Cayetana Fernández, Paula Martín y Andrea Revuelta: las niñas de oro del golf español

Cayetana Fernández, Paula Martín y Andrea Revuelta: las niñas de oro del golf español

Actualizado

Estas jugadoras, actualmente formándose en el Centro de Tecnificación de la Federación de Golf de Madrid, ya han conseguido logros importantes como ser campeonas de Europa y del mundo

Fernández, Martín y Revuelta en el centro de élite de la Federación MadrileñaHUGO COSTA

El día es desapacible en la mayor escuela de golf de Europa. Un total de 19 profesores trabajan a destajo cada jornada en el Centro de Tecnificación de la Federación de Golf de Madrid, el mayor semillero de practicantes a este deporte. Más de 3.500 alumnos aprenden a pegar a la bola, entre ellos 600 juveniles y tres de ellas muy especiales. Cayetana Fernández (17 años), Paula Martín (17) y Andrea Revuelta (16). Tres joyas que en 2022 dieron a España la primera medalla de oro en el Campeonato del Mundo júnior. EL MUNDO charla en la sede de la Federación madrileña con las tres exponentes de una nueva generación de inmenso talento.

Cayetana, Paula y Andrea se entrenan, como cada día, dentro del grupo de elite de la Federación Madrileña. Pertenecen al CETEMA y las tres han firmado un año espectacular; han sido campeonas de Europa y del Mundo, se han codeado con profesionales. Cayetana peleó por el título del Open de España, Andrea por el Campeonato de España de Profesionales y Paula ganó el campeonato de España absoluto amateur.

Única española becada en Standford

Su relación va más allá de los viajes, las competiciones y las victorias. “Tenemos el sentimiento de hermanas, nos entendemos muchísimo y nos decimos todo a la cara”, afirma Cayetana que ejerce un poco de líder en este encuentro a tres. “Va a ser muy duro cuando nos tengamos que despedir el próximo verano, me voy a poner a llorar”, expresa Cayetana, a la que todo el mundo llama Cata. La emoción hace que a Andrea Revuelta, la más pequeña del grupo, le brillen los ojos. “Cuando vamos a torneos, España gana no porque tengamos a las mejores jugadoras, que también, pero sobre todo, por la compenetración que tenemos entre nosotras. No hay nadie que la tenga”. Las tres asienten. Saben que tienen un vínculo especial, que podría peligrar en solo unos meses cuando Cayetana vaya a la Universidad de Texas A&M y Paula ingrese en la prestigiosa Standford, la única española en la historia que ha logrado una beca deportiva completa para hacer carrera en esta exigente universidad. “Le di mucha importancia al ámbito académico, por eso quería Standford, tuve que compaginar estudios y competiciones con el proceso de selección, que fue bastante complicado”, afirma Paula que compartirá equipo junto a dos de las estrellas amateur mundiales, las estadounidenses Rose Zhang, número uno del mundo y Rachel Heck número cinco. “Sé que tengo nivel deportivo para estar ahí, aunque el prestigio académico impone un poco más. He tenido la suerte de que el golf me ha ayudado entrar, porque si no hubiera sido más complicado, pero relacionarte con gente tan brillante en el ámbito académico da un poco de respeto”.

Las tres coinciden en que Paula y Andrea son las más empollonas del grupo. Esta última podría haber nacido en el renacimiento; estudia séptimo de piano, ballet, habla perfectamente inglés y francés (estudió chino de pequeña) y sus pinturas y dibujos impresionan a sus compañeras. “El ballet lo tuve que dejar, era buena pero estaba entrando en una fase donde tenía que entrenar tres horas al día”, confiesa. Y aunque de momento se decanta por el golf, no tiene claro su futuro. “La vida de profesional me parece muy sacrificada, quiero estudiar y tener una carrera, pero no tengo claro el futuro”.

Ni para Andrea ni para ninguna de ellas es tarea fácil compaginar todas sus habilidades artísticas con el golf. Las jornadas son largas y exigentes para las tres. Cada día el despertador suena a las siete, tienen colegio de ocho a once, luego entrenan tres horas en el campo de golf, de dos a tres, después la comida, dos horas más de colegio y dos de preparación física. Sobre las ocho vuelven de nuevo a casa, la mayoría de las veces para estudiar y ponerse al día en el colegio. Las competiciones de golf duran casi una semana, y es un handicap tener que faltar tanto a clase.

– “¿Quién es la mejor de las tres?

-“Yo”, salta como un resorte Cata. Aunque matiza entre risas: “Tenemos juegos parecidos, pero comportamientos diferentes en el campo, por eso somos tan buenas juntas”. Cayetana es la que más carácter tiene de las tres y lo muestra en el campo, tiene ese instinto ganador. “He llegado a no querer firmar tarjetas porque me habían ganado”, afirma. “Su carácter le ayuda a ser mejor golfista”, apostilla Paula.

Sueñan con Augusta National

Antes de pensar en el salto al profesionalismo, las tres tienen un sueño común: clasificarse para el Augusta National Womens Amateur que se disputa previo al Masters. “Lo soñamos todas”, aunque es Cata la única que de momento ha logrado la clasificación para este torneo en 2023, “estoy deseando que llegue la invitación a casa”, afirma la número 12 del mundo.

El golf femenino va ganando terreno y cada vez es más popular, incluso algunos torneos han equiparado sus premios al masculino. “Cada vez se están dando cuenta de que el golf femenino es bonito de ver y no es aburrido. No se esperan lo fuerte que le pegamos a la bola y el nivel, la gente se piensa que somos peores de lo que somos. Nos merecemos que nos paguen lo mismo”, se expresa rotunda Cayetana Fernández. Aunque Andrea es consciente de que las mujeres siempre lo tendrán más difícil. “Está en nuestra naturaleza querer ser madre, y es triste que para formar una familia haya que renunciar a la carrera, pero es la realidad. No por ser madre, deberías renunciar a tu vida golfística“. “Aunque cada vez hay más ayudas, guarderías en el circuito, exenciones por ser madre, pero los chicos los tienen más fácil“, apostilla Paula. Las tres coinciden que sus referentes en el golf han ido cambiando y han pasado de hombres como Rory McIlRoy a jugadoras como las hermanas Korda, Azahara Muñoz o Carlota Ciganda.

Para finalizar, una pregunta comprometida: “¿Que pasaría si llegara el LIV al golf femenino y pusiera un gran queque encima de la mesa para anticipar su salto al profesionalismo?”

Paula Martín: “Es una pregunta complicada y hasta que no te encuentras en la situación, no puedes saber. Yo he trabajado mucho para conseguir lo que he conseguido y donde voy a estudiar, yo creo que no sacrificaría mi beca en Stanford, primero estudiaría y ya vería lo que viene después”.

Cayetana Fernández: “Yo, me iría. Tengo muy claro que quiero ser profesional, tener una carrera es muy importante, pero hay que aprovechar las oportunidades y si te dan la oportunidad de solucionarte la vida haciendo los que te gusta, me iría”.

Andrea Revuela: “No sabes si una oportunidad así va a volver a venir, pero siempre he tenido muy claro que quiero estudiar una carrera. Hay cosas por encima del dinero, yo creo que no lo cogería”

kpd