El ex receptor de la NFL Jacoby Jones, cuyo regreso de kickoff de 108 yardas en 2013 sigue siendo el touchdown más largo en la historia del Super Bowl, ha muerto a los 40 años.
Los Texans de Houston, el equipo en el Jones pasó sus primeras cinco campañas, anunciaron su fallecimiento este domingo, sin informar de las causas.
Jones jugó entre 2007 y 2015 para los Texans, Ravens de Baltimore, Chargers de San Diego y Steelers de Pittsburgh. Protagonizó varias jugadas importantes con los Ravens en la temporada en la que ganaron su última Super Bowl, en 2013. Jones fue clave del “Mile High Miracle” en el encuentro de postemporada ante Denver en enero de aquel año. Atrapó un pase de touchdown de 70 yardas a 31 segundos del final del cuarto periodo para empatar el marcador. Los Ravens ganaron en un doble tiempo extra.
En esa Super Bowl ante San Francisco, Jones atrapó un pase de touchdown de 56 yardas del MVP Joe Flacco. Posteriormente corrió 108 yardas a la zona de anotación para abrir la segunda mitad, con lo que Baltimore se fue arriba 28-6. Los Ravens ganaron 34-31. Esa Super Bowl se disputó en Nueva Orleans, donde creció Jones.
Le resultó raro a estadio, jugadores y técnico. Faltaban casi 5.000 almas, y las más ruidosas, animando ante el Leganés. Volvieron frente al Lille en Champions. Cumplida la sanción impuesta por Disciplina, el Metropolitano ya no debía nada a nadie, pero el Frente Atlético sí.
"En vista de los constantes ataques sufridos desde todo el Nacionalmadridismo, aceptados y comprados por una parte del mundo Atlético", comenzaba el comunicado que el grupo ultra lanzó en redes sociales criticando a los que no piensan como ellos. Para, posteriormente, solidarizarse con "esos Atléticos que sin ser ultras, comparten y entienden esta forma de vida igual que nosotros, y que han sido perjudicados sin motivo". Y anunciar, finalmente que "para poder reflexionar detenidamente, y tener tiempo para pulsar a esas peñas, colectivos y aficionados que buscan como nosotros una unión inquebrantable, esta noche no animaremos".
En el resto del comunicado, el grupo pedía unión y ofrecía asesoramiento legal para todos aquellos perjudicados por la prohibición autoimpuesta de cinco partidos sin poder comprar entradas para duelos visitantes.
"¿Cómo lo han visto todos?"
Así, aunque sus bufandas sí ondearon en el himno rojiblanco, su actitud fue "pasiva" durante todo el encuentro como explicaron en el mismo texto. No animaron cuando salieron los jugadores al campo, dejando el protagonismo al resto del estadio que brindó una sonora pitada al himno de la Champions. Aunque sí aplaudieron cuando se desplegaron los rojiblancos antes de comenzar el encuentro. "¿Cómo se ha vivido? ¿Cómo lo han visto todos?", contestó lapidario el entrenador cuando le preguntaron por el ambiente del Metropolitano.
Era el resto de la grada la que entonaba las clásicas arengas en el estadio rojiblanco mientras desde el Frente asistían impasibles al espectáculo que estaba brindando el Atlético en el verde aupado a su tridente más esperado. Apenas habían jugado 118 minutos juntos de los 990 que había disputado el Atlético de Madrid esta temporada. A juzgar por lo visto ante el Lille, tanto en ataque como en defensa, una ventaja para los rivales. Funcionó de maravilla y podrían haber matado al Lille si Sorloth hubiera estado más entonado.
Tuvo tres ocasiones clarísimas que marró por dos cucharitas mal ejecutadas y un remate alto. Julián, la que consiguió la enchufó, mientras que Griezmann estuvo en la sala de máquinas para generar dos de las tres de Sorloth y un remate forzado que no pudo concretar. "No es un chico y sabe convivir con estas situaciones", comentaba Simeone tras los fallos del noruego.
Momento paranormal
Ocasiones aparte, el partido lo inclinó Marco Guida, el colegiado de la contienda, con un penalti que nadie se explicó ni en el campo ni fuera de él. Nadie supo si fue mano, si hubo contacto de Koke... Y la losa de fallar oportunidades y ese penalti en contra.
"Vi el vídeo y me parece mano del jugador del Lille, no sé si lo roza Koke, pero primero es mano y me parece que debería haberla ido a ver", comentaba Julián Álvarez en el postpartido. Tanto es así que el propio Cholo tuvo que decir: "Ojalá encontremos algo para poder decir que fue penal". Hasta que luego, ya cansado, admitió: "No fue nada, muchacho".
Bruno Genesio, entrenador del Lille, aseguraba de manera muy política y correcta que no había visto la jugada y no podía valorarla. "No he hablado con mis jugadores del penalti y aún no he podido ver las imágenes", explicó.
El Atlético se queda con tres puntos de nueve posibles y, además, ala diferencia de goles le coloca en el puesto 26 de 24, con lo que estaría fuera de los equipos que se clasifican para los dieciseisavos de final. "Estamos en un momento complicadísimo de la Champions", admitió el Cholo. Toca ganar ante el PSG en París para volver a los puestos de privilegio.