El esloveno, que este domingo puede sentenciar la París-Niza ante Vingegaard, suma siete victorias en 12 días de competición
Cómo no comparar. Lo inevitable acecha a Tadej Pogacar, pues nadie hubo jamás desde Eddy Merckxs con semejeante ansia de victoria. En cualquier terreno, en cualquier ocasión, igual da que sea inicio de curso o en pleno Tour de Francia. El colmillo del esloveno está siempre listo. Pero lo de este inicio de 2023 empieza a llamar a la historia, como enrabietado por la derrota en la pasada edición de la Grande Boucle.
Este sábado, en el Col de la Couillole, rematando a un bravísimo David Gaudu y añadiendo otra pequeña victoria sobre Jonas Vingegaard -al que se unió en la disputa de una París Niza que, en principio, no entraba en los planes de Tadej-, el del UAE volvió a alzar los brazos. Su punch final es irresistible. Se cumple un mes de competición desde que debutara en la Clásica Jaén Paraíso Interior y ya lo ha repetido, el triunfo, en siete ocasiones. De 12 posibles.
Para saber más
Aunque conviene analizar cuándo no lo logró, la rareza. Ahí, en la meta de Baeza, el sterrato entre olivos, un brutal ataque a falta de 40 kilómetros en una zona que el día anterior se afanó es estudiar, Pogacar firmó su primera corona de 2023, el 13 de febrero. Cierto es que no había demasiados rivales de entidad, pero, por si acaso, quiso dejar su sello.
Vuelta a Andalucía
Tres días después, aún en España, afrontó la Vuelta a Andalucía. Ya con gallos como Enric Mas, Mikel Landa, Carlos Rodríguez… El esloveno se llevó las dos primeras etapas, en las que ya dejó prácticamente sentenciada la clasificación general. La tercera, con final en Alcalá de los Gazules, se la brindó a su nuevo compañero de equipo, Tim Wellens, controlando todo lo que debía. La siguiente la volvió a ganar, por delante de Enric Mas. Y la quinta y última fue para Omar Fraile. Además del triunfo global, también sumó el de la regularidad.
Ausente de la Strade Bianche -y de la Tirreno-Adriático que lidera su compatriota Primoz Roglic– que había disputado los cuatro últimos años y ganado el pasado, Pogacar apostó por el debut en la París-Niza, brindando el reencuentro con Vingegaard. Y, de nuevo en Francia, allá donde protagonizaron el eléctrico duelo del pasado Tour, Poggi fue con todo contra su rival. No ganó ninguna de las dos primeras etapas, resueltas en un sprint masivo, como la quinta; ni la tercera, una contrarreloj por equipos. Pero las dos que tuvieron terreno para ello, no perdonó.
Espectacular resultó la ascensión a La Loge des Gardes el pasado miércoles, donde Pogacar contrarrestó un ataque salvaje de Vingegaard, al que remató después, 43 segundos de ventaja. Este sábado el danés estuvo más cerca, pero su Némesis no perdonó. Este domingo, camino a Niza, en una etapa final rompepiernas con el col d’Eze a 15 kilómetros de meta, tratará de conservar los 12 segundos de ventaja que goza sobre Gaudu para llevarse también la general.
Pogacar, cuya próximo desafío serán las clásicas belgas, tiene 24 años y 53 victorias ya en su palmarés. Eddy Merckxs, sin contar los criteriums que tanto le divertían (y tanto colmaban sus bolsillos), 445 victorias en 1585 carreras. “No se limitaba a vencer a sus contrincantes, los aplastaba”, escribe su biógrafo William Fotheringham.