Quedaban 30 segundos para el final del noveno asalto, cuando Oleksander Usyk conectó un gancho de izquierda a la mandíbula de Tyson Fury que hizo temblar al gigante británico. Resonaban las palabras prermonitorias de Usyk en la previa: “Si el tamaño importara, el elefante sería el rey de los animales”.
The Cat (el gato), como buen felino, olió sangre y comenzó a golpear sin descanso al Rey Gitano que rebotaba de cuerda en cuerda. Lo hizo en cinco ocasiones, hasta que en el último apoyo el árbitro Mark Nelson decidió intervenir para iniciar un conteo.
“El árbitro tenía que haber parado la pelea”, responde a EL MUNDO, Jero García, ex boxeador y presentador de televisión. A juicio de García, Nelson debió declarar ganador a Usyk para evitar la “golpiza” que le dio a Fury. “Es mejor parar la pelea un minuto antes que un segundo tarde”, explicaba.
Sin embargo, Emilio Marquiegui, periodista especializado en boxeo, es de la opinión que el árbitro “hizo lo correcto”. Marquiegui cree que Fury no se apoyó en las cuerdas sino que se desplomó sobre ellas y que fueron las que evitaron su caída. Así, Nelson obró según el reglamento al iniciar el conteo. “Queda a criterio del árbitro si le vio en malas condiciones o no, obviamente luego se vio que Fury aguantó hasta el final y no pasó nada más”, cuenta Marquiegui.
Por su parte, Jaime Ugarte, otro periodista especialista en boxeo, compartía la visión de ambos y añadía que la campana salvó al británico del knockout. “Si el árbitro lo para cuando estaba a merced no hubiera sido raro, estaba inerte”, explica el periodista y determina que fue cuestión de segundos el que Usyk terminara la pelea en ese asalto.
Pero continuó y finalmente el ucraniano fue declarado ganador por decisión dividida de los jueces. El español Manuel Oliver fue el que más ventaja le dio, 115-112, mientras que el estadounidense Mike Fitzgerald solo concedió 114-113 frente a los 113-114 que el canadiense Craig Metcalfe otorgó a Fury. Esa división llevó al británico a declararse ganador y a esgrimir la guerra de Ucrania como el factor que había determinado el dictamen de los jueces.
Todos los expertos consultados por EL MUNDO piensan que Usyk fue el justo ganador. Si bien si Jero García mantiene que debía de haber sido por ko en el noveno, Marquiegui cree que el “mejor final” del ucraniano le hizo merecedor de la victoria. “Fury tuvo la pelea más complicada de su vida”, explica y detalla que el combate se le fue “por su desgaste físico al no dosificar” y “por los palos que recibió en el noveno”.
“Papá, ¿me oyes? Lo hemos conseguido”, gritó Usyk en ucraniano al pabellón de Riad cuando le colgaban los cuatro cinturones (Consejo Mundial de Boxeo (CMB), Asociación Mundial (AMB), Federación Internacional (FIB) y Organización Mundial de Boxeo (OMB)) de campeón de peso pesado en los hombros. Es el primer campeón unificado en más de dos décadas. Sustituía a Lennox Lewis cuya unificación databa del siglo pasado, noviembre de 1999, ante Evander Hollyfield.
Historia
Marquiegui, García y Ugarte sitúan la hazaña de Usyk en diferente medida. Mientras que para el primero es algo anecdótico, “un premio pichichi” que no te sitúa como uno de los mejores delanteros de la historia. García y Ugarte sí piensan que convertirse en campeón unificado pone al ucraniano en el escalón de los Ali, Lewis y compañía.
Pero ninguno se olvida que este chico, que dejó el fútbol con 15 años para pasarse al boxeo, ha sido oro olímpico así como gran dominador de dos categorías en su conversión a profesional: crucero, donde también fue campeón unificado, y pesado. Con esta victoria, además, ha arrebatado el invicto a Fury 34 (24 KO)- 1 por su 22 (14 KO)- 0.
Sin embargo, y pese a que el ucraniano ponía en liza tres de los cuatro cinturones, es el británico el que se lleva mayor bolsa por este combate del siglo. De los algo más de 100 millones que había en juego, 70 han sido para Fury, de los cuales uno irá supuestamente para organizaciones benéficas de la guerra de Ucrania, y 30 para Usyk. Un reparto que, previsiblemente, cambiará algo para la revancha de octubre. “Usyk no vende tanto”, explica Ugarte.
Es precisamente esta revancha la que hará que Usyk pierda uno de los cuatro cinturones poco después de haberlo ganado. El ucraniano no podrá defender el título de la FIB ante el púgil Filip Hrgovic, por lo que el croata se lo disputará ante el también británico Daniel Dubois, al que ya venció Usyk en una defensa del título de la AMB.