Estrella Roja 59 Real Madrid 79
El pívot dominó las dos canastas para liderar la victoria del Real Madrid en casa del Estrella Roja . Los blancos se mantienen colíderes de la Euroliga
Sin la alegría anotadora de los últimos partidos, pero con la misma contundencia, el Real Madrid ganó en casa del Estrella Roja para seguir una jornada más como colíder de la Euroliga. El equipo blanco dio la vuelta al partido en el último cuarto con una gran defensa y un inmenso Edy Tavares, que sometió al equipo serbio dominando en las dos canastas. El caboverdiano firmó 17 puntos, 12 rebotes (siete en ataque) y 4 tapones. (59-79: Narración y estadísticas)
En un partido que amaneció serio, empezó a torcerse en el segundo acto, y se complicó de más en el tercero, Tavares fue el ancla de una defensa que en el momento de mayor apuro le apagó las luces al Estrella Roja. El equipo serbio, que había remontado gracias a Nedovic, Petrusev (35 puntos entre los dos), tardó más de cinco minutos en anotar su primera canasta del último cuarto. Para entonces, lo que había sido una ventaja de cinco puntos (47-42) era una victoria en manos del Real Madrid (51-69).
El equipo blanco había empezado el partido con un muy buen primer cuarto, notable en defensa y sobresaliente en ataque. La presencia de Edy Tavares por dentro y un quinteto especialmente físico fortificaron la pintura, mientras que la circulación de balón daba alas a un ataque que seguía la inercia alegre de los últimos partidos. Pero en algún momento del segundo cuarto esa fluidez se perdió, y los de Chus Mateo cayeron en esas acciones de uno contra uno que tantas veces le cortan el riego.
Fueron también los mejores momentos del Estrella Roja, que encontró en Nedovic (14 puntos en la primera parte, 18 en el partido) y Markovic (7 asistencias) quienes le dieran aire. La suma de Petrusev y el exmadridista Kuzmic, el único con tamaño suficiente para hacer frente a Tavares, ayudó a culminar la remontada en el tercer cuarto con un parcial de 8-0 que puso en alerta al Real Madrid.
Hanga y Abalde
Solo cuando el equipo blanco entendió que el físico de Hanga y Abalde podía meter en cintura a los anotadores del Estrella Roja, cuando Tavares y Petr Cornelie reclamaron la zona, y despertó Dzanan Musa (19 puntos) el Real Madrid empezó a voltear el partido. La reacción comenzó en los minutos finales del tercer periodo y fulminó al equipo serbio al comienzo del decisivo, con un tramo impecable en defensa que dejó la victoria y el coliderato en manos del Real Madrid.
‘Libertad para Facu’
La sombra de Facundo Campazzo corrió bajo superficie. El Real Madrid tenía derecho de tanteo sobre el base argentino en su regreso a Europa, pero el Estrella Roja le echó el lazo con un sueldo inusualmente alto. Alto para un equipo que no está entre los mayores presupuestos de la Euroliga, pero sobre todo alto para un equipo que estaba sancionado por impagos. El castigo, que prohíbe al club serbio inscribir nuevos jugadores en la Euroliga hasta el 28 de febrero, existía de manera cautelar desde diciembre, pero aun así el fichaje siguió adelante.
La decisión en firme, oficial desde hace una semana, ha provocado escenas ‘curiosas’. Como que sus compañeros, los mismos que podrían verse afectados por nuevos impagos, salgan a calentar con camisetas que reclaman ‘Libertad para Facu’; que el sindicato de jugadores, que debería velar por ellos, reclame que la sanción se levante; o que el propio Campazzo, que está brillando en la Liga Adriática, pero no podrá jugar en la Euroliga hasta marzo, tenga que confirmar en Twitter que su intención es quedarse.
En medio de esa situación, la visita del Real Madrid, que no quiso igualar la oferta pero al que Campazzo sigue debiendo parte de la cláusula, elevó la tensión de una cancha de por sí caliente como el Pionir. A alguno los nervios le llevaron a lanzar un refresco contra el banquillo blanco, un incidente que detuvo el partido durante unos minutos. Nada que pasara a mayores.
El argentino, pese a la presión de su equipo, tuvo que ver el partido desde la grada junto a su compatriota Luca Vildoza, una baja muy sensible para un equipo que, cuando la defensa del Real Madrid echó el cerrojo en el último cuarto, no encontró relevo anotador para Nedovic y Petrusev.