¿Qué día empezó la concentración de España para esta Eurocopa? El 1 de junio, sábado. ¿Qué día se casó Mikel Merino en la parroquia de San Nicolás, en el casco viejo de Pamplona? El 1 de junio, sábado. Mikel Merino está pasando aquí la luna de miel, separado de su mujer, Lola, a la que sólo ve un rato después de los partidos y el día que De la Fuente concedió libre a la plantilla.
¿Quién marcó en el estadio del Stuttgart un 5 de noviembre de 1991?
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Es un tipo serio. Al principio de la entrevista dice que no, pero es un tipo serio. Dani Olmo (Barcelona, 27 años), ya saben, se fue a Zagreb, extraño destino, a jugar al fútbol siendo un niño, y luego eligió Leipzig, de entrada un lugar poco llamativo, para continuar su carrera. Habla idiomas como si no costara (y hasta piensa en croata si se lo propone), juega al ajedrez y cuida mucho de la gente que trabaja con él. Impulsada su fama por su primer año en el Barça, dice que sería capaz, si le dan un balón, de repetir el recorte que le hizo a Tchouaméni para el 2-1 en las semifinales de la Eurocopa del año pasado. Y lo dice en serio.
Tiene pinta de serio.
¿Yo?
Sí, usted.
Me gusta ser serio, y así sorprendo un poco, ¿no?
¿Pero entonces lo hace a propósito? Como para marcar distancias...
¡No, qué va! Si le preguntas a cualquiera del equipo, igual se ríe.
¿Ah sí?
Bueno, depende a quién le preguntes.
Cuénteme un chiste, entonces.
No, no, eso no. En eso soy muy malo. Venga, soy serio, soy serio.
Me han dicho que lleva un anillo que le controla hasta la respiración.
No, sólo para dormir, he cambiado el anillo por la pulsera. Me sirve de guía. No le hago caso al 100% porque si no, te vuelves loco, pero cuando me levanto sí que miro a ver si mis sensaciones concuerdan con lo que dice la pulsera sobre el descanso.
¿Cuántas horas necesita o le gusta dormir?
Intento dormir de ocho a nueve horas al día. Intento irme a dormir siempre a las 23.00, aunque algunos días no lo consigo, hasta las 8.00.
"El tema de la inscripción me lo tomé con tranquilidad porque no dependía de mí, me apoyé en mis compañeros y en mi pareja"
¿Siesta?
No soy de siesta. Aunque el otro día tuvimos una charla aquí en la selección sobre el sueño y me lo recomendaron, así que igual empiezo.
No está mal tener un trabajo donde le recomienden dormir la siesta.
Al parecer, ayuda a mejorar el rendimiento, así que nada, a dormir.
¿La alimentación le obsesiona?
No me obsesiona, porque nada que te obsesione es bueno, pero sí lo cuido bastante. Por la experiencia de estos años, conozco mi cuerpo y sé lo que necesita.
En días postpartido, ¿qué come?
Los días de partido, o post, que estoy más cansado, intento comer grasas saludables. Salmón, aguacate, nueces, frutos secos, que me ayudan más a recuperar.
Para alguien que juega a su nivel, casi todo es previa o postpartido.
Sí, por eso hay que cuidar la dieta al milímetro, porque te puede alterar el rendimiento.
¿Llega al límite de pesar la comida?
Ahora sí. No yo, pero sí mi cocinero personal, que llevo trabajando con él dos meses, y él está en contacto con el nutricionista y entre ellos hablan y deciden todo.
"De mayor quiero ser... feliz. ¿Te parece bien? Creo que es un buen objetivo"
Cocinero, nutricionista, asesores de prensa... ¿los futbolistas son conscientes de que viven en una realidad poco habitual para el resto?
No es lo habitual, pero seguimos siendo personas normales. Somos unos privilegiados, porque podemos jugar al fútbol de manera profesional, pero al final tener eso, nutricionista, cocinero, asesores que nos ayudan con la comunicación... no son privilegios, son nuestras herramientas de trabajo para llevar nuestro rendimiento al máximo. Si se puede mejorar un 1% con todas estas cosas, lo voy a hacer.
¿Cómo de cansado llega a este final de temporada?
No mucho, porque por desgracia he estado parado varias veces por lesiones. Así que llego bien, con ganas de acabar bien el año. Mejor aún, con ganas de ganar otro título.
El control que hace en el 2-1 contra Francia... ¿lo recuerda exactamente?
Sí, sí, claro que me acuerdo. El primer rechace lo controlo bien, no se me queda para disparar y cuando me salta Tchouaméni, veo que se queda clavado e intento regatearle. Lo conseguí y luego fue gol.
Hay mucha grandilocuencia en el fútbol. Esas cosas no se ensayan.
En el fútbol puedes trabajar muchas cosas, analizar mucho, pero la mayor parte del tiempo es improvisación. Tú puedes trabajar una jugada, pero esa jugada en un partido no sale, y hay que improvisar.
Hemos visto al PSG y al Barça jugar a un ritmo altísimo, con mucha presión... ¿vamos hacia ese tipo de fútbol?
El fútbol que jugaba Luis Enrique aquí en la selección y el de ahora en el PSG ha cambiado. Todo evoluciona, va muy rápido, es mucho más físico... Pero al final los jugadores de calidad son los que siguen marcando la diferencia.
Tú puedes preparar mucho, pero te sale un Lamine, ¿y qué haces contra eso?
Pues te rompen. El fútbol es un duelo de individualidades.
¿Qué balance hace de su primer año en el Barça?
Estoy contento. Tres títulos en el primer año, unas semis de Champions con sabor agridulce porque podríamos haber hecho algo más... Y con hambre de más. Me he perdido algunos partidos que me hubiese gustado jugar, así que con muchas ganas de seguir mejorando y sintiendo que le puedo aportar mucho más al equipo.
El 'caso Olmo', la inscripción o no inscripción... ¿Cómo lo gestionaba?
Con tranquilidad. Yo confiaba en el club, porque era algo que no dependía de mí. Yo lo que hacía era entrenar y esperar la luz verde para poder jugar. Ayudando al equipo desde otra posición.
¿Quién fue su máximo apoyo?
Los compañeros y la familia. También mi pareja, que es con la que vivo. Pero eran cosas externas que no dependían de mí, no podía hacer nada, sólo podía entrenar.
Es difícil aprender que lo que no depende de ti no merece el gasto de energía.
Lo intentas. No te puedes aislar al 100%, porque son situaciones que repercuten en tí de manera directa, pero hay cosas que no puedes controlar. Intentas alejarte, aunque es complicado. Al final salió todo bien, así que no hay excusa posible y ya está olvidado.
ANGEL NAVARRETE
¿Qué le aporta el ajedrez?
Táctica, conocimiento, concentración... Muchas cosas, y también un poquito de evasión, porque cuando estás jugando al ajedrez no puedes pensar en otra cosa.
¿Ha visto el puñetazo de Carlsen cuando perdió contra el campeón del mundo?
No, aún no. Yo no he llegado al punto de darle un puñetazo a la mesa, pero sí que te da mucha rabia. Sobre todo cuando repasas las partidas, las analizas, y ves que se te ha pasado alguna cosa muy obvia. Aquí juego con Unai Simón.
¿Le gusta más el ajedrez o el fútbol?
El fútbol, pero por poco [se ríe].
Y todo eso que le enseña el ajedrez, ¿tiene traslado al fútbol?
Son deportes muy parecidos. En los dos hay millones y millones de movimientos posibles. Además, el comienzo es idéntico: dos equipos iguales que, una vez se pone el balón, o las piezas, en movimiento, cuentan con infinitas posibilidades.
¿Cómo empezó?
Yo sabía jugar de pequeño, y aunque no recuerdo practicar mucho, en el Leipzig empecé a jugar con Poulsen, que éramos del mismo nivel. Porque mola jugar con gente de tu nivel. Si hay mucha diferencia, no te diviertes.
Habla muchos idiomas, pero ¿en qué idioma piensa?
En español.
¿Siempre?
No, dependiendo del idioma que hable. Con mi pareja hablamos en inglés y pienso en inglés, cuando hablo en croata pienso en croata, ¡y eso sí que es máximo nivel! Fui muy joven y se asimila mejor.
Sabiendo lo que sabe hoy, ¿volvería a irse a Croacia?
Sí, a nivel profesional y personal. Lo que aprendí y mejoré en Zagreb es lo que me ha hecho ser el jugador que soy.
"Me gusta más el fútbol que el ajedrez, pero por poco. El ajedrez es táctica, conocimiento, concentración..."
¿Cuándo sea mayor qué quiere ser?
Pues feliz, quiero ser feliz. Te parece bien, ¿no?
Sí claro. ¿Por qué ha explotado esta selección en este último tramo?
Es un proceso. Si te fijas el bloque no ha cambiado mucho. En la Eurocopa 2021 merecimos más en la semifinal contra Italia, y en el Mundial en los penaltis contra Marruecos, pero básicamente éramos los mismos. Al final se trata de estar ahí y meterla para dentro.
Vivir en Barcelona, tener más cerca a la familia y a los amigos... ¿le ha venido bien?
Sí. Es calidad de vida, pero a mí en competición no me gusta cambiar lo que hacía cuando vivía fuera. Soy un tío muy casero. Estar en Barcelona, cerca de la familia y amigos, pues surgen plantes, cosas... pero yo necesito mis rutinas.
Luis de la Fuente estaba muy serio en la sala de prensa del Bernabéu. En la madrugada ya del martes al miércoles, el seleccionador quiso dejar un mensaje claro y público: «No puedo entender que se pite al capitán de la selección en España. Esos pitos me dan vergüenza», dijo. Lo hizo después de intentar levantar el ánimo de Álvaro Morata en el vestuario, igual que el resto de sus compañeros, jodidos por los silbidos que recibió el delantero del Atlético de Madrid. En el cuerpo técnico preocupa ahora el estado de ánimo del jugador, proclive al desánimo durante muchas fases de su carrera, y eso que, pese a las últimas semanas, atraviesa su mejor temporada goleadora. Lleva 20 aciertos con el Atlético y cuatro más con la selección. Eso sí, en los últimos dos meses sólo ha anotado uno, de modo que en Las Rozas miran con inquietud cómo será su devenir en estos últimos nueve partidos de Liga y los que queden de Champions. Eso sí, si no se lesiona, es uno de los 20 fijos para la Eurocopa, desglosados así.
Portería
Descabalgado Kepa de la lucha, y salvo que alguno de los tres se lesione y tenga un bajón de forma muy llamativo, los tres guardametas que han estado en esta ventana de marzo serán los que viajen a Alemania. Indiscutible resulta la figura de Unai Simón, y eso más allá del error, grosero, cometido ante Brasil, cuando le entregó un balón a Rodrygo por intentar sacarla jugada. «Unai es uno de los mejores porteros del mundo, lo que ha ocurrido son circunstancias del juego», explicó el martes. Tras él, titular sin duda, estarán David Raya, dueño de una temporada fantástica en el Arsenal, y Remiro, en idéntica situación en la Real Sociedad.
Defensa
Aquí hay que discernir entre laterales y centrales. Por orden. En el lateral derecho, hay dos claros. Carvajal, titularísimo, y Jesús Navas, aunque el rendimiento de este último ha dejado dudas, y ahí podría entrar Pedro Porro, que dejó más dudas todavía, de modo que Navas sigue por delante. En el lateral izquierdo, si las lesiones que le persiguen le dejan, aparece Gayá, a priori como titular, y Grimaldo, pues su concurso ante Colombia fue de lo más destacado. Tampoco estuvo mal Cucurella contra Brasil, pero fue más determinante el lateral del Leverkusen. Y luego están los centrales. Le Normand y Laporte son los fijos y, además, titulares. Y queda un tercer lugar, pues De la Fuente es partidario, a priori, de llevar sólo tres y luego tirar, por ejemplo, de Carvajal o Rodri para una emergencia. Ese tercer lugar está disputado. Partían con ventaja Iñigo Martínez o David García, Barça y Osasuna, pero la irrupción de Pau Cubarsí aumenta los candidatos. El chico sólo ha aparecido de forma testimonial en esta concentración, pero si de aquí a final de temporada sigue siendo titular con el Barcelona, y el equipo sigue mejorando como en el último mes, tiene muchas opciones. Es, en todo caso, una de las únicas tres dudas que hoy tiene el seleccionador.
