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Un estudio certifica que mejora el rendimiento, pero los médicos alertan sobre el peligro que suponen. “La ayuda al rendimiento es pequeña, pero existente”, dice el investigador Pedro L. Valenzuela. “El principio activo se elimina por el riñón y, durante el ejercicio, el riñón ya está estresado. Puede provocar cólicos e hipertensión”, comenta el doctor Dani Brotons.
En el Mundial de fútbol de 1998, el Mundial que ganó la Francia de Zinedine Zidane, la FIFA pidió a los médicos de los equipos que documentaran el uso de medicamentos en las 72 horas anteriores a los partidos y se llevó una sorpresa con las cifras: casi el 80% de los jugadores tomaban algún analgésico antes de saltar al campo y más de la mitad lo hacían de manera sistemática, en cada encuentro. En Mundiales posteriores, de 2002 hasta 2018, repitieron el estudio y siempre se mantuvieron los números.
El pasado diciembre, Shaquille O’Neal explicó en una entrevista en The Athletic que los analgésicos eran parte de su rutina previa a los partidos, que sin ellos no hubiera podido ser el jugador que fue y que sólo empezó a restringirlos cuando vio que coetáneos como Alonzo Mourning o Sean Elliot sufrían graves problemas de riñón. Al final de su carrera, de hecho, se negó a usarlos aunque se los dieron una y otra vez.
Aceptados por la Agencia Mundial Antidopaje (AMA), los analgésicos son los medicamentos más utilizados en el deporte para aliviar el dolor y pese a ello se ha estudiado poco sus efectos, sus beneficios y sus contraindicaciones. Un análisis reciente de la Universidad de Victoria, en Melbourne, ha concluido que uno de ellos, el más popular, el paracetamol, puede mejorar el rendimiento y entonces… ¿Deberían ser considerados dopaje?
“Depende. Hay un analgésico, el tramadol, que acaba de entrar en la lista de sustancias dopantes porque disminuye la capacidad cognitiva y se considera peligroso para la salud de los deportistas. Pero el paracetamol se supone no dañino y por eso no es dopaje. Que lo sea o no en el futuro depende de los análisis que se hagan sobre sus efectos secundarios”, expone Pedro L. Valenzuela, investigador del Hospital 12 de Octubre de Madrid y editor de la revista científica Fissac. “El nuevo estudio publicado asume que la ayuda al rendimiento es pequeña, pero existente. Que en esfuerzos hasta la extenuación, cuando el daño muscular es agudo, la acción analgésica del paracetamol beneficia. Pero aún hay pocas pruebas”, añade Valenzuela.
Problemas en el riñón
En el trabajo de la australiana Universidad de Victoria enfrentaron a varios deportistas a dos ejercicios, una contrarreloj individual de una hora y un entrenamiento de sprints sobre la bicicleta. Los hacían una primera vez sin tomar nada y una segunda vez con 1.500 gramos de paracetamol en el cuerpo. Y de esta manera certificaron la ventaja. En la prueba de resistencia apenas había diferencia, pero en la prueba agónica sí la había: con una pastilla, el dolor de piernas tardaba más en aparecer y se podía apretar más. El problema es que no se ha hecho el mismo estudio de manera masiva y entre deportistas de élite, quienes realmente exprimen su cuerpo al máximo. ¿Puede el paracetamol ayudar a mantener el ritmo cuando se juntan resistencia y agonía, como en los últimos kilómetros de un maratón? ¿Tiene otras ventajas?
Según el estudio, concretamente el paracetamol, que también es antipirético, es decir, que reduce la temperatura corporal, multiplica sus efectos positivos cuando hace calor, pues evita que el cuerpo se sobrecaliente. La deshidratación tarda más en aparecer y el esfuerzo puede sostenerse más tiempo. Otro beneficio. Pero ¿y no tiene contraindicaciones?
“Las tiene, las tiene. El paracetamol puede ser efectivo por su efecto analgésico, para reducir el dolor en una carrera o una prueba ciclista, pero no es inofensivo. Mucha gente tira de paracetamol antes de hacer deporte y hay que ir con cuidado. El 90% del principio activo del paracetamol se elimina por el riñón y, durante el ejercicio, el riñón ya está estresado. Podemos provocar un problema renal importante como un cólico nefrítico”, expone Dani Brotons, especialista en Medicina del Deporte por la Universitat de Barcelona y médico de confianza de corredores como Kilian Jornet o Pau Capell.
Algunos estudios incluso han relacionado el paracetamol con patologías cardiovasculares, incluso con algunos casos de infartos en carreras. “Indirectamente un problema renal puede provocar hipertensión, es decir, más estrés cardiaco. En algunas pruebas de esfuerzo me he encontrado que,si el deportista en cuestión ha tomado antes un analgésico la tensión se dispara. Hemos de vigilar con estos medicamentos”, finiquita el doctor Brotons.