Los jugadores del Villarreal se lamentan.Biel AlinoEFE
El Villarreal fue una vez más el Rolls Royce amarillo que atropelló a un Madrid sin pulso en un primer tiempo diabólico que propagaba la crisis blanca hasta los infiernos.
El Villarreal pasó sorprendentemente en el segundo tiempo a convertirse en un
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El piloto Andrea Dovizioso tuvo un grave accidente el martes por la mañana mientras practicaba motocross en la pista Terranuova Bracciolini, en la provincia de Arezzo (Italia).
El italiano, de 38 años, sufrió un fuerte golpe en la cabeza por lo que tuvo que ser trasladado en helicóptero al Hospital Careggi de Florencia.
Dovizioso, tres veces subcampeón de MotoGP, categoría que abandonó en 2022, se produjo un traumatismo craneoencefálico y también una fractura en la clavícula derecha.
La aparatosidad del accidente hizo temer un diagnóstico más grave en un primer momento. Aunque todavía le están realizando pruebas, el piloto quiso tranquilizar a sus seguidores con un comunicado en su cuenta de Instagram horas después de la caída.
"Esta vez me golpeé bien. Mi colección de fracturas es cada vez mayor, pero lo importante es que el TAC es negativo. Mañana me harán más pruebas y os mantendré informados", escribió el piloto italiano.
"Gracias a Yuri Naldini (su entrenador), que siempre está a mi lado, a todos los que me rescataron y al personal médico del hospital. Gracias también a todos los que me han escrito. ¡¿Quién adivina lo que me he roto?!", concluye Dovizioso.
Fue cuestión de pasión y de alma. De dos equipos tan en las Antípodas de sus posibilidades como de sus corazones. La primera gran sorpresa de la Copa la protagonizó el La Laguna Tenerife, ese grupo salvaje de Txus Vidorreta, que firmó una remontada tan brava como tétrica fue la desintegración del Barça, un pelele en las manos del infinito Marcelinho Huertas. [91-86: Narración y estadísticas]
Nunca será la última exhibición del base brasileño, siempre hay margen para una obra maestra más. Afortunados los presentes, los que vieron a un 'chaval' de casi 42 años merendarse a todo un Barça, desnortado tras la lesión de Kevin Punter, derretido en una segunda mitad sin sentido en la que todo lo que pasó lo dictó Marcelinho y sus 22 puntos, seis asistencias, seis rebotes y mil lecciones.
Contrastaba la euforia aurinegra y la desolación azulgrana en el Gran Canaria Arena. ¿Cómo se le pudo escapar una noche a Joan Peñarroya que llegó a dominar por 12 en la primera mitad? ¿Cómo pudo el Tenerife resucitar? La respuesta es Marcelinho, el contagio, la conexiones, el cómo buscó a Fran Guerra, en cómo masticó cada ataque para encontrar siempre la mejor opción. Esos pases imposibles, la maravilla del pick and roll. Fue una canasta suya la que puso por primera vez a los insulares por delante, a falta de seis minutos (76-75). Luego un triple, otro de Doonerkamp y errores y más errores de un Barça que ya estaba muerto.
Doornekamp, entre Fall y Parra, ayer.Quique CurbeloEFE
Ante un rival de la experiencia y veteranía del Tenerife no puede haber resquicio físico. Eso el Barça lo pareció saber bien bien temprano: le convenía un ritmo elevado, cuanto menos respiros mejor. Tenía en mente lo que ocurrió el año pasado en Málaga, cuando, en semifinales, le asestó un histórico parcial de 40-8 que dejó el partido para los restos. Esta vez también fue un primer acto único: nadie en la Copa había metido 33 puntos para empezar.
Fue fruto de su acierto y de la equivocación de los aurinegros, que se dejaron engatusar por el intercambio de golpes. Se puso las botas Satoransky y también Punter y Jabari Parker. La defensa de Txus Vidorreta se veía desbordada y ni la sabiduría eterna de Huertas (con 41 años, 8 meses y 16 días, nadie jugó nunca en la Copa con esa edad, superando a Middleton) contenía al Barça. Que llegó a mandar por 12 (35-47), aunque Fitipaldo y el show siempre oportuno de Vidorreta (forzó una técnica cuando peor estaba su equipo) detuvieron algo la hemorragia.
El Barça parecía fluir, como hace unos días en Valencia. Pero el infortunio aguarda donde menos se le espera. Fue volver de vestuarios y, en una acción fortuita, el hombro izquierdo de Kevin Punter se fue al garete. Un mazazo. Bien lo sabe ya Peñarroya, que perdió al comienzo de curso a Laprovittola y que ahora no tiene a Vesely. Y ningún refuerzo obtuvo.
En esos minutos raros tras la lesión, el Tenerife se reenganchó a la batalla. Iban a ser clave. Llegó a arrimarse (63-66), pero el Barça se mantuvo con los golpes de talento de Metu y Jabari mientras se elevaba la temperatura en contra de las decisiones arbitrales. Al siguiente arreón canario, los de Peñarroya cayeron a la lona fulminados. Tenerife o Unicaja estarán el domingo en la final.
Baloncesto
España 99 - Eslovenia 79
AMADEU GARCIA
Actualizado Sábado,
12
agosto
2023
-
02:03Ver 1 comentarioFirma un gran ejercicio colectivo un día...