Drama en el Panathinaikos-Baskonia: terrible lesión de Lessort, desmayos y un infarto: “No encontraban suficientes ambulancias para llevar a la gente al hospital”
Dura jornada de la Euroliga para el Panathinaikos pese a su cómoda victoria en casa frente al Baskonia (104-69). El choque, plácido en lo deportivo, se convirtió en un drama sanitario cuando el pívot francés de los atenienses pisó mal y sufrió una terrible lesión que dejó helados a aficionados y compañeros.
La cara del jugador de 29 años lo decía todo. Su pierna derecha, doblada en una antinatural postura a la altura del tobillo no daba lugar a engaño: fractura de peroné. Una lesión de larga duración que tendrá fuera de los terrenos de juego a uno de los pilares del actual campeón de la competición.
La terrible lesión de Lessort fue el detonante, pero la cosa no acabó ahí. Varios aficionados, el número difiere dependiendo a quien le preguntes, sufrieron desmayos en las gradas y tuvieron que ser atendidos por los servicios médicos del pabellón y de los equipos. Incluso a un seguidor le dio un ataque al corazón
El caos fue descrito tras el partido por el entrenados del Panathinaikos, Ergin Ataman. “Nueve personas se desmayaron y otra sufrió un ataque al corazón. No encontraban suficientes ambulancias para mandar a la gente al hospital”, afirmó en rueda de prensa.
Finalizado el encuentro, los jugadores locales y los visitantes hicieron un círculo en el centro de la cancha para rezar por Lessort y desearle una pronta recuperación. Una vez duchados, toda la plantilla visitó al francés en el hospital demostrando que son una gran piña.
En lo deportivo, el duelo se rompió en el primer cuarto. El 33-12 del primer asalto fue fundamental en el desenlace de un choque en el que el Baskonia no encontró el acierto que requería el duelo, pero tampoco pudo contener a su rival en el tiro exterior.
Las 16 pérdidas de los vascos fueron un lastre, pues el Panathinaikos sumó 27 puntos de esos errores con Kendrick Nunn como estilete con 26 puntos.
Era noche europea grande en el Palacio. De esas en las que poco importan los precedentes. Se trata de ganar, convencer y convencerse. Ante un rival directísimo como el Armani de Mirotic, de Messina y también del ovacionado, "uno de los nuestros", Fabien Causeur. Y el Real Madrid respondió con contundencia. Se desprendió de parte de sus incertidumbres y miró, al fin, a los ojos de la Euroliga. Brillaron los que deben y el contundente triunfo, el tercero seguido en Europa, dispara las expectativas. [96-89: Narración y estadísticas]
Mucho camino le resta a los blancos, este viernes sin ir más lejos en Belgrado contra el Estrella Roja, allá donde concretar las sensaciones. Donde soñar incluso con evitar el play-in, con ser temidos otra vez en los cruces. Ya nada importará el arduo camino hasta aquí. Con Tavares volviendo a ser gigante (19 puntos, siete rebotes en 20 minutos en pista), con el carácter único de Campazzo, los puntos de los 'Brates', el despertar de Garuba y Feliz, la eternidad de Llull. Todo eso lo sufrió el Milán, que se dejó parte de sus opciones aunque un triple de Mirotic sobre la bocina le salvó el basket-average (85-76 ganó en la primera vuelta). Su calendario es propicio.
Serán jornadas de cuentas y miradas a otras canchas. Pero también de sondearse a uno mismo, a esas "frustraciones" que reconocía Chus Mateo y de las que hubo poco rastro ante el Milan. Siempre por delante, respondiendo a cada intento de meterse en el partido de los italianos y sólo titubeando en un desenlace en el que se dejó una ventaja que puede echar de menos después.
Contrastó el aplauso sentido y largo a Causeur en su retorno al Palacio, con la pitada de siempre a Mirotic, otro ex. Eso marcó los prolegómenos, aunque luego pronto quedó olvidado con la gran puesta en escena del Madrid, tal y como demandaba la ocasión. Cuando mire atrás, quizá sea este martes de marzo el partido más trascendental de la temporada. Los blancos se dejaron de historias y de dudas. Fueron un ciclón, prologando ese éxtasis que fue el acto final en el Carpena. Si allí asestó 39 puntos, en el Palacio el Milán se llevó 31 (y eso que el triple desde su propio campo de Andrés Feliz estaba fuera de tiempo).
