El alquiler exprés de un pabellón de Barcelona por la liga expulsa a varios equipos modestos de su casa en la última década. “A estas alturas de la temporada no hay instalaciones libres”, explican desde el Terra Negra, de la última división de fútbol sala
El pasado domingo. el Terra Negra jugaba contra el Joventut Les Corts B en la Tercera División Catalana, la última categoría del fútbol sala autonómico. El partido se canceló porque empezó a llover en Barcelona. ¿Una penuria más en el deporte modesto? No, no exactamente.
Desde su creación hace 10 años, el Terra Negra se entrenaba y jugaba en el ZAL, un pabellón polideportivo encajado en la zona portuaria de Barcelona y gestionado por el organismo público Port de Barcelona. El lugar está alejado de la ciudad y, sobre todo, su acceso por transporte público es difícil y por eso nunca hubo problemas para escoger horarios. En el ZAL sólo competía otro club, el Inter Hospitalet, también de Tercera División Catalana, y se entrenaban las secciones de fútbol sala y del baloncesto del Espanyol. Por ello, la convivencia siempre fue tranquila. Hasta el pasado 9 de diciembre. «Nos llamaron del ZAL y nos dijeron que iban a hacer obras, que ya no podíamos volver. Nos extrañó mucho, pero cuando el entrenador fue allí a buscar el material confirmamos que algo muy raro pasaba», recuerda Guillermo Gutiérrez, capitán del equipo en conversación con EL MUNDO. Eso «muy raro» tenía un nombre: Kings League, un organizador, Kosmos, empresa de Gerard Piqué, y muchos famosos detrás, Ibai Llanos, Kun Agüero, The Grefg o Iker Casillas.
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De un día a otro, el ZAL se convirtió en el Cupra Arena, el lugar al que Piqué acudió este domingo con un Renault Twingo. De un día a otro, el Terra Negra tuvo que buscar otro hogar y acabó en el patio del IES Consell de Cent, donde sólo hay un vestuario y no existe techo. Si llueve, no hay partido.
Y lo difícil de su situación es que la solución no es cosa de dinero. «La gente de la Kings League se ha puesto en contacto con nosotros y se ha ofrecido a pagarnos un pabellón, pero no hay instalaciones libres. A estas alturas de la temporada sólo nos ofrecen entrenar a partir de las 11 de la noche o un tercio de una pista. Nos han dejado tirados», explica González en una queja que tiene otros ecos.
Las secciones del Espanyol, afectadas
Porque si bien el Inter Hospitalet encontró sede en un pabellón de Gavá a 18 kilómetros del ZAL, las secciones del Espanyol también andan vagando por Barcelona en busca de lugares para entrenarse. «No hay solución posible. Buscamos y buscamos pistas, llamamos a colegios, a gimnasios privados y no hay nada. Hemos tenido que cancelar entrenamientos o tirar de patios de instituto, de pistas de cemento. Y en nuestro caso, la Kings League no nos ha ofrecido nada, no se han puesto en contacto con nosotros», comenta Isidre Espiga, responsable de las secciones, que lucen cierto nivel. El equipo de baloncesto masculino, por ejemplo, está en Copa Catalunya, a un paso de la Liga EBA, y el domingo perdió un partido crucial para el ascenso. En su caso, sí tienen pista fija para competir, aunque la preparación es un galimatías. El asunto del Terra Negra es más sangrante.
«No sé cómo acabaremos. En realidad esta temporada tenemos suerte porque el primer equipo bajó a Tercera y ya era el único del club que jugaba en el ZAL. Otros años jugaba allí el primer equipo, el segundo y el equipo de fútbol sala inclusivo ¿El año que viene qué va a pasar? No lo sabemos. Si subimos [son líderes destacados], en Segunda Catalana no podremos jugar en el instituto porque el reglamento obliga a que haya techo. Aunque al menos en verano tendremos tiempo para organizarnos», denuncia Gutiérrez, capitán del Torre Negra, que según parece sí o sí tendrá que buscar otro hogar.
Porque la Kings League acabará el 26 de marzo, pero previsiblemente no dejará libre el ZAL. Después de toda la reforma realizada -instalación de césped artificial, de múltiples pantallas…-, la Queens League femenina debería empezar en mayo y ya se ha anunciado un «segundo split de la liga masculina». De hecho la competición trabaja para seguir ampliando su proyecto y permitir que haya público en las gradas del ZAL.
«Tanto el ZAL como la Kings League lo podían haber hecho bien, avisando con tiempo, antes de empezar la temporada y quizá ya lo tendríamos todo resuelto. Pero lo han hecho todo muy mal», finaliza Gutiérrez. El domingo, su equipo, el Terra Negra jugaba contra el Joventut Les Corts B en la Tercera División Catalana, la última división del fútbol sala autonómico, y el partido tuvo que cancelarse porque empezó a llover en Barcelona. Al menos, él pudo enseñar la camiseta con mensaje que había hecho para la ocasión: «Que la Kings League no te salpique».