2025 y ‘El Dorado’ de Vinicius: la rabia del Balón de Oro, la tentación de Arabia, la renovación con el Madrid…

2025 y 'El Dorado' de Vinicius: la rabia del Balón de Oro, la tentación de Arabia, la renovación con el Madrid...

Para Vinicius Júnior, la Navidad es sinónimo de Estados Unidos. Allí se asienta ahora su imperio comercial, convertido por Nike en una de las grandes estrellas de la marca y empujado por su agencia de representación, propiedad del rapero norteamericano Jay-Z. El brasileño lleva tres diciembres consecutivos viajando al otro lado del charco para desconectar de la actualidad del Real Madrid y conectar, personal y laboralmente, con los principales personajes del deporte y la cultura del país. Este año, entre Miami y Nueva York, como la familia de Kevin McAllister en Solo en casa, el delantero ha celebrado allí la Liga y la Champions conquistadas por el conjunto blanco y el The Best levantado por él y ha dejado en un rincón la rabia por el Balón de Oro, momento polémico de su extraordinaria temporada.

Hace dos años visitó a Tom Brady, leyenda de la NFL, en Florida, hace doce meses vio a LeBron James en Los Ángeles y esta vez se ha encontrado en Nueva York con Wembanyama, nueva estrella de la NBA, y Rihanna, cantante de talla mundial. Unas vacaciones que también son trabajo, porque todo importa a la hora de establecer su marca y su imagen en un mercado tan mediático como el de Estados Unidos, en el que se acaba de estrenar como cara visible de la marca de bebidas Gatorade. De hecho, Rihanna, que tiene varios negocios más allá de la música y con la que comparte agencia de representación, está siendo «uno de los mayores ejemplos para Vinicius» a la hora de analizar cómo hacer más grande y variada su marca personal, según cuentan fuentes cercanas al futbolista.

Desde Nueva York, Vinicius voló a Dubai, donde recibió el premio al mejor futbolista del año en los Globe Awards. Allí recibió el cariño de Cristiano Ronaldo, su ídolo, que le defendió como mejor del planeta. «Se merecía el Balón de Oro», dijo el portugués. Un cierre de curso cargado de autoestima para un futbolista que pasó un otoño enrabietado, sin entender por qué no había ganado en París su primer Balón de Oro. «Lo haré diez veces más si es necesario. No están preparados», escribió en sus redes sociales tras saber que no iba a ser elegido como el mejor de la temporada. Una rabia que recorrió todoBrasil, donde sus críticas fueron compartidas por compañeros de selección, exfutbolistas, clubes e incluso el propio Gobierno. Fue una rabia nacional y la confirmación, según Vinicius y su entorno, de que no le habían entregado el premio porque a algunos votantes les molestaba su lucha contra el racismo.

El mensaje del Madrid

Sea como fuere, la ausencia de toda la expedición del Madrid en el Teatro Chatelet de la capital francesa explicó la importancia del brasileño en el seno del conjunto blanco y fue también una contundente respuesta en muchos ámbitos.

Por un lado, el Madrid mantuvo el pulso con la UEFA, organizadora del premio junto a France Football, en su batalla con el organismo que preside Ceferin. Y por otro, la dirección del cuadro de Chamartín envió un mensaje a Vinicius: eres nuestra gran estrella. Justo en un momento en el que la llegada de Kylian Mbappé podía suscitar rumores sobre el liderazgo deportivo y mediático del club y tras las noticias que hablaban de una importantísima oferta de Arabia Saudí al brasileño.

La renovación, en 2025

Dentro de Valdebebas, ese «no» a la gala que encumbró a Rodri fue entendido como una defensa a ultranza de su delantero. Una forma de hacerle entender su sitio en la jerarquía del Madrid y un adelanto de las intenciones de la directiva con su el contrato de Vinicius. El actual acuerdo le une al equipo hasta julio de 2027, con una cláusula de 1.000 milllones de euros y un suelo de diez millones netos. Es decir, muy por debajo de Mbappé y a la altura de Modric, Bellingham o Alaba.

El año de Vinicius ha sido colosal y obligará al Madrid a acometer una renovación que tienen más que asumida, y con la que están de acuerdo. No hay razón para no premier económicamente los logros deportivos del brasileño. Marcó en la final de la Champions, donde sumó seis tantos en total, anotó 15 en Liga, tres en la final de la Supercopa de España contra el Barça y un global de 25 goles y 12 asistencias que le han colocado en el podio del fútbol mundial este curso.

El gobierno saudí planea un nuevo golpe de efecto tras asentarse la marca y el impacto de la liga tras la llegada de Cristiano Ronaldo, y tienen a Vini entre ceja y ceja. El brasileño tiene claro su futuro en el Madrid, pero tanto él como su entorno saben que su actual valoración económica y mediática no está a la altura de su contrato, y utilizarán cualquier ejemplo para convencerles de llegar a las cifras que ellos desean. Y ese ejemplo es la oferta de Arabia… El Dorado para Vinicius.

kpd