Quique Setién y su nueva vida en las entrañas del Villarreal

El técnico cántabro, que recibe este sábado al Real Madrid, se ha instalado en el hotel que ha levantado el club castellonense en su ciudad deportiva

«Entiendo que la gente se haya enfadado», decía Quique Setién el pasado 6 de noviembre. Su equipo acababa de perder con el Mallorca (0-2) en el Ciutat de València, donde el Villarreal jugó hasta su regreso al remodelado Estadio de la Cerámica el pasado sábado, y la afición castellonense la emprendió con el entrenador al grito de «¡Quique, vete ya!». El cántabro apenas llevaba 12 días al frente de un equipo que inesperadamente se quedó sin el técnico que lo había guiado a su periplo más exitoso. Tras conquistar la Europa League y plantar cara al Liverpool en las semifinales de la Champions, Unai Emery se dejó seducir por el Aston Villa y el Villarreal apostó por un Setién que, como él mismo reconoció en su presentación, «estaba un poco desconectado».

Setién, tras su salida del Barcelona, prefirió apartarse de la primera línea y refugiarse en Liencres, cerca de Santander, mientras mataba el gusanillo ayudando en los entrenamientos del equipo juvenil del Marina Sport. De repente, el técnico se vio sorprendido por la llamada del Villarreal y la vuelta a la vorágine del fútbol profesional. El día siguiente a su presentación debutó con un empate ante el Hapoel Beer-Sheva, en la Conference League. Tres días después perdió en San Mamés, la primera de una serie de tres derrotas que provocaron los cánticos contra el técnico en una grada desorientada por la espantada de Emery y la llegada de un sustituto con un concepto bastante diferente al vasco.

Desde el primer momento, Setién dejó claro que si el Villarreal apostaba por él lo hacía también por su estilo de juego, que ha tratado de implantar ante las dudas de parte del vestuario, que salieron a la luz en la previa ante el Espanyol. El día antes de visitar Cornellà hubo intercambio de opiniones entre los jugadores, el entrenador y la directiva en la ciudad deportiva. Una mañana de incertidumbre y reuniones de la que salió el técnico con la confianza del club, reforzada el día siguiente por el triunfo ante el Espanyol, justo antes de un parón que al entrenador del Villarreal le ha venido de perlas.

Tras lamentar el poco tiempo que había tenido en sus primeros días para trabajar a fondo con la plantilla e inculcar sus ideas, Setién ha aprovechado el mes en el que el foco estaba puesto en Qatar para seguir desarrollando su plan y profundizar también en su conocimiento del club. Y para ello, nada mejor que vivir en él. Desde su llegada, el preparador cántabro se ha instalado en el hotel que construyó el club en 2018 en su ciudad deportiva. En la tercera planta del edificio está ubicada la residencia de la cantera y el lugar de concentración del primer equipo. Setién comparte vivienda con los dos colaboradores: el ayudante Ramiro Amarelle y el preparador físico Fran Soto. Con ambos comparte unos partidos de fútbol-tenis que son ya casi cita obligada junto al gimnasio después de los entrenamientos.

Fútbol-tenis

Setién se ha ido empapando estas últimas semanas en la misma ciudad deportiva de todo lo relacionado con el Villarreal y su fútbol base, del que está muy pendiente. El cántabro mantiene reuniones habituales con los coordinadores de la cantera y también aprovecha para ver muchos partidos de los equipos que disputan las jóvenes promesas. Y todo con la comodidad de hacerlo sin necesidad de moverse de casa. En el club ya le ven «mucho más integrado».

«Es un hombre muy tranquilo, cercano. Deja hacer a todo el mundo, respeta el trabajo de los demás y no tiene problema en preguntar y dejarse aconsejar, siempre con humildad y con un punto constructivo. Es muy cómodo trabajar con él», señalan quienes conviven con él.

Ya con tiempo suficiente para asimilar las ideas de su técnico, el conjunto amarillo ha crecido, confirmando así los síntomas de mejoría apuntados en los triunfos ante el Aston Villa y el Nápoles en la pretemporada mundialista. También ha ganado sus tres partidos tras retomar la competición, encadenando así cinco victorias antes de poner a prueba el método Setién ante el Real Madrid.