Drama con final feliz en el Países Bajos-Hungría: Szalai, uno de los técnicos húngaros y ex canterano del Real Madrid, sufre un ataque epiléptico en el banquillo
Tremendo susto el que se vivió este sábado en el partido de la Liga de Naciones entre Países Bajos y Hungría. Ádám Szalai, miembro del cuerpo técnico de la selección húngara y ex del Real Madrid, fue hospitalizado en Ámsterdam tras desplomarse en el banquillo y sufrir un ataque epiléptico durante el choque, informa Efe.
El encuentro fue interrumpido durante diez minutos por el árbitro español Jesús Gil Manzano tras constatar que Szalai se había desvanecido y debía ser trasladado a un hospital.
En declaraciones a la prensa, el entrenador de la selección húngara, el italiano Marco Rossi, afirmó que fueron sus jugadores quienes se pronunciaron a favor de reanudar el juego, que concluyó con una victoria neerlandesa 4-0. Hungría jugará su último partido de la serie contra Alemania el próximo martes.
“Empezamos bien, pero no deseo que nadie pase por lo que tuvimos que pasar. Seguimos jugando para Ádám y lo que pasó naturalmente afectó a nuestro rendimiento, que hoy no fue suficiente”, comentó tras el choque Dominik Szoboszlai, capitán de Hungría.
Adam Szalai (36 años) desarrolló casi toda su carrera como jugador en Alemania en cinco clubes diferentes tras pasar por la cantera de Real Madrid entre 2007 y 2010. Con Hungría disputó 86 partidos y marcó 26 tantos, antes de terminar su etapa como jugador en el Basilea suizo.
En la Eurocopa en 2021, Szalai ya había sido evacuado en el minuto 25 del partido ante Francia (1-1), después de perder el conocimiento por un golpe en la cabeza.
Hay béticos en las puertas de embarque de prácticamente todos los destinos europeos a los que se puede volar desde del aeropuerto de Sevilla, como si, en lugar de una final, el Betis jugara seis u ocho simultáneas en diferentes puntos del mapa. Los aficionados hacen cola para viajar a París, a Praga, a Lisboa, a Copenhague, a Barcelona, a Venecia. El caso es encontrar una conexión que permita llegar a Breslavia (Polonia) a tiempo para estar en el estadio donde se disputa la final de la Conference League. O en sus alrededores, porque no todos tienen entrada para ver el partido frente al Chelsea.
La afición bética tiene fama de ser absolutamente fiel en la adversidad (ya saben, lo del maldito manquepierda). Pero, como a todas, lo que le motiva es ganar y acariciar un título. Por eso las entradas han volado y muchos béticos han exprimido las posibilidades del mapa digital de conexiones aéreas y ferroviarias para conseguir estar este miércoles en la ciudad polaca. Aunque haya que hacer escala por media Europa.
Alberto, por ejemplo, salió este martes desde Sevilla a las 6.45 horas en un vuelo a Barcelona, donde ha conectado con otro vuelo a Berlín. Desde Berlín a Breslavia ha necesitado coger tres trenes diferentes. La noche del miércoles (tras el partido) la pasará en el piso de un amigo junto a sus padres y hermanos, que también han volado desde Sevilla. El regreso lo hará en tren hasta Varsovia, donde cogerá un vuelo a Zurich y, tras una escala de 8 horas y media, volará finalmente a Sevilla. En total, sólo el transporte hasta Breslavia le ha costado unos 400 euros. Cuando él y su hermano comenzaron a buscar vuelos, aún no tenían las entradas, que han conseguido finalmente de las sobrantes de la UEFA, a 190 euros. Francisco también ha volado desde Sevilla a Praga y desde allí ha pillado un coche para hacer casi 300 kilómetros (unas tres horas de viaje) hasta la ciudad donde se celebra la final.
El AVE también ha viajado en las últimas horas cargado de béticos que buscaban conexiones desde Madrid. Miguel llegó así a la capital de España y desde allí cogió un vuelo a Bruselas donde, tras una breve escala de 40 minutos que le obligó a alguna carrera por el aeropuerto, cogió un avión hasta Berlín. El trayecto desde Berlín a Breslavia (346 kilómetros) tenía previsto hacerlo en coche.
11 horas de viaje desde Málaga
Eusebio ha viajado desde Málaga, de donde salió a las 8.30 horas del martes hasta Dublín y desde allí hasta la ciudad polaca de Poznan, donde cogió un tren a Breslavia. En total, fueron 11 horas de viaje.
También Pedro partió desde Málaga y aterrizó en Varsovia. Desde allí cogió un coche con el que viajó a Lodz (Polonia) y después a Breslavia. El regreso será también por carretera hasta Cracovia y desde allí hasta Málaga. Más fácil lo ha tenido Andrés, que vive en Dublín y cogió un vuelo directo a Breslavia.
Otros nueve béticos salieron de Málaga el martes a las 13.15 horas. Llegaron a Frankfurt en tres horas. A las 21 horas salieron hasta Katowice, ya en suelo polaco, a donde llegaron algo antes de las 23 horas. Hicieron noche en Bytom y allí han cogido por la mañana una furgoneta para conducir hasta Breslavia (171 kilómetros).
Hay también muchos 'privilegiados' que llegarán hoy a la ciudad polaca en vuelo directo en uno de los chárter que se han habilitado para conectar desde Sevilla. El billete, comprado poco después de que el Betis superara la semifinal, ronda los 1.000 euros. La mayoría de los que viajan en el día regresarán, ya de madrugada, tras el partido, con lo que se ahorran la estancia a costa de un extra de cansancio para sus huesos. Un triunfo en la final europea aliviará, sin duda, cualquier dolencia.
Pero quienes realmente han triunfado ya son aquellos que compraron los vuelos en febrero, a poco más de 100 euros, mucho antes de que la marcha de la competición permitiera garantizar que el Betis estaría en la final, en un alarde de fe digno de un verdadero creyente.
Cuando termine la aventura europea del Betis, el aeropuerto sevillano de San Pablo habrá atendido un total de 48 vuelos chárter entre salidas y llegadas, según ha informado el aeródromo a través de una nota de prensa, donde se subraya la complejidad de operar todas estas conexiones extraordinarias y hacerlas compatibles con las 180 conexiones comerciales diarias.
Para que las salidas y llegadas se realicen de forma escalonada, se ha previsto prorrogar los horarios y reforzar el personal. También ampliarán sus horarios los servicios de restauración y se han reordenado los aparcamientos para hacer más fluida la llegada y el estacionamiento.
«No puede entrar a ver una película de Brigitte Bardot. Para recibir el sueldo, los billetes con los que le pagan, su padre tiene que actuar en su nombre». Esto escribía Nelson Rodrigues, uno de los más influyentes periodistas de Brasil, acerca de un muchacho de 17 años que no podía acceder a nada de eso y, sin embargo, podía marcar dos goles en la final de un Mundial y tres en la semifinal. Ese muchacho era Pelé.
Luca Hoek Le Guenedal sí puede ver una película de Brigitte Bardot, pero no puede votar, ni conducir, etc., porque, al igual que Pelé entonces, es menor de edad. Tiene también 17 años, cumplidos en marzo. No puede hacer nada de eso, pero sí competir en el Mundial de Natación que se celebra en Singapur e ilusionar al aficionado español.
Luca, sin embargo, era francés hasta hace dos años y competía como infantil por Francia, el país de su madre. A su padre, neerlandés, lo trajeron tempranamente los abuelos a Sitges y allí, ya mayorcito, conoció a mademoiselle Le Guenedal. Luca nació en Sant Pere de Ribes, a cinco kilómetros de Sitges, y empezó en la natación como actividad extraescolar. A los nueve años, descubierto por Emilio Huete, pasó a entrenarse en el Club Natació Sitges.
marcas excepcionales
Ben Titley, el reputado técnico británico, ex técnico de estrellas como Summer McIntosh, Kylie Masse o Penny Oleksiak, responsable del CAR de Sant Cugat, lo reclutó para el Centro, lo incluyó en una concentración del equipo nacional con gente como Mireia Belmonte y Hugo González, y lo convenció para que adoptara la nacionalidad española. No tuvo que insistir mucho. Luca, que ha pasado a segundo de Bachillerato, seguirá en el CAR durante todo este ciclo olímpico y después ya decidirá dónde y qué estudiar.
Su irrupción en la natación nacional ha sido la de un maremoto, con marcas excepcionales a los 15 y 16 años. Para el gran público ha aflorado a los 17. Brilló en los trials de junio, que le proporcionaron el pasaje a Singapur y explotó en el Europeo Júnior, del que salió con dos oros (100 libre y relevo mixto 4x100 libre) y dos bronces (50 libre y 4x100 estilos). En el 4x100 libre mixto realizó, en el primer tramo, 48.14, por debajo del récord absoluto de España de Sergio de Celis (48.34). La marca no fue homologada al ser establecida en una prueba mixta.
Horas después dejó el primado en 48.25. Y, además, rompió el de los 50. Lo esculpió en 21.99, borrando los 22.04 que ostentaba Javier Noriega desde 2009, cuando Luca tenía un añito, en los tiempos del poliuretano. Se convertía de ese modo en el séptimo nadador de la historia menor de 18 años en nadar los 50 por debajo de los 22 segundos. Luca, que se mira en el espejo de David Popovici, es, pues, un velocista puro que, mientras va fortaleciendo un cuerpo todavía en formación, no se va a prodigar en los 200. En Singapur nadará los 100 y los relevos 4X100 libre. Es algo atrevido, pero no descabellado, colocarle en la final individual. Tendría, probablemente, que bajar de los 48 segundos. No es imposible, dada su progresión. Para el equipo es más factible entrar entre los ocho primeros.
Luka Hoek, con una de sus medallas.RFEN
María Daza, también aún de 17 años (cumplirá 18 en agosto), brilló asimismo en esos Europeos Júniors con dos oros (4x100 libre y 4x100 libre mixto) y dos platas (100 y 200 libre). Como curiosidad, la espaldista Carmen Weiler Sastre (20 años), que nadó los 100 en los Campeonatos de España en un registro (58.83) que le hubiera supuesto el quinto puesto en París, creció en Singapur.
Una mujer de mundo. Hija de padre alemán y madre española (valenciana), nació en Bangkok, se crió, como decimos en Singapur, y reside en Estados Unidos, donde estudia Ciencias Biológicas en el Instituto Politécnico de la Universidad Estatal de Virginia. Un buen sitio para estudiar y nadar. Al mando de la piscina figura Sergi López, un prestigioso técnico, afincado desde hace muchos años en EE.UU. y cuyas enseñanzas han contribuido a forjar grandes campeones. Sergi, bronce en los 200 braza en los Juegos de Seúl88, fue cocinero antes que fraile. Carmen está en buenas manos.
Se suele decir, y más entre las incorporaciones jóvenes del Atlético de Madrid, que no hay continuidad sin hacer la mili con Simeone. Pocos son los futbolistas que han encajado en el once rojiblanco sin pasar un periodo de adaptación saliendo desde el banquillo.
No se libra ni siquiera Griezmann, la gran estrella y leyenda rojiblanca. Cuando fichó procedente de la Real Sociedad en la temporada 2014/15, apenas completó tres partidos en las primeras 30 jornadas, luego ya fue difícil sacarlo del campo.
Hay excepciones, claro, y Samuel Lino (Santo André, 1999) es una de ellas. El brasileño es el décimo jugador más utilizado por el Cholo por delante, por ejemplo de veteranos como Savic, Saúl o Giménez. Aunque el primer año de su fichaje saliera cedido al Valencia, la salida de Carrasco, le abrió las puertas del equipo y sus buenas actuaciones, la de la titularidad. Ahora, ya es un fijo en el once de Diego Simeone.
¿Qué ha hecho para convencer al Cholo?
Trabajar, pelear y buscar mi espacio dentro del grupo y sólo puedo agradecer al míster por la confianza que me ha dado. Toca seguir dando todo de mí para seguir jugando.
A principio de temporada, parecía destinado a turnarse con Riquelme.
El mister nos da confianza. Riquelme también es un gran jugador, de mucha calidad y me gusta coincidir con él dentro del campo. Creo que van a venir más oportunidades de jugar juntos y espero que las cosas salgan bien.
¿Cómo ha sido el camino de la favela de Sao Bernardo a los cuartos de una Champions League?
Es una evolución muy grande en estos últimos años y me hace mucha ilusión estar aquí. Estar en cuartos de Champions es una locura, pero una locura buena entre todo lo que me ha pasado y soy muy afortunado de estar aquí.
Lino dando toques en el Cerro del Espino.Angel Navarrete
¿Qué opciones ven?
Va a ser muy difícil, pero estamos preparados y confiados de que vamos a hacer un gran partido contra un gran rival.
Volviendo a Sao Bernardo, ¿qué recuerdos tiene de esa época?
Calle, amigos, fútbol... disfrutando sin responsabilidades.
Allí quería ser Ronaldo y hoy se parece más a Roberto Carlos.
No chuto tan fuerte (risas). Pero quizás sea por la posición de carrilero, lateral y extremo... de todo.
A usted le costó empezar y se tuvo que marchar a Portugal, ¿cómo recuerda sus inicios?
Fue todo nuevo pero muy bueno para mí. Salí de mi ciudad, de mi casa, de mi zona de confort para poder evolucionar a nivel personal, para convertirme en hombre y también progresar como jugador. La escuela portuguesa es muy buena y fue muy importante para mí porque ahí el fútbol es muy rico tácticamente, muy fuerte. Me sirvió para aprender. Es un buen país, un buen campeonato, para empezar en Europa.
¿Hubo algún momento en que pensó que no lo conseguiría?
Nunca pensé que estaría aquí un día y tampoco lo contrario. Solo dejé que las cosas fueran pasando. Pensé solo en disfrutar. Si soy bueno y puedo estar en un equipo grande, top, pero si me quedo jugando en mi ciudad, también bien. Y eso es lo mejor que he hecho, porque yo creo que disfrutar del fútbol te acaba trayendo cosas buenas.
Influencias
¿Cuánto ha influido Dios en la suerte que has tenido?
En todo. Si no fuese por Dios, no estaría aquí hoy.
También le han ayudado e influido mucho sus padres.
Primero siempre Dios y después la familia. Mis padres fueron muy importantes para mí en todos los aspectos. Mi madre como apoyo, para hablar, aunque era dura. Mi padre también era duro, pero me llevaba a todas partes a jugar. Mi familia fue fundamental en mi desarrollo. Cuando hablo con mi padre me sigue analizando cada partido que juego.
Lino, posa en la tienda del Atlético en Majadahonda.Angel Navarrete
Sus padres se separaron cuando era pequeño y otro amigo que se tuvo que separar de usted fue Joao Félix.
Estuvimos mucho juntos en pretemporada, pero a mi el grupo me ha acogido muy bien. Soy amigo de todos, aunque Joao era una gran persona también. No pasa nada porque se fuera. Está en el Barcelona y le deseamos lo mejor. Seguimos siendo amigos. Después del último partido, nos quedamos a charlar un rato.
Y para terminar, ¿qué me dice de Simeone?
Buenas sensaciones con él, siempre intenta ayudar a los jugadores a evolucionar. Está mucho con los futbolistas para hablar de sus defectos, de sus cualidades, de qué hacer y qué no. Es bueno que además de ganar, quiera que sus jugadores evolucionen y den lo mejor de sí tanto en partidos como en entrenamientos.