En el minuto 84, Mindaugas Jackus, cuarto árbitro del encuentro entre el Atlético de Madrid y el Slovan de Bratislava sacó el cartelón con el 12 en color rojo y el 7 en verde. Bajric salía del terreno de juego para dar entrada a Vladimir Weiss Jr. o, mejor dicho, Vladimir Weiss III.
En ese momento, durante los 10 minutos que restaban de encuentro, había un Weiss en el banquillo y otro en el césped, al igual que un Simeone. “Si el entrenador pensó en poner a ese futbolista no lo hizo pensando en poner a su hijo. Ninguno de los dos los miramos como hijos sino como futbolistas. Sí, la verdad es que no suele suceder normalmente”, respondió el entrenador argentino en la rueda de prensa posterior al encuentro.
Lo cierto es que los Simeone se llevaron el envite ante los Weiss. De hecho, cuando salió el jugador eslovaco, el Atlético ya dominaba el marcador por tres goles a uno, como finalmente quedaría el marcador. Un resultado que hundía aún más a un equipo, el eslovaco, que ha perdido sus seis partidos por dos o más goles de diferencia.
Lo cierto es que esta curiosa circunstancia ha estado a punto de no darse porque Vladimir Weiss III estuvo a punto de retirarse del fútbol, debido a una cadena de lesiones muy continuada durante la temporada pasada. Pero la clasificación del Slovan para la Champions, y el enfrentamiento contra el City, equipo en el que también militó junto con el Espanyol, le motivó a alargar un poco más su carrera.
Luego se rumoreó que lo dejaría tras la derrota ante el conjunto citizen y especialmente después de las declaraciones de su padre: “Vladimir hará su propio anuncio en los próximos días. Creo que fue su último partido. Soy su padre y es duro para mí. Todo tiene un comienzo y un final”.
Pero Vladimir hijo siguió ante el Girona y también estuvo este miércoles contra el Atlético. De momento continúa una saga que comenzó con el abuelo, Vladimir Weiss I, que también fue futbolista y ganó una medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Tokio en 1964. Siguió con el padre y actual técnico, que jugó el Mundial de 1990 y llegó a ser seleccionados de Eslovaquia. Hasta la tercera generación.
La diferencia entre sagas no está sólo en el apellido, también en el terreno de juego. Mientras los Weiss cuentan sus partidos por derrotas en Championes, los Simeone lo hacen por victorias en todas las competiciones.
Racha victoriosa
Desde la entrada del Cholito en el equipo titular, son 10 partidos seguidos ganando. No cabe duda de que el pequeño de los tres hijos de Simeone ha dado una nueva energía al conjunto rojiblanco.
“Muy contento todo el equipo con como venimos trabajando en el día a día, en el partido a partido. Creo que todos formamos parte de estas 10 victorias y estamos muy contentos y con muchísima confianza”, explicó el propio hijo de Simeone.
El Comité Técnico de Árbitros (CTA) ha considerado erróneas las dos decisiones de César Soto Grado en el clásico entre Real Madrid y Barcelona, que corrigió con acierto el VAR. Según el organismo, la acción de Vinicius con Lamine Yamal no fue penalti y la mano de Eric García debió sancionarse como pena máxima.
En su Tiempo de Revisión, espacio audiovisual semanal donde se revisan las jugadas polémicas de la jornada pasada elegidas por un comité de expertos, dos de los análisis fueron de estas acciones ocurridas en el partido en el que los blancos vencieron a los culés en el Bernabéu.
La primera que se estudia en la pieza es la de Lamine Yamal con Vinicius, que Soto Grado castigó inicialmente como penalti, aunque fue corregido por el VAR en el que estaba Javier Iglesias Villanueva. Marta Frías, portavoz del CTA, explica que "el defensor barcelonista se anticipa, gana la posición y va a disputar el balón". Posteriormente, añade que el que la sanción corresponde al que golpea y este es el futbolista brasileño.
Así, el CTA considera incorrecta la decisión del árbitro de campo y correcta y justificada, porque "es un error manifiesto" la intervención del VAR. Lo mismo que apunta en la siguiente jugada polémica que es la de Eric García y Bellingham.
"Sin opciones de jugarlo legalmente, el defensor realiza un movimiento claro con su brazo izquierdo para cortar la jugada", comienzas Frías la explicación de la visión del CTA. "El movimiento del brazo es intencionado y antinatural buscando ampliar el volumen corporal para impedir el avance del balón", concluye la portavoz.
"Esto va por ti, pa. Lo hicimos juntos. Te quiero mucho". Esas fueron las palabras que Hecher Sosa (Arrecife, 1995) consiguió articular cuando el árbitro Herb Dean levantaba su brazo tras vencer a Macksom Lee en las Contender Series de la UFC. Un combate que permitía al canario entrar en la liga más prestigiosa de MMA del mundo. "Fue el mejor momento de mi vida a nivel deportivo, pero el peor a nivel personal", confiesa a EL MUNDO el peleador.
El Guanche Warrior perdió a su hermana en 2024 y a su padre en el corte de peso para la pelea con la que cumpliría un sueño. Apenas 48 horas antes de subir a la jaula. Sólo ha pasado un mes desde aquello y la vida de Hecher se ha metido en una lavadora de emociones que él lidia gracias a la filosofía estoica, de la que es asiduo lector, y a la ayuda de un psicólogo deportivo. "Pensaba que cuando entrase en la UFC iba a ser la persona más feliz del mundo, pero al no tener a mi padre, me he dado cuenta que es más importante la vida y tener a los seres queridos cerca que cualquier otra cosa", apunta.
Su padre era su apoyo, su amigo y su primer fan, pero también el que le dijo: "Si quieres llegar a donde otros no llegarían, tienes que hacer lo que otros no harían". Esa victoria en el Apex Center de Las Vegas tuvo más de corazón que de técnica, pese a que el plan estratégico para vencer a Lee se plasmaba en 35 folios. "Sabía que estaba conmigo, lo sentí en mi corazón, en cada golpe, en cada segundo de la pelea. Lo hicimos juntos", repite el canario.
Hecher Sosa entró en la UFC por la puerta grande como quinto español. Peleará en la categoría gallo, de 61,3 kilogramos, y sus sueños han crecido al igual que su ambición sin llegar a la "pastelada" de aspirar, todavía, a ser campeón del mundo. "La montaña parece muy alta cuando estás abajo, pero cuando la escalas siempre piensas que puedes subir una más alta", explica el peleador, cuyo próximo pico es ganar sus dos siguientes peleas para mantenerse en la UFC e intentar rankearse en el top-15 de su división. Aunque aún no tiene fecha para sus peleas oficiales, a Hecher lo encontramos enntrenando en el AFC de Collado Villalba. Siempre está preparado.
Sosa junto a su entrenador del AFC Villalba.Elena Iribas
Hay dos cosas que destacar de Hecher cuando le conoces en persona. La primera es su sonrisa, perenne, casi irreal después del sufrimiento que ha vivido el peleador. La segunda es su determinación, inquebrantable. Trasluce en cada poro al verle practicar el grappling ante un sparring en una de las salas de AFC bajo la atenta mirada de Mario Alonso, su entrenador. "Siempre he sabido que iba a triunfar porque todo lo que me he propuesto lo he conseguido", responde el luchador.
Cuesta dudar de sus palabras cuando se visita su historia a través de sus ojos. El canario iba para futbolista. Con 18 años hizo las maletas para jugar en las categorías inferiores del Watford, equipo siempre a caballo entre la Premier League y Championship. Entonces, precisamente tras una pelea, que ganó, en un campo de fútbol, encontró su verdadera pasión. "Me expulsaron, mi primo justo había empezado a entrenar jiujitsu y me dijo: 'Vente a entrenar conmigo'. Hicimos unos guantes en mi casa y le di una paliza", comenta entre risas el peleador.
El peleador practicando grappling junto a un 'sparring'.Elena Iribas
La llegada a MMA, previo paso por el boxeo, no fue sólo un acceso a una actividad vocacional, también supuso un elemento terapéutico. "Tenía mucha rabia dentro y cuando me iba a entrenar notaba que toda esa rabia la expulsaba, me sentía libre y sentía que todos los problemas se paralizaban", apunta.
¿Tú eres violento?
No, para nada. Si me pitan en un semáforo, me río.
Lo hacen porque no te conocen.
Claro (risas). Me río porque hay muchos que creen que porque se hayan zurrado en la calle un par de veces pueden pegarle a un peleador profesional y yo estoy acostumbrado a ello. Cuando hay una situación violenta actuamos con normalidad porque es nuestro hábitat natural. Si viene alguien que no tiene ni idea, para mí es como un juguete.
Es esa calma, esa presencia, la que Hecher quiere adoptar de Ilia Topuria, "el mejor peleador de la historia de la MMA". Un ejemplo a seguir de alguien que, como él, llegó de abajo. "Te hace sentir que queriendo, creyendo y trabajando, se puede conseguir", explica el canario, que ya comparte presencia en la mejor liga del mundo de artes marciales mixtas. Como él, espera ver a la UFC pronto en España, quizás no en el Bernabéu, "porque la jaula estaría muy lejos", pero quizás en el Wizink.
Una derrota inspiradora
La principal diferencia entre ambos está en un papel. Si Topuria lleva un récord inmaculado de 17-0, Hecher ha sido derrotado una vez en sus 15 combates y fue ante Karlen Minasyan, pero su lectura es opuesta a lo esperado. "Lo recuerdo con alegría porque fue lo que cambió mi perspectiva de vida. Me hizo mejorar, poner los pies en la tierra, cambiar de equipo y cerrar una etapa de mi vida que yo no estaba controlando", apunta el luchador que llegó a pelear 34 combates en 3 años y en profesional cinco por año.
El luchador en el ring del AFC Villalba."Elena Iribas "MUNDO
Hecher lleva muchos tatuajes en su piel, pero hay uno que tiene especial significado y son las palabras que Dana White le susurró cuando consiguió su objetivo de entrar en la UFC: "Sé la jodida razón por la que tu apellido signifique algo algún día". Esa es su espoleta para seguir entrando en la jaula una y mil veces. No hay miedo en el canario, sino presión. "Cuando la siento pienso: 'Bien'. Esa angustia, ese respirar fuerte significa que el cuerpo está preparado para lo que viene", revela. También su mente, nunca se cansa de demostrarlo.
Resulta curioso que hace justo 42 años llegara al fútbol español uno de los mejores jugadores de todos los tiempos. El 4 de junio de 1982 se hizo oficial el fichaje de Diego Armando Maradona al FC Barcelona. El club pagó 1.200 millones (7 millones de euros) para hacerse con los servicios del argentino que ya apuntaba a leyenda.
Cien periodistas presenciaron cómo un emocionado Maradona manifestó: "Me incorporo con mucha alegría y para dar los máximos títulos posibles en el FC Barcelona, el mejor club del mundo". El Pelusa demostró alegría, pero a título individual no pudo rendir al nivel de la estrella en la que luego se convertiría. Las lesiones y sus salidas nocturnas fueron los principales factores que restaron protagonismo al jugador.
Maradona, como este lunes Mbappé, fueron fichajes que revolucionaron el panorama futbolístico en España. Uno está en la historia de este deporte y otro, si mantiene su evolución, probablemente lo estará. Pero son otros muchos los que han llegado a los dos transatlánticos de LaLiga y han generado diversas dinastías e impacto tanto a nivel nacional como europeo.
Maradona, con el Barcelona.
Históricamente debemos mencionar dos duplas que han competido de manera casi coetánea en los dos grandes clubes españoles. Hay que remitirse primero a la década de los 50, donde dos jugadores llamaron la atención de Real Madrid y Barcelona y ambos terminaron en el club opuesto al que inicialmente se supuso. Hablamos de Ladislao Kubala y Alfredo Di Stéfano. "Uno y otro representaron un antes y un después en el fútbol español", mencionaba José Ignacio Corcuera, historiador y miembro del Centro de Investigaciones de Historia y Estadística del Fútbol Español (CIHEFE).
El húngaro jugó en el Camp Nou tras negociar primero con el club blanco. El segundo lo hizo solo en el Madrid pese a que la Federación Española decretó que el jugador alternara su participación en los dos clubes tras una negociación bilateral de ambos con Millonarios y River Plate.
Kubala consiguió con el Barça cuatro ligas y cinco Copas de España, mientras que el argentino firmó cinco Copas de Europa, una menos que Gento, una Copa Intercontinental, ocho Ligas y una Copa de España y entró en el debate de uno de los mejores jugadores de todos los tiempos. Las hazañas europeas de aquel Madrid resuenan ahora que las ha igualado y hasta superado el Madrid en el que aterriza Mbappé.
Di Stéfano, como futbolista del Real Madrid.
Un equipo que comenzó su década prodigiosa con la llegada de Cristiano Ronaldo. Fueron 96 millones de euros los que trasladaron al portugués de Manchester a Madrid en junio de 2009. No fue la servilleta de Rexach para sellar a Messi, pero el luso generó un impacto similar al del argentino en España y ambos se fueron alternando Balones de Oro y títulos para sus clubes. "El gran problema de Cristiano es que le tocó con Messi, uno de los futbolistas más completos de la historia. Si nace 10 años antes o después hubiera sido Balón de Oro de manera continuada", expresa Corcuera.
Legendaria fue aquella serie de Clásicos entre ambos en los que hubo más que palabras entre jugadores de ambos equipos liderados entonces por Pep Guardiola en el bando culé y José Mourinho en el bando madridista.
Cristiano, tras ganar su quinta Champions.Reuters
No se vivía esa tensión entre ambos clubes desde el traspaso histórico de Luis Figo al Real Madrid tras el pago de su cláusula de rescisión de 10.000 millones de pesetas (60 millones de euros). "El caso de Figo supone otro punto de inflexión en la locura de los pagos en el fútbol", apunta el historiador.
Al fichaje de Figo, el más caro en la historia del fútbol y primero de los galácticos de Florentino, le sigue el de Zidane un año después y por un montante aún mayor, 73 millones de euros. "Ambos fueron futbolistas para apuntalar la presidencia", opina José Ignacio Corcuera.
Expectativas
Otro fichaje récord, 60 millones de euros de la época, fue el de Johan Cruyff por el Barcelona en 1973. El holandés llega al conjunto culé para regocijo de su presidente actual quien era gran fan de su etapa en los Países Bajos. "Era un enfermo de Johan. Le había visto jugar con el Ajax en las finales de la Copa de Europa y contra el Madrid y me había 'frikizado'. Era increíble", contó en una entrevista Joan Laporta.
Pero Cruyff no termina de explotar en el Barça porque, a juicio de Corcuera, "llega con menos hambre". No es fácil cumplir las expectativas cuando eres uno de los fichajes que deben cambiar no sólo la historia de tu equipo, también la del propio fútbol. Ese reto mayúsculo es al que se enfrentará Mbappé cuando se una a la disciplina del club más laureado de la historia.