Dos aviones, tres trenes y horas de esperas en las escalas para llegar desde Sevilla a Breslavia: las locuras de los béticos para llenar a la final de la Conference

Dos aviones, tres trenes y horas de esperas en las escalas para llegar desde Sevilla a Breslavia: las locuras de los béticos para llenar a la final de la Conference

Hay béticos en las puertas de embarque de prácticamente todos los destinos europeos a los que se puede volar desde del aeropuerto de Sevilla, como si, en lugar de una final, el Betis jugara seis u ocho simultáneas en diferentes puntos del mapa. Los aficionados hacen cola para viajar a París, a Praga, a Lisboa, a Copenhague, a Barcelona, a Venecia. El caso es encontrar una conexión que permita llegar a Breslavia (Polonia) a tiempo para estar en el estadio donde se disputa la final de la Conference League. O en sus alrededores, porque no todos tienen entrada para ver el partido frente al Chelsea.

La afición bética tiene fama de ser absolutamente fiel en la adversidad (ya saben, lo del maldito manquepierda). Pero, como a todas, lo que le motiva es ganar y acariciar un título. Por eso las entradas han volado y muchos béticos han exprimido las posibilidades del mapa digital de conexiones aéreas y ferroviarias para conseguir estar este miércoles en la ciudad polaca. Aunque haya que hacer escala por media Europa.

Alberto, por ejemplo, salió este martes desde Sevilla a las 6.45 horas en un vuelo a Barcelona, donde ha conectado con otro vuelo a Berlín. Desde Berlín a Breslavia ha necesitado coger tres trenes diferentes. La noche del miércoles (tras el partido) la pasará en el piso de un amigo junto a sus padres y hermanos, que también han volado desde Sevilla. El regreso lo hará en tren hasta Varsovia, donde cogerá un vuelo a Zurich y, tras una escala de 8 horas y media, volará finalmente a Sevilla. En total, sólo el transporte hasta Breslavia le ha costado unos 400 euros. Cuando él y su hermano comenzaron a buscar vuelos, aún no tenían las entradas, que han conseguido finalmente de las sobrantes de la UEFA, a 190 euros. Francisco también ha volado desde Sevilla a Praga y desde allí ha pillado un coche para hacer casi 300 kilómetros (unas tres horas de viaje) hasta la ciudad donde se celebra la final.

El AVE también ha viajado en las últimas horas cargado de béticos que buscaban conexiones desde Madrid. Miguel llegó así a la capital de España y desde allí cogió un vuelo a Bruselas donde, tras una breve escala de 40 minutos que le obligó a alguna carrera por el aeropuerto, cogió un avión hasta Berlín. El trayecto desde Berlín a Breslavia (346 kilómetros) tenía previsto hacerlo en coche.

11 horas de viaje desde Málaga

Eusebio ha viajado desde Málaga, de donde salió a las 8.30 horas del martes hasta Dublín y desde allí hasta la ciudad polaca de Poznan, donde cogió un tren a Breslavia. En total, fueron 11 horas de viaje.

También Pedro partió desde Málaga y aterrizó en Varsovia. Desde allí cogió un coche con el que viajó a Lodz (Polonia) y después a Breslavia. El regreso será también por carretera hasta Cracovia y desde allí hasta Málaga. Más fácil lo ha tenido Andrés, que vive en Dublín y cogió un vuelo directo a Breslavia.

Otros nueve béticos salieron de Málaga el martes a las 13.15 horas. Llegaron a Frankfurt en tres horas. A las 21 horas salieron hasta Katowice, ya en suelo polaco, a donde llegaron algo antes de las 23 horas. Hicieron noche en Bytom y allí han cogido por la mañana una furgoneta para conducir hasta Breslavia (171 kilómetros).

Hay también muchos ‘privilegiados’ que llegarán hoy a la ciudad polaca en vuelo directo en uno de los chárter que se han habilitado para conectar desde Sevilla. El billete, comprado poco después de que el Betis superara la semifinal, ronda los 1.000 euros. La mayoría de los que viajan en el día regresarán, ya de madrugada, tras el partido, con lo que se ahorran la estancia a costa de un extra de cansancio para sus huesos. Un triunfo en la final europea aliviará, sin duda, cualquier dolencia.

Pero quienes realmente han triunfado ya son aquellos que compraron los vuelos en febrero, a poco más de 100 euros, mucho antes de que la marcha de la competición permitiera garantizar que el Betis estaría en la final, en un alarde de fe digno de un verdadero creyente.

Cuando termine la aventura europea del Betis, el aeropuerto sevillano de San Pablo habrá atendido un total de 48 vuelos chárter entre salidas y llegadas, según ha informado el aeródromo a través de una nota de prensa, donde se subraya la complejidad de operar todas estas conexiones extraordinarias y hacerlas compatibles con las 180 conexiones comerciales diarias.

Para que las salidas y llegadas se realicen de forma escalonada, se ha previsto prorrogar los horarios y reforzar el personal. También ampliarán sus horarios los servicios de restauración y se han reordenado los aparcamientos para hacer más fluida la llegada y el estacionamiento.

kpd