El Rugby Club Toulonnais (RCT) ha expresado este martes su “infinita tristeza” por la muerte con 15 años del jugador Nicolas Haddad, que el pasado sábado sufrió un paro cardíaco en pleno partido de su equipo, el Rugby Saint Maximinois XV (RSMXV), contra el Bastia XV.
“Con infinita tristeza les informamos el fallecimiento de Nicolas Haddad, niño de la RSMXV desde la categoría M6 y quien jugó como cadete en el convenio de nuestros tres clubes y en el RCT. Todas nuestras oraciones están con la familia, que desea preservar su privacidad”, indicó el Toulonnais en un comunicado desde la red social X.
“Nuestros clubes agradecen a los dirigentes del Bastia XV, de la Liga de Rugby del Sur, de la Liga de Rugby de Córcega y de la Federación Francesa de Rugby por el apoyo de los padres y del equipo”, concluyó la nota de prensa, firmada también por las presidencias del Rugby Saint Maximinois, el Brignoles Provence y el RC Val d’Issole.
En la Promenade des Anglais, el emblema de Niza golpeado por el brutal atentado de 2016, el paseo marítimo más antiguo del mundo, rodeado de villas exóticas y jardines, allí puso punto y final otro Tour para la historia, por primera vez lejos de un París concentrado en los Juegos Olímpicos. Allí se consagró Tadej Pogacar, voraz hasta el mismo último centímetro de su reconquista, un potro salvaje también en la durísima contrarreloj final que partía de Mónaco. [Narración y clasificaciones]
Otra cuenta pendiente saldada. El esloveno no ganaba contra el crono en el Tour desde 2021 en Laval, el mismo año que lo conquistó por última vez. Bien sabía que ahí estaba su punto débil y se demostró a sí mismo que también se puede mejorar hasta arrasar. De principio a fin, dominó la tarde en la Costa Azul y entró en meta tras 45 minutos y 24 segundos de esfuerzo y éxtasis (44,5 kilómetros por hora) con los brazos en alto para romperse en un eufórico abrazo con sus compañeros y su staff del UAE Emirates. Levantando el pie en los últimos metros, aventajó en más de un minuto a Vingegaard y en 1:14 al especialista Remco Evenepoel, sus meritorios escuderos también en el podio.
Disfrutar para Pogacar es competir, aunque todo el trabajo está ya hecho. "Me pagan por ganar", argumenta, aunque en los primeros kilómetros de la contrarreloj, de su paseo triunfal por las carreteras que tan bien conoce, desde su lugar de residencia hasta Niza, anime al público y le pida más llevándose la mano al oído. Da igual, es tal su estado de plenitud, todo lo que ha trabajado este invierno la postura en la cabra tras la herida de Combloux el año pasado, que arrasa desde el amanecer, mejor tiempo ya en el col Col de la Turbie (8,2 kilómetros al 5,7%), más ventaja aún tras el muro de Eze, 24 segundos a Vingegaard, 51 a Evenepoel...
Pogacar, en el podio de Niza, con Vingegaard y Evenepoel.MARCO BERTORELLOAFP
Otro triunfo más que celebra en las calles de Niza, donde muestra a la cámara uno, dos y tres dedos, los de su cuenta en el Tour, a uno ya sólo de Chris Froome, con 25 años. Ganó seis etapas y la general del Giro y poco más de un mes después repite en el Tour (el último que lo hizo fue Cavendish, un sprinter, en 2009). Eso no lo consiguió ni el mejor Eddy Merckx. Son ya 16 en su cuenta de la Grande Boucle. «Llevo dos años escuchando que vivimos la mejor era del ciclismo y estoy de acuerdo. Con Remco (Evenepoel), Jonas (Vingegaard), Primoz (Roglic) y otros que vienen por detrás, creo que podemos divertirnos mucho», dijo el esloveno, que se marcó el siguiente objetivo: «Quiero ser campeón del mundo»
Fue también un domingo de despedidas, la del histórico Cavendish y sus 35 victorias en 17 Tours, la de Romain Bardet, que lo recordará para siempre con ese amarillo de la primera etapa de Rimini. Una última crono para el homenaje al maillot verde de Girmay y para el de lunares rojos de Carapaz, héroes de países pequeños que han sonado bien fuerte en el Tour.
Y un cierre en el que los españoles no pudieron mejorar sus puestos en la general. Mikel Landa (séptimo en la etapa), pese a su gran inicio de crono en el puerto, acabó cediendo más tiempo con Joao Almeida y finaliza quinto. Y Carlos Rodríguez, hundido, tampoco recuperó con Adam Yates y es séptimo, peor que hace un año.
Desde que el pasado lunes EL MUNDO destapara la polémica modificación de sedes del Mundial 2030, el presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) no había hecho ninguna manifestación pública al respecto. Este viernes, Rafael Louzán apadrinaba la creación del Observatorio del Deporte Femenino y aprovechaba para romper su silencio desvelando que España había pedido la organización del Mundial de fútbol femenino 2035 antes de desligarse de la polémica del 2030 señalando a un comité nombrado por su predecesor.
El presidente se defendió de la manipulación de las puntuaciones de las sedes recordando que él no era el máximo dirigente federativo cuando se produjo la manipulación. "Yo no he participado del trabajo de estas personas que ya no están", recordaba el mandatario tras destituir a María Tato, la última superviviente de la comisión del Mundial 2030, el pasado miércoles.
"Si se entiende que se han manipulado las puntuaciones, habrá que preguntar a los responsables", insistía el mandatario y recordaba que el comité del Mundial 2030 había sido nombrado por una administración anterior, sin llegar a nombrar a LuisRubiales. "Si se han cambiado en 48, 50 o 20 horas, ¿dónde está mi responsabilidad?", ha respondido a los periodistas algo airado. También ha apuntado que el Consejo Superior de Deportes estuvo ha formado parte, en todo momento, de la decisión final sobre las 11 sedes mundialistas.
Respecto a la salida de Vigo y las protestas del alcalde de la ciudad olívica, Louzán ha llamado "populista" a Abel Caballero y ha expresado que estamos ante una "polémica interesada". "Este señor está en su salsa del populismo e intenta justificar que con un estadio de 27.000 espectadores que si le han metido entre las 11 sedes o no". Y le ha recordado que él se ofreció a colaborar como presidente de la Diputación de Pontevedra a colaborar en la reforma de Balaídos.
Aunque Louzán ha recordado que la puntuación de Vigo no le da para estar entre las 11 sedes, aunque él reconoce que nunca conoció "ni los criterios ni los baremos de selección", ha expresado que se intentará "en la medida que se pueda" introducir esas dos ciudades que se han quedado fuera: Vigo y Valencia, "puedan tener la oportunidad de serlo".
Tras enfrentar la polémica que destapó este periódico el pasado lunes, el presidente quiso aprovechar para anunciar la intención de organizar el Mundial femenino 2025, aprovechando "la experiencia que dejará el 2030", en una candidatura conjunta también con Portugal y Marruecos. "Qué mejor manera que visualizar el futbol femenino que acoger el evento más importante que existe", apuntó el presidente.
El mandatario era uno de los integrantes de la mesa de Regenaración Ética y Jurídica de la Federación Española de fútbol que era el primer lugar de debate en el acto que el Observatorio organizaba en la Universidad Rey Juan Carlos. "Estamos en un tiempo nuevo", comenzaba su intervención el mandatario intentando desligarse de épocas pasadas que afectaban a la Federación. "Hay cosas que se han hecho bien pero hay otras que es necesario mejorar y mucho", admitía en su alocución inicial.
El presidente valoraba la "pacificación" que han conseguido del mundo del fútbol que se encontraba "enfrentado" aludiendo las malas relaciones existentes entre la Federación y LaLiga, especialmente por la animadversión que existía entre el inhabilitado Luis Rubiales y Javier Tebas.