El año de Benzema: del éxtasis en Chamartín al “desprecio” de Deschamps

El año de Benzema: del éxtasis en Chamartín al "desprecio" de Deschamps

Momentos 2022

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El francés, que lo ganó casi todo con el Madrid y levantó el Balón de Oro, ha terminado su 2022 con controversia por su “adiós” al Mundial. El jugador, su entorno y el conjunto blanco desconfían del técnico galo.

Benzema, con el Balón de Oro.Mohammed BadraEFE

«Qué pena que te tengas que ir, Karim…». La frase, irónica, se la dijo Didier Deschamps a Benzema el día que los servicios médicos de la Federación Francesa determinaron que los problemas físicos del delantero del Real Madrid le obligaban a decir adiós al Mundial. Su Mundial. El que debía ser el cierre a un año inolvidable. El del olimpo blanco y bleu. Después de ganar Liga, Champions, Supercopa de España, Supercopa de Europa, pichichi, Jugador del Año de la UEFA y Balón de Oro con el Madrid, su regreso a la Copa del Mundo tras las ausencias de 2010 y 2018 y la derrota en cuartos de 2014 se veía como un respiro de alivio para su carrera y su legado en Francia. Pero todo cambió en el estadio Jassim Bin Hamad de Doha el 19 de noviembre. Del cielo al infierno bleu.

Ese día, mientras el conjunto galo preparaba su debut en Qatar, Benzema se retiró del entrenamiento aquejando molestias en el cuádriceps de la pierna izquierda. Después de las pruebas realizadas en la clínica Aspetar, el médico de la Federación francesa, Frank Le Gall, no dudó: se perdía el Mundial. «Estará tres semanas de baja», aseguró. Ahí empezaron una serie de controversias que todavían tienen su eco hoy, 22 de diciembre, ya con Karim retirado de la selección y con Francia subcampeona del mundo tras caer ante Argentina. ¿Quería realmente Deschamps a Benzema? ¿Hubieran ganado los galos con él sobre el campo?

“Podría haber jugado desde cuartos”

«Podría haber jugado los cuartos, las semifinales y, sin duda y en perfecto estado, la final», defienden todavía en el círculo cercano de Benzema. Esas tres semanas de las que hablaba Le Gall se cumplieron el 11 de diciembre, un día después del Inglaterra-Francia de cuartos y un día después de que Karim regresara a los entrenamientos con el Madrid. Lo hizo, además, tras pasar unos días de vacaciones en Isla Reunión. «Podría haber vuelto incluso antes», insisten.

En el Madrid, entre la alegría por tener a su capitán y la rabia por el «desprecio», dicen, de Deschamps y su Federación, vieron a un Benzema «en perfecto estado» durante la semana del 12 al 18 de diciembre, en la que se celebraron las semifinales y la final de la Copa del Mundo.

«Tengo confianza en mi grupo», admitió Deschamps el día que se fue Benzema. El técnico no llamó a nadie en su lugar y dejó la convocatoria en 25 futbolistas, fiándolo todo a la columna vertebral a la que siempre se ha agarrado, esa que empieza en Lloris y termina en Griezmann como líderes del grupo durante su etapa de seleccionador. Una decisión que en el círculo de Karim sirvió para confirmar las sospechas: no le quería. «¿Quién decide no contar y no esperar al ganador del Balón de Oro de este año?», se preguntan en Valdebebas, donde estos días han visto a Benzema «como un tiro». El francés, que descubrió cuando llegó a Madrid que su lesión no era tan grave como para abandonar un Mundial, guarda silencio en público pero deja indirectas cuando puede: «Nunca he abandonado nada», «tengo demasiada dignidad» o «ya no me interesa más», ha escrito durante estas semanas en sus redes sociales.

Renovación hasta 2024

Benzema pone fin al año de su vida con el resumen de lo que ha sido su carrera. Elevado a los altares del Bernabéu pero con claroscuros en su país. Criticado y apartado por el ‘caso Valbuena‘, el 2022 le ha reconciliado con los suyos, convertido en el quinto francés en ser Balón de Oro, el primero desde Zidane en 1998. Un trofeo trabajado a pico y pala en el constante éxtasis europeo que vivió Chamartín la pasada temporada. Marcó tres goles en la remontada contra el PSG, dos en Stamford Bridge, uno en la prórroga de la vuelta contra los ingleses, dos en el Etihad ante el City y otro en el tiempo extra de la vuelta frente a los de Guardiola, de nuevo en el Bernabéu. En total, 15 goles en una sola edición de Champions, igualando el récord de Cristiano Ronaldo. Un martillo.

Ahora Benzema, a sus 35 años y con seis meses de contrato con el Madrid, apura enrabietado su mini pretemporada en Valdebebas antes de volver a la Liga, la Supercopa, el Mundial de Clubes y la Champions, su territorio vital. El Chamartín dan por hecha la renovación hasta 2024 y sólo esperan el momento de firmarla y anunciarla. Ese verano, apunto de cumplir 37 años, con Vinicius y Rodrygo más asentados todavía en el conjunto blanco y con el joven Endrick aterrizando desde Brasil, podría ser el de su final madridista. Un adiós de época, de leyenda.

Mientras, Benzema, como su ídolo Tupac, al que homenajeó en la gala del Balón de Oro, se mantiene con All eyez on me (Todos los ojos sobre mí), como decía el álbum del rapero neoyorquino. Los ojos del Madrid, de emoción e ilusión, y los ojos de Francia, entre la desconfianza y la rabia por una década de fútbol desaprovechada por las malas decisiones de todos.

kpd