El Barcelona, con más pegada que juego

El Barcelona, con más pegada que juego

Copa del Rey


Ceuta 0 Barcelona 5

Actualizado

El equipo azulgrana, con goles de Raphinha, Lewandowski (2), Ansu Fati y Kessié, se impone a un Ceuta que llegó a tutearlo durante muchos minutos del primer tiempo y se planta en los cuartos de final de la Copa del Rey

Los jugadores del Barcelona celebran la victoria.José Manuel VidalEFE

Aunque le falte juego, el Barça ahora tiene pegada. Así lo demostró ante un Ceuta que, pese a su modestia, peleó por ponerle las cosas complicadas por lo menos durante gran parte del primer tiempo. Raphinha, relevo del impredecible Ousmane Dembélé, Lewandowski, en dos ocasiones, Ansu Fati y Kessié se encargaron de materializar los cuatro goles que les darían a los azulgrana un triunfo por 0-5 que los mete en la siguiente ronda del torneo del KO sin los aspavientos del duelo frente al Intercity, pero sí con la sensación de que muchos de los miembros del plan B tendrán que ponerse en serio las pilas para que Xavi se planteé hacer cambios en su once de gala.

El Barça no saltó al terreno de juego con la intensidad que se le exige a una eliminatoria, sea cual sea el rival que se tenga enfrente. Tal vez las vicisitudes del desplazamiento, con llegada de la expedición a Ceuta en helicóptero en la misma mañana del jueves, o el hecho de que sólo repitiera un futbolista de los 11 que derrotaron al Real Madrid en la Supercopa el pasado domingo, Robert Lewandowski, tuviera algo que ver con ello. Lo innegable es que el equipo local, durante muchos minutos, jugó con una marcha más metida en el engranaje. Suyo fue el primer remate a puerta, tímido, eso sí, y con escaso peligro para Iñaki Peña, pero toda una declaración de intenciones. Sus ganas, por momentos, parecían capaces de darle un susto en toda regla a los azulgrana. Sobre todo, con un remate de Rodri a saque de esquina que se estrelló en la red por fuera y que medio estadio cantó como gol.

Un inicio gris

Los azulgrana, durante muchos minutos, se mostraron terriblemente espesos. Controles aparentemente sencillos para futbolistas capaces de llegar a Primera División se perdían finalmente lejos de sus botas. Raphinha, cuando moría la primera parte, a pesar de todo, encontró el resquicio para exorcizar en gran parte los demonios que empezaban a rondar el pescuezo azulgrana. Y lo hizo con un disparo desde fuera del área que Mejías, a pesar de su esfuerzo, no logró desviar completamente y que acabó con el balón besando la red. El brasileño, de hecho, fue desde el inicio el más punzante de los de Xavi. Suyas fueron las mejores opciones para abrir el marcador, pero, hasta el 0-1, todas acabaron perdiéndose por la línea de fondo. El juego terriblemente espeso de los barcelonistas quedó también patente en la escasísima participación de un Lewandowski que, como siempre, le echó ganas, pero con quien sus compañeros no acertaron a conectar en los primeros 45 minutos.

Porque, si le llega una medianamente clara, el polaco no perdona. Así lo demostró cuando apenas se habían jugado los cinco primeros minutos de la segunda mitad del duelo. Con un toque sutil, aprovechó perfectamente el pase de un Kessié que se había hecho con el balón tras presionar la salida rival del balón para colocar el 0-2 en el luminoso. Menos atinado, en cambio, se mostraría un Ferran Torres al que le costaba Dios y ayuda generar algo de peligro ante la portería rival. Algunas veces, complicándose él mismo la vida hasta lo indecible. Pablo Torre, titular de inicio y relevado por Gavi tras el descanso, tampoco tuvo precisamente su tarde en el Alfonso Murube.

El segundo tanto de los barcelonistas puso en suspenso la combatividad del Ceuta. A partir de entonces, el conjunto de Xavi pudo tener más el balón, controlar mejor los tiempos. Pero, ni así, logró asegurarse una cierta tranquilidad. Hasta que Ansu Fati, recambio de Ferran en la punta de ataque, mató a la práctica el partido y la eliminatoria a poco más de 20 minutos para el final del tiempo reglamentario. El 10 azulgrana se plantó a toda velocidad en el área rival, fintó a un defensa y prácticamente dio un pase a la red para colocar el 0-3 en el marcador. Una acción que recordó a la de tiempos ahora ya algo lejanos, pero que parece estar cada vez más cerca de revivir. Kessié, un poco más tarde, marcaría el 0-4. Y Lewandowski, de nuevo, en el ocaso, daría la puntilla con el 0-5.

kpd