Luis de la Fuente.KIKO HUESCAEFE
Centro del campo
Seguimos con las ideas claras. Rodri, Zubimendi, Fabián, Mikel Merino y Oian Sancet son los elegidos para no moverse de la convocatoria. A partir de ahí, todo va a depender de la figura de Pedri. Lesionado de nuevo, Luis de la Fuente no ha podido contar con él en los 12 meses que lleva como seleccionador. Sin embargo, si llega en forma al final de la temporada, tiene un puesto asegurado. La ausencia de Gavi ya está asumida por el cuerpo técnico. Si Pedri no llega en condiciones, entonces podría ser otro centrocampista (Álex Baena, por ejemplo) o incorporar un delantero más, opción más que real visto el cambio de sistema que ha probado en estos partidos de marzo, jugando con un 4-2-3-1 en lugar del 4-3-3 que venía usando. La figura del mediapunta abre esa opción.
Lamine Yamal.PIERRE-PHILIPPE MARCOUAFP
Delantera
También hay una amplia lista de fijos. Nico Williams, Dani Olmo, Morata, Joselu, y Oyarzabal y Lamine Yamal. Con estas cuentas, y si De la Fuente mete un sexto centrocampista, quedaría un puesto, por el que peleaban hasta no hace mucho Ferran Torres y Marco Asensio. Ocurre que a ambos les ha salido un competidor de última hora que puede hasta tener ventaja. Gerard Moreno cuajó un buen partido contra Colombia en Londres y la versatilidad que ofrece para poder jugar por dentro y por fuera, su capacidad de asociación y sus recursos le han colocado en la rampa de salida. Tanto Ferran como Asensio llevan una temporada muy marcada por los percances físicos.
La exhibición de Lamine Yamal el martes en el Bernabéu, de donde salió ovacionado, le ha catapultado al estrellato. El seguramente único jugador verdaderamente diferencial en el último tercio del campo jugará abierto a la derecha, y ahí ya las posibilidades se multiplican. Dani Olmo en la mediapunta es una debilidad del entrenador, que siempre juega también con un delantero centro. En función de todas esas variables decidirá su un sexto centrocampista o un octavo delantero-extremo. Pero siempre mirando hacia delante.
En junio, dos amistosos más
A expensas de circunstancias excepcionales que hagan cambiar de opinión, lo normal es que la lista de 23 futbolistas que irán a la Eurocopa se conozca el viernes 24 de mayo, justo antes de la última jornada de Liga. No está decidido, y tampoco es descartable que finalmente Luis de la Fuente ofrezca la convocatoria el lunes, una vez terminado el campeonato. Lo que sí parece claro es que la concentración se iniciará durante el primer fin de semana de junio, también dependiendo de cuántos jugadores españoles estén en la final de la Champions, que se disputa el sábado 1. Sea cuando sea, lo que sí está confirmado es que el equipo jugará dos últimos amistosos en junio. El día 5 en Badajoz contra Andorra y el día 8 en un lugar por determinar ante Irlanda del Norte. El domingo 9 viajarán a Alemania para concentrarse.
Corre por las redes sociales como la pólvora. Es un vídeo. En la imagen, el seleccionador nacional, Luis de la Fuente, durante una rueda de prensa. Creada con Inteligencia Artificial, su voz reproduce una serie de groserías hacia los periodistas que, al igual que una buena parte de la afición, han asistido, atónitos, a una de las metamorfosis más rápidas habidas en el mundo del fútbol. Esas frases tan desagradables, lógicamente, jamás han salido de la boca, real, del técnico, que sin embargo es el primero que se ríe cuando lo ve. En el chat de Whatsapp del equipo, estos días, se comparten esos memes una y otra vez.
Para saber más
Está crecido Luis de la Fuente. Y no tiene la expresión sentido peyorativo alguno. Está crecido porque se ha ganado el derecho a estarlo. Del mismo modo que agachó la cabeza cuando tocaba, hoy camina con ella erguida y protagoniza incluso discursos virales (aquí, de nuevo, las redes sociales, que hoy lo adoran). Se ha convertido, incluso, en alguien a quien escuchar. El pasado martes, tras imponerse a Francia, elaboró un speech miles de veces reproducido en Instagram: "Hoy estoy reivindicativo. De lo que más orgulloso me siento es de cómo hemos llegado hasta aquí. La gente joven debe saber que no hay logros sin sufrimiento, sin esfuerzo. El sufrimiento forma parte del fútbol, y de la vida", dijo.
Se siente seguro. En las pantallas de la sala de prensa de Donaueschingen, aparece su fotografía junto a un enorme número 6, que son las victorias que lleva en esta Eurocopa el equipo, algo que nadie había logrado. Echa la vista atrás y ya no dice en bajito que es muy creyente, que reza todos los días, que se persigna antes de cada partido y que, cuando juega en Sevilla, acude siempre a rezarle al Cristo del Cachorro, en Triana. Tampoco dice en bajito que le gustan los toros, como a Nacho, y mucho menos que se siente español por los cuatro costados. En realidad, Luis de la Fuente ya no dice nada en bajito porque el paso del tiempo le ha dado la razón en todo lo que decía. Estos meses atrás, en reuniones discretas con periodistas de su confianza, siempre agarrado a su vaso de agua, transmitía el mensaje de que sí, de que se podía ganar la Eurocopa, de que había mimbres, jugadores, ambición...
El técnico, antes del España-FranciaPABLO GARCÍARFEF
Era consciente, cómo no, de que ese discurso no calaba entre el gran público, pero asiste hoy, satisfecho, a la entrega de todo un país a su proyecto. Y lo celebra. Lo celebra siempre, pero especialmente divertida fue la fiesta que montó en el hotel de concentración a la vuelta del partido contra Alemania. Normalmente, la selección duerme en la ciudad donde se juega el partido y regresa a Donaueschingen al día siguiente, pero el viernes pasado, el "hogar" -así lo definió ayer Dani Vivian-, quedaba a poco más de una hora en autobús, y volvieron a dormir a casa.
El seleccionador improvisó una fiesta con karaoke para el staff y todos los trabajadores que quisieron unirse. Para romper el hielo, él mismo cogió el micrófono:
"Soy de aquellos que sueñan con la libertad /Capitán de un velero que no tiene mar / Soy de aquellos que viven buscando un lugar / Soy quijote de un tiempo que no tiene edad / Y me gustan las gentes que son de verdad / Ser bohemio, poeta y ser golfo me va / Soy cantor de silencios que no vive en paz / Que presume de ser español donde va".
Es Quijote, de canción de Julio Iglesias, su favorita, y ahí estaba el seleccionador español, bien entrada la madrugada, dándolo todo con esas estrofas. Tras él se animaron unos cuantos.
Es la celebración de un camino que recuerda hoy la llamada a Sergio Ramos, nada más llegar, para decirle que no iba a contar con él. Ese fue su primer vía crucis. El último, el que hubo de atravesar cuando decidió que no iba a rogarle a Brahim que se quedara, que sí, que contaría con él si se lo ganaba, pero que no le iba a prometer amor eterno, al contrario que sí quiso hacer en su momento con Achraf Hakimi. Fue el jugador del PSG el que no quiso firmar el documento que le presentó. Hoy nadie echa de menos ni a Ramos ni a Brahim.
Por detrás, pues, de lo evidente, de que está pasando un montón de horas preparando el partido contra Inglaterra (monotonía interrumpida ayer para disfrutar de una comida tranquila junto a todo su 'staff' en un restaurante alemán a dos kilómetros del hotel), sólo hay algo que le inquieta: en noviembre se pondrá una prótesis en su rodilla. Debería haberlo hecho en diciembre pasado, habló incluso con Del Bosque para preguntarle cómo era el proceso, pero se echó atrás por miedo a los quirófanos. Ahora parece decidido.
De la Fuente y su 'staff' se hacen un 'selfie'.PABLO GARCÍARFEF
De la Fuente, que no es considerado internacional por la UEFA porque no jugó un solo minuto con la absoluta, sigue obsesionado con un factor: hacer grupo. "Aquí no hay ni bromas sobre los clubes. Nadie habla de eso. Ha habido épocas en que se creaban grupos, ahora no. Porque hay personas dentro del staff que hacen que esto no ocurra", explica a este periódico Fernando Giner, delegado de la selección y presidente de Asociación Española de Futbolistas Internacionales, Leyendas de España.
"Como Aragonés o Del Bosque, sabe llegar, a la persona y al futbolista. Cada uno lo transmitía de una manera, pero el fondo es el mismo. Y eso es lo que perciben los futbolistas", prosigue Giner, muy atareado estos días con todos los preparativos de la final. "Lo que veo dentro del cuerpo técnico es el respeto que nos tienen a todos. Es un trato excepcional, cercano, motivador, pero no especial para nadie, ni para los que jugamos menos. Estamos muy agradecidos de tenerle", decía ayer mismo Vivian sobre Luis, que ya no es Luis, que ya es Don Luis.