol como antes. Lo peor es que quizá hizo su peor partido en el momento justo que debía dar algo especial.
El Madrid, en el minuto 60, ni tenía energía ni llegaba a los choques. Kroos y Camavinga no pudieron aguantar al City como en el primer tiempo. No obstante, cabe destacar el supremo marcaje de Rüdiger a Haaland, al que se ve perdido en el City actual.
Entonces ocurrió que Foden se encontró con una balón suelto, sin Mendy a su lado, y la puso en la escuadra. Encima, más increíble fue que el City se puso otra vez por delante con el gol de un defensa que no ha marcado un tanto en su vida. Fue Gvardiol, un croata que ni suena a Pep. El Madrid estaba extenuado y a punto de abdicar.
Y apareció otro gran espíritu del indomable Real Madrid. Vini estaba que no podía correr y dio el pase Valverde, que llevaba una racha omnipresente sin marcar y clavó el gol más bélico y glorioso de esta Champions.
Atreverse a pronosticar el resultado de la eliminatoria puede ser un suicidio. Desde cualquier estimación es lógico pensar que el City tiene el poker en sus manos. Sobre todo, teniendo en cuenta el antecedente del cuatro a cero del año pasado.
Por otra parte, hay que testificar que esta temporada está peor el City y el Madrid puede hacer mucho daño al equipo de Guardiola, que fracasó al intentar anular la velocidad de los brasileños. Lo que no se olvidará es que vimos el mejor partido de Europa, el mejor del mundo.