El seis veces All-Star de la NBA, Shawn Kemp, uno de los jugadores más icónicos en la historia de Seattle SuperSonics, fue detenido este miércoles en Tacoma, Washington, acusado de disparar desde un vehículo.
El Departamento de Policía de Tacoma tuiteó que un hombre de 53 años fue “fichado por un tiroteo desde un vehículo en movimiento” después de que se efectuaran disparos tras un altercado entre los ocupantes de dos vehículos en un aparcamiento.
Los registros de reclusos del condado de Pierce muestran que Shawn Travis Kemp ingresó en la cárcel por un cargo de disparar desde un vehículo.
Shawn Kemp, el exjugador de la NBA, tiene 53 años y su segundo nombre es Travis. Múltiples medios corroboraron posteriormente el informe.
Seleccionado por Seattle procedente del Trinity Valley Community College en Texas en 1989, Kemp jugó las primeras ocho de las 14 temporadas de su carrera en la NBA para los Sonics. Fue All-Star seis temporadas consecutivas y tres veces formó parte del segundo equipo del año..
Conocido por su habilidad para volar por encima del aro y machacar la canasta, Kemp promedió 14,6 puntos en su carrera (16,2 con Seattle). También promedió 8,4 rebotes, 9,6 con los Sonics.
Después de jugar en Seattle, Kemp pasó tres temporadas en los Cleveland Cavaliers, dos en Portland Trail Blazers y una con los Orlando Magic, en su última temporada en 2002-03.
En 2005, Kemp fue arrestado en Seattle y acusado de posesión de marihuana y cocaína en su camioneta.
En 2020, Kemp estaba entre un grupo que abrió Cannabis de Shawn Kemp, un dispensario de marihuana en Seattle.
Sergio Scariolo anunció este jueves la lista de 22 jugadores con los que la selección española afrontará un verano importantísimo, en el que tratará de acudir a la cita olímpica de París, para lo que deberá buscar su billete en el Preolímpico que se disputa en Valencia del 2 al 7 de julio. Y la gran novedad fue la ausencia de Ricky Rubio.
"Ricky nos ha pedido un tiempo de reflexión, tiene que tomar decisiones definitivas sobre su carrera y su vida. Con todo el cariño hemos recibido esta comunicación. No nos ha alegrado, pero respeto total para él", pronunció el seleccionador sobre el base del Barça, que regresó en febrero, precisamente con la selección, tras unos meses apartado del baloncesto por sus problemas de salud mental.
Tras disputar la ventana de clasificación para el Eurobasket y el final de temporada con el Barça, en el que no logró la clasificación para la Final Four ni para la final de la ACB que a partir del sábado disputan Real Madrid y UCAM Murcia, Ricky, que no estuvo en el pasado Mundial, tampoco estará en este reto olímpico.
El otro gran nombre propio fue el del Lorenzo Brown, que vuelve con la selección dos años después de conquistar el Eurobasket 2022. El base del Maccabi se incorporará más adelante, como Juancho Hernangómez, Rudy Fernández, Llull y Abalde, que siguen disputando con sus clubes las ligas domésticas. Y Garuba y Aldama, por los permisos de la NBA en cuanto a días de concentración.
El resto, 15, empiezan el lunes en las instalaciones de Embassy en Málaga. "La mayoría de nuestros jugadores no vienen de una buena temporada a nivel de clubes", afirmó el seleccionador, que especificó que la ausencia de Ricky y los otros tres jugadores (Claver, Sebas Saiz y Tyson Pérez), que han declinado la convocatoria son para todo el verano y también que, en caso de lograr billete para París, no es probable que entre ningún nombre nuevo aunque pudiera haber ausencias.
Bases: Lorenzo, Alberto Díaz, Juan Núñez y Sergi García.
Aleros: Abalde, Abrines, Brizuela, Rudy, Juancho, Llull, X. López Aróstegui, Joel Parra, Josep Puerto, Edgar Vicedo y Santi Yusta
Pívots: Aldama, Garuba, Fran Guerra, Will Hernangómez, Jaime Pradilla, Salvó y Sima.
