El fallo más grotesco de un juez de silla castiga un poco más al veteranísimo Stan Wawrinka: “Deberían haberlo despedido”

El fallo más grotesco de un juez de silla castiga un poco más al veteranísimo Stan Wawrinka: "Deberían haberlo despedido"

A sus 39 años y después de 934 partidos en la ATP, Stan Wawrinka alucinó este lunes como nunca había alucinado: el juez de silla le había ganado. En la segunda ronda del Masters 1000 de Shanghai, ante el italiano Flavio Cobolli, un error del árbitro Carlos Bernardes, que cantó 0-30 cuando era 15-15, provocó el único break del encuentro y finalmente la derrota del suizo por 6-7(6), 7-6(4) y 6-3. Ninguno de los dos tenistas, ni sus equipos, ni la organización, ni tan siquiera nadie del público avisó del descuido y Wawrinka fue eliminado sin más.

Horas después, ya advertido, el perjudicado compartió imágenes del punto crítico en su cuenta de Twitter y los polemistas habituales, como Nick Kyrgios, criticaron a Bernardes -“Debería haber sido despedido hace años. ¿Cómo es posible que pase esto?”, dijo el australiano-, pero ya no había nada más que hacer. Wawrinka, hoy en el puesto número 236 del ranking mundial, mantenía su mala racha una semana más.

Andy WongAP

Porque el fallo de Bernardes podría quedarse en anécdota, pero no deja de ser un clavo más en el ataúd del suizo, eternamente a un paso de la retirada. Hoy es el más veterano del circuito ATP y va acumulando tanto récords de longevidad como derrotas. Más de dos décadas después de su debut como profesional, últimamente pelea por volver a disfrutar con éxitos tan puntuales como su final en el ATP 250 de Umag del año pasado.

“Sé la edad que tengo”

“Sé la edad que tengo y sé la posición que ocupo en el ranking. Por eso sé que me van a preguntar en cada entrevista y no tengo ningún problema con ello. De hecho me gusta responderla. No me retiro porque soy yo quien decide. No hay más. Si disfruto del tenis, si mantengo la pasión, si me siento competitivo, si sigo disputando buenos partidos, ¿Por qué no puedo seguir jugando?”, contestaba este verano en una entrevista concedida a Express después de convertirse en el tenista más veterano en disputar el cuadro individual de unos Juegos Olímpicos, una plusmarca inesperada en su carrera.

Porque aunque los deportistas cada vez alargan más sus carreras y alguna vez habrá un campeón a los 40 años -de momento el récord lo tiene Roger Federer con 38-, Wawrinka nunca fue candidato a una trayectoria tan extensa. Campeón del Roland Garros junior de 2003 ante rivales como Andy Murray, Gael Monfils, Jo-Wilfred Tsonga, Nico Almagro o Marcos Baghdatis, el suizo fue junto a Murray la mayor amenaza al Big Three durante años, especialmente entre 2014 y 2017 cuando ganó el Open de Australia a Rafa Nadal y Roland Garros y el US Open a Novak Djokovic.

Con su revés a una mano como emblema, fue tercero del mundo y ambicionaba más cuando se sumergió en el infierno de las lesiones. En 2017 empezó el calvario con una rotura en la rodilla izquierda que siguió en 2021 con otra dolencia en el pie izquierdo y continuó a finales del año pasado con una recaída en el mismo pie. Pese a que confesó que le costaba entrenar, Wawrinka continúa batallando para vivir grandes noches. Es complicado. Este año sólo ha sumado seis victorias, la última ante el francés Giovanni Mpetshi Perricard en primera ronda del Masters 1000 de Shanghai. Ante Cobolli, en segunda ronda, tenía la opción de pasar a octavos y medirse a Djokovic, pero el error de Bernardes le negó el disfrute.

kpd