Paula Badosa ha caído ante la joven estadounidense Cori Gauff en los octavos de final de Roma (5-7, 6-4, 6-1). La española llegaba a esta ronda después de adjudicarse tres buenas victorias en la capital italiana, pero el juego dominante de la promesa americana le ha impedido seguir avanzando.
El primer set fue agónico. Con puntos de alta intensidad por parte de las dos tenistas, la nacida en Nueva York logró ponerse 3-5 en el marcador, pero la joven jugadora estadounidense devolvió el break que había cedido y obligó a Badosa a una nueva ruptura para poder llevarse la primera manga con su saque.
Con el resultado en contra, Gauff comenzó el segundo rompiendo el servicio de la española (3-1), pese a tener algo menos de efectividad. Badosa logró igualar los juegos a cuatro, pero la estadounidense impidió un tie break, que podía ser decisivo, y llevó el encuentro al definitivo tercer set.
No pudo hacer nada. La de Atlanta desplegó entonces todo su potencial y enlazó seis juegos seguidos que liquidaron definitivamente las opciones de la española. En la siguiente ronda, la actual número tres del mundo se medirá con la china Qinwen Zheng, que ha derrotado a la japonesa Naomi Osaka (6-2, 6-4).
El Real Madrid conquistó la Liga ante el rival más digno que se podía haber encontrado. Será recordado el UCAM Murcia pese al 3-0, porque se plantó en una final en la que nadie le esperaba y porque se empeñó en honrar su presencia con un amor propio a prueba de dificultades. Tras unos playoffs sin mácula, el equipo de Chus Mateo cierra, con su liga número 37, un curso en el que sólo Berlín le separó de la matrícula de honor. [73-84: Narración y estadísticas]
Alzó Llull, al alimón con sus compinches Rudy Fernández y Sergio Rodríguez el trofeo en el Palacio de los Deportes, el mismo escenario del primero del curso allá por septiembre (la Supercopa). De principio a fin un Madrid lleno de virtudes, en lo individual y lo colectivo. Reconquistado el título que hace un año le arrebató un Barça ahora tan de capa caída.
En la Final Four se le escapó la temporada perfecta a un equipo que cumplió las expectativas y que no falló ante la revelación. Sólo dobló la rodilla el Murcia tras el descanso, donde ya no le llegaron las fuerzas, cuando el Madrid intuyó la meta y el éxito, el colmillo a punto, 34 puntos en un tercer acto arrollador - «nos hemos despitado tres minutos y...» reconocía Sito Alonso-, Musa (nombrado MVP), Hezonja y Campazzo desatado, para ya no mirar atrás. Porque el UCAM no iba a ser comparsa tampoco en el tercero envite, ni con dos sets abajo se iba a rendir y menos ante esa afición que no ha visto ganar un sólo partido en todos los playoffs en el Palacio. Era su fiesta y la intención es que siguiera el viernes. Que nadie les despertara todavía del sueño de una final. Y ni el amanecer con un duro 3-9 les arredró.
Esta vez la cuestión iba de intensidad y de acierto. De morder. Dylan Ennis, que ha aparecido poco en esta serie, clavó tres triples seguidos y eso fue un revulsivo total, combustible para las tribunas. El Madrid perdía más balones de los recomendables y andaba, como en lo que va de final, con la puntería justa. Y eso que Llull anotó su primer triple después de 13 intentos. Pero la respuesta murciana era un distancia de la que no había gozado hasta ahora, un más 10 cuando al fin Diagné acertó desde cinco metros (38-28). Sin noticias ofensivas de Campazzo, Tavares y Yabusele, los de Chus Mateo se quedaron en menos puntos (32) que preocupaciones al descanso.
A la vuelta no pareció haber mejores noticias para el Madrid, enredado en cuestiones que iban más allá del juego, los rifirrafes entre Ennis y Campazzo, una antideportiva a Tavares por un codazo... Volvieron a saltar las alarmas con los puntos en la pintura de Kurucs, con el cuarto triple de Ennis (51-42). Y justo ahí, en esa frontera, despertó la bestia. Como ha sucedido en los dos precedentes, fue la puntería lo que hizo imparable al Madrid. Cuatro triples consecutivos (dos de un Hezonja inspiradísimo) y un parcial de 2-16 que era un resorte hacia la meta.
Ahora sí, Campazzo era el dueño del escenario que un día fue su casa. El Madrid contenía por fin el rebote ofensivo y los murcianos se frustraban con lanzamientos que se salían. Abalde cerró un tercer acto de 34 puntos, más que en toda la primera mitad (56-66) y lo iba a continuar después, pletórico el gallego, cerrando su mejor temporada de blanco y llamando fuerte a las puertas de Scariolo.
El UCAM siguió empujando, encontró un par de triples como agua para un naufrago, pero su corta rotación eran energías que se echaban de menos y a Sito Alonso ya no le daba para más héroes. Menos con sus dos cincos sanos (lesionados están Todorovic y Birgarder) bien temprano expulsados por cinco faltas. Hasta la meta los murcianos, pedaleando hacia un imposible, reverenciando con su batalla al campeón Real Madrid.
España se medirá a Georgia en los octavos de final de la Eurocopa. La sorprendente victoria de los georgianos sobre una Portugal llena de suplentes (2-0) les ha dado el pase a la ronda de eliminatorias como uno de los mejores terceros. Turquía, que ganó con República Checa (2-1), finaliza segunda y se enfrentará a Austria.
Los octavos de final quedan así:
Alemania - Dinamarca
España - Georgia
Portugal - Eslovenia
Francia - Bélgica
Rumanía - Holanda
Austria - Turquía
Inglaterra - Eslovaquia
Suiza - Italia
La segunda fase comenzará este sábado 29 con el Suiza - Italia y el Alemania - Dinamarca y la primera ronda terminará el 2 de julio, con España jugando el domingo 30 a las 21:00 en Colonia ante Georgia. Después, si gana, jugaría contra el ganador del Alemania - Dinamarca el día 5 a las 18 horas en Stuttgart.
Georgia puede parecer un rival débil, pero los datos son los que son: tienen al Pichichi del torneo, el delantero del Metz Georges Mikautadze, que ha anotado tres goles, y una estrella como Kvaratskhelia, que hoy marcó el primer gol contra Portugal.
Eso sí, España, sobre el papel, es máxima favorita. Más allá de los goles de Mikautadze y Kvaratskhelia, Georgia es la selección con peor ránking FIFA de la Eurocopa y sus enfrentamientos oficiales con España resultaron en seis derrotas. Dos de ellas, precisamente, en la fase de clasificación para esta Eurocopa.
España ganó 1-7 en Tbilisi en septiembre del año pasado, con hat-trick de Morata, y repitió triunfo en noviembre, en Valladolid, cuando volvió a pasar por encima de los georgianos: 3-1.
Después de una contundente derrota contra Turquía en el primer partido de la fase de grupos (1-3), Georgia ha conseguido reaccionar en estos últimos días y tras empatar contra la República Checa, ha conseguido los tres puntos ante los suplentes de Portugal y se ha metido en octavos de la Eurocopa por primera vez en su historia. Un rival inferior pero con hambre.
Eso que se suele decir de que el tiempo se detiene, es algo literal en el Masters de Augusta. Ya son 88 ediciones y todos los rectores del campo de golf más exclusivo siguen teniendo una máxima: En su torneo no entra un teléfono móvil.
Ya sea Tiger Woods, el presidente de la cadena CBS o un jardinero, ningún móvil es bienvenido en Augusta National en pleno siglo XXI. