No consigue el Valencia ganar. No hay manera. Sufrió en el Pizjuán, marcó Luis Rioja y, cuando acariciaba los tres puntos, quien tantas veces le ha salvado, le condenó. Un error de Mamardashvili en un disparo sin aparente peligro de Pedrosa se convirtió en el empate que les condena. [Narración y estadísticas: 0-0]
Sevilla y Valencia querían superar sus traumas, pero le pesaron como cemento en la primera parte. Los locales sangran por la herida de la eliminación copera y los valencianistas saltaron al campo colistas, así que hubo batalla, brega, disputa y hasta sangre en el pie de Gayà por un pisotón de Carmona en el arranque, pero poco juego y menos ocasiones.
El partido se embarraba en el centro del campo por la presión alta que imponían García Pimienta y Corberán. Si se superaba, era a trompicones y para lanzarse a la carrera desde tan lejos de la portería que no había ventaja posible.
El Sevilla probó con un tiro lejano de Saúl que hizo desperezarse a Mamardashvili. El georgiano, de regreso de su lesión, atajó la mejor ocasión de los hispalenses en un latigazo de 25 metros de Isaac Romero en el minuto 24. En ese momento, eran más dueños de un duelo al que el Valencia le había perdido el pie. Por eso fue un alivio llegar con el empate al descanso después de que Lukebakio sirviera un balón de profundidad a Saúl, que de un derechazo lo estrelló en el lateral de la red.
El paso por el vestuario activó un poco más al Sevilla, que se lanzó a embestir la portería valencianista, aunque con poco colmillo. Cambió el dibujo García Pimienta para apuntalar la medular y lejos de rentabilizarlo, se vio con un gol en contra en tres toques. Saque en largo de Mamardashvili peinado por Hugo Duro a la banda izquierda donde corrió Luis Rioja para encarar y batir a Nyland. Incluso tuvo el sevillano el segundo en el despiste de Badé y Carmona.
Apareció la desgracia para cebarse con Gayà, que salió del campo por la herida del pisotón, y obligó a Corberán a cambiar el sistema. El Valencia dio un paso atrás y volvieron a crecer los locales, con Lukebakio al frente, que marcó de falta anulada por fuera de juego, y la chispa del debutante Ruben Vargas, que se estrelló en el palo.
Buscó el técnico valencianista desahogarse con Sadiq y aguantar un resultado que daba vida. No fue imposible. Llegó de nuevo un error en el tiempo añadido que dejó al Valencia sin aire y convertido en el equipo de las grandes ligas al que más han remontado. 21 puntos se ha dejado por el camino tras ir ganando. Una condena de la que nadie sabe si será capaz de librarse.