Garuba-Mirotic
Tuvo mucho que ver Usman Garuba. Al fin. El de Azuqueca está siendo todo lo que se espera de él cuando decidió volver de la NBA. La intensidad, la versatilidad, el carácter. Desde el quinteto inicial, con Deck al tres (le está costando al argentino ser el que es), secó a Mirotic, que en toda la primera mitad apenas fue capaz de meter dos tiros libres. Y además aportó ocho puntos para corroborar el absoluto dominio blanco de la pintura. Un abuso que se tradujo en una distancia de 15 puntos (24-9).
El Madrid de Tavares y Garuba era insondable para Messina. Su equipo intentó reaccionar en el segundo acto, cuando los Brates lideraban la segunda unidad blanca. Le costó al Madrid tres minutos anotar su primera canasta, pero el Armani seguía lejos. Y eso que llegaron sus tres primeros triples (es el equipo con mejor porcentaje de la competición). Las dos últimas posesiones pudieron haberlo cambiado todo. Pero falló Mannion y Llull, con cuatro segundos por jugar y arrancando desde campo propio, acertó con una de sus mandarinas. Para júbilo de las tribunas, que cuando la agarra el balear ya sabe que es apuesta casi segura. Vibra como ante la embestida de un toro. De haberse ido por debajo de 10 a 13 arriba, para un Madrid que reservó muchos minutos a Tavares.
Llull celebra su triple antes del descanso.Juanjo MartínEFE
A la vuelta pareció el Madrid decidido a sentenciarlo, 17 de ventaja (58-41) y todo cuesta abajo. Y sin embargo, la noche tenía trampa. Por las propias desconexiones y por el despertar de Mirotic. Primero fue un 0-9 en un abrir y cerrar de ojos y luego un error de concentración clamoroso de Garuba, para estropear casi todo lo anterior. Esa cabecita, ese ímpetu mal encauzado, le llevó a empujar a Mirotic tras una falta. La antideportiva le mandó al banquillo y liberó al hispano-montenegrino. Encadenó nueve puntos seguidos, robos, tapones y asistencias. El Armani estaba en el duelo.
Pero era noche europea grande. Y Campazzo lo sabía. No están siendo sus mejores semanas, pero él es el líder. A su espalda el equipo y otra vez el colchón. Y todos implicados en un triunfo clave, el que le hace soñar con los playoffs e incluso con esa Final Four.
Al Milán ya no le quedaba respuesta. Apenas salvar el basket-average. Y el Madrid estaba con el subidón de haber funcionado su respuesta, los mecanismos de antaño, el dominio de la pintura, el baloncesto al galope y hasta el acierto. Pero los blancos se enfriaron, Brooks emergió con un par de triples y aunque un palmeo de Tavares pareció definitivo, Mirotic acertó después para el mal menor.
AMADEU GARCÍA
@amd_garcia
Barcelona
Actualizado Jueves,
15
junio
2023
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22:27Los azulgrana, con ventaja de campo, afrontan la serie final marcados por la...
Tiene buen gusto baloncestístico Luka Doncic. El esloveno aseguró este miércoles que llevar el uniforme de los angelinos es un "sueño" para él y recordó que creció viendo brillar a Kobe Bryant y a Pau Gasol con la franquicia de púrpura y oro, informa Efe. Lo hizo en la rueda de prensa posterior a su segundo partido con los Lakers, que acabó con derrota 131-119 en el campo de los Utah Jazz.
"Siempre veía a Kobe (Bryant), era una leyenda que todos seguíamos sobre todo en Europa. Pau (Gasol) estuvo aquí, por supuesto que quiero jugar aquí, es un sueño", dijo Doncic en español.
En su segundo partido como jugador de los angelinos, Doncic consiguió 16 puntos, cuatro rebotes y cuatro asistencias, con seis de trece en tiros de campo y tres de ocho en triples.
Tuvo cinco pérdidas de balón y cometió cinco faltas en tres cuartos, antes de regresar al banquillo a principios del cuarto período con el partido ya decidido a favor de los Jazz.
Rui Hachimura fue el máximo anotador de los Lakers con 19 puntos y LeBron James firmó 18, a los que agregó seis rebotes y siete asistencias. Austin Reaves consiguió quince puntos y once asistencias.
"Creo que podemos llegar lejos. Al llegar a la pausa del All-Star tenemos que descansar, estoy ilusionado y ansioso por volver a jugar. Voy a trabajar e intentaré divertirme con mi familia", dijo.
"Tengo que recuperar ritmo, no puedes entrenar eso, pero estoy contento por estar de vuelta, tratando de jugar y de ganar partidos", añadió.
Doncic manifestó además su aprecio por el técnico de los Lakers, JJ Redick, al que definió como un veterano pese a que esté en su primer año.
"Es un gran entrenador, está en su primer año, pero no parece, parece que lleva quince años. Estoy ansioso por trabajar con él", afirmó.