Supera las 82 Lindsey Vonn y se dirige a toda máquina a superar el tope absoluto, en poder del sueco Ingemar Stenmark.
Fue en un eslalon gigante, para que conste específicamente en los anales del esquí. Mikaela Shiffrin acudió a su cita con la Historia, y ésta aceptó, complacida, el encuentro con la esquiadora. Kronplatz, en el norte dolomítico de esa Italia fronteriza con la lengua alemana, tuvo el honor de proporcionarle a la estadounidense su victoria número 83 en la Copa del Mundo.
Bajo una ligera nevada que le rendía un homenaje sin estorbos, Shiffrin deshizo su empate con Lindsey Vonn y se dirige a toda máquina a superar el tope absoluto de Ingemar Stenmark. Los 86 triunfos del sueco, detenidos en 1989, tiemblan en su pedestal de oro, hielo y musgo.
Ganadora en ambas mangas, Shiffrin dominó con cómoda amplitud en el total de las dos a Lara Gut-Behrami, por 45 centésimas, un mundo en el esquí, y a Federica Brignone por un segundo y 43 centésimas. A buen seguro la suiza y la italiana hubieran querido aplazar la apoteosis del “Expreso de Vail”. Pero, por otra parte, probablemente experimentarán la satisfacción de formar parte perpetua del cartel. Fueron las dos damas de honor de la reina rubia del circuito blanco.
Las 83 victorias de “Miki”, que en su joven vida de 27 años ha pisado 131 podios, se desglosan en 51 eslalons, 18 gigantes, cinco supergigantes, tres descensos, una combinada, dos paralelos y tres City Events. Dentro de su suprema calidad en las pruebas técnicas, es capaz de vencer también en las de velocidad. Ninguna como ella esquía de un modo tan grácil y limpio. La nieve parece su aliada, y no, como para las demás, un elemento hostil, resbaladizo, traicionero, al que dominar con apuros y suerte.
Le llega ahora a Mikaela, si el tiempo no lo impide, y a expensas de que ella decida tomarse un pequeño respiro, un calendario bastante propicio hasta el final de enero, con otro gigante también en Kronplatz y dos eslalons, los días 28 y 29, en Spindlerov. Luego, desde el 6 de febrero, llega el Mundial en Méribel-Courchevel antes de, en marzo, la recta final de la temporada, con más oportunidades de ampliar los registros.
Shiffrin lleva esta campaña nueve victorias. Para empatar con Stenmark deberá obtener tres más. Cuatro para superarlo. Es decir, acabar el curso con 12 o 13 triunfos. No es nada fácil, pero está a su alcance. En la temporada 2018-19 llegó hasta los 17, algo que nadie había logrado hasta entonces. Y tampoco nadie duda de que mejorará los números de Stenmark. La pregunta es cuándo y cuántos.