La paradoja del Real Madrid era curiosa en Belgrado. Alrededor, uno de los ambientes más fieros de Europa, y enfrente Zeljko Obradovic y un Partizán que, a pesar de estar ya eliminado, le tenía tantas ganas tras lo sucedido en los incendiarios playoffs de hace dos temporadas que sólo cedió en el mismísimo último segundo. Cuando Tavares, que además de cambiar los partidos también los gana, se inventó un gancho desde cuatro metros sobre la bocina. Una remontada épica; imponerse a todo eso para que diera igual, porque su futuro en la Euroliga se estaba decidiendo en otros lugares. [89-91: Narración y estadísticas]
Mientras los blancos batallaban en la sala Alexander Nikolic, el Bayern caía en casa contra el Fenerbahçe (amaneció con un 19-43) y el Mónaco se imponía en la cancha del Asvel. Y eso lo condicionaba todo en las diabólicas cuentas de la última jornada, con hasta siete equipos en dos victorias del cuarto al 10º puesto. El Madrid podía ganar o perder que el séptimo puesto, el primero de los que disputarán el play-in, le aguardaba sin posibilidad de escape. Sólo lo esquivará si Efes o Barça caen este viernes en casa con Zalgiris o Virtus, rivales sin nada en juego.
Fue un desenlace para el recuerdo, una resurrección de esas que acostumbra el Madrid cuando late seguro de sí mismo. Había vagabundeado por el partido, con menos colmillo que últimamente, dejándose mecer por la marea feroz de los serbios. Pero, con el agua al cuello, decidió que había espacio para el frenesí. 10 abajo en el comienzo del acto final, nueve cuando un triple del imparable Brandon Davies pareció la sentencia a falta de 3:48 (85-76). Llull, Campazzo, Hezonja y, finalmente, Tavares, se pusieron la capa de superhéroes y todo acabó en fiesta.
Llull
El duelo había sido igual de intenso que si el Partizán se jugara la clasificación. Ardían las tribunas, especialmente enceladas contra Llull (al que acusan de ser el provocador de la enorme trifulca del Palacio), e Isaac Bonga devenía en puntal ofensivo, con 12 puntos al descanso. Los mismos que Dzanan Musa, al que para empezar le había caído una tremenda bronca de su compañero Abalde por quedarse protestando una acción y no bajar a defender.
La igualdad reinaba. Tavares e Ibaka dominaron la pintura, pero el Madrid perdió más balones de los recomendables. Así siguió a la vuelta de vestuarios, aunque pronto se comprobó que los blancos no eran los de las últimas semanas, con sólo una derrota (en Atenas) tras la final de Copa. Ya sea porque no dependían de ellos mismos o simplemente porque no era la noche propicia.
Brandon Davies, defendiendo a Campazzo, en Belgrado.ANDREJ CUKICEFE
Brandon Davies, verdugo habitual desde que jugaba de verde en el Zalgiris, se puso las botas. Se estiró el Partizán, que encontraba en Tavares el flanco por el que herir en los uno contra uno de Carlik Jones. Llull se intentaba rebelar contra todo eso, pero parecía imposible.
Y entonces, el milagro. Un triple de Hezonja, un robo de Campazzo, un canastón de Llull para empatar a falta de seis segundos... La respuesta maravillosa de Jones y el gancho (fraguado en la pizarra de Chus Mateo) final de Tavares. Que ganó un partido y lo mereció.
Aunque ese alarde no le vaya a valer a priori al Madrid para evitar el play-in por primera vez en su historia. Será séptimo (y jugará el martes contra el octavo en el Palacio) si Efes y Barça cumplen los pronósticos. Si sólo pierden los turcos en casa contra el Zalgiris, será quinto y se las verá en cuartos contra el Mónaco sin ventaja de campo. Si sólo pierden los de Joan Peñarroya, en casa contra la Virtus, los blancos serán sextos y jugarán los playoffs contra Panathinaikos, también sin ventaja de campo. Y si ganan ambos (lo normal), acabará séptimo y jugará contra París o Estrella Roja en primera ronda. Entonces, si gana en el primer encuentro se enfrentará al Fenerbahçe y de ir al segundo y ganar se cruzaría en playoffs con el Olympiacos. Si pierde ambos quedaría eliminado.