Jon Rahm se enfrentaba a uno de esos retos que de verdad le motivan. Una misión complicada que consistía en recortar al máximo esos 13 golpes de desventaja con los que salía a esta segunda jornada y darse una oportunidad de llegar con opciones al fin de semana del Estrella Damm Andalucía Masters. Y logró el objetivo: se planta el sábado a siete golpes del líder, su compatriota Jorge Campillo.
La espléndida mañana en Sotogrande dio paso a una tarde más ventosa e incómoda. Más madera para Rahmbo, que deleitó a los espectadores del Real Club con uno de esos días en los que la gente se va del campo haciendo swings. Para ello tuvo un aliado de lujo: Ángel Hidalgo. de los que pagaría por ver un partido de Ryder Cup emparejando a esta versión hispánica de David y Goliat. Chips embocados, putts kilométricos, recuperaciones de fantasía: con el respeto del gran Seve Ballesteros, hacia mucho tiempo que no aparecía un jugador con un estilo tan vibrante y eléctrico como el del malagueño.
En contraposición, el golf de Rahm fue hoy una apisonadora. Imparable. Aunque todo confluyó en el hoyo 18, donde ejecutó el peor swing del viernes desde el tee, mientras Hidalgo terminó con un monumental birdie. Tablas en la jornada, 66 golpes para ambos, con un acumulado de -8, a siete del liderato. “He jugado muy bien desde el hoyo 1. Hice swings como mucha decisión, que es lo que hay que hacer en días como estos”, explicaba Rahm, al que preguntaban si los siete golpes de desventaja podrían ser demasiado. “No, y déjalo ahí”, contestaba rotundo.
El mejor aliado posible
Hidalgo encandiló a sus paisanos con esa forma de jugar alegre y desafiante. En su tercera ronda juntos, descubrió en Rahm en el mejor aliado posible. “Ha sido increíble, nunca he hablado tanto con un jugador en un campo de golf”. Hidalgo relataba como incluso Rahm le daba ánimos en los momentos mas bajos.
Mientras sucedía todo este festín de golf, Campillo desde el liderato del torneo, exhibió una mañana pletórica, con la mejor ronda del día, 65 golpes, que unidos a los 66 del jueves, ponen la referencia del torneo en -15. Cuatro golpes de ventaja sobre Scott Brown y cinco con respecto a Jordan Smith, Julien Guerrier y Scottie Jameson. Nadie diría que el extremeño cumple esta semana su novena consecutiva jugando o su torneo número 33 del año. Lo máximo que ha jugado en una temporada han sido 31. La cifra impresiona más si la pones en contexto: 33 torneos en 42 semanas.
“He jugado bien, ha salido todo redondo, no me he metido en líos, he metido putts…”, concluía satisfecho, confesando que en casi 400 torneos, nunca ha llegado a estar en -20. Un fin de semana por delante de muchos objetivos y de buen golf en Sotogrande, donde el corte quedó establecido en -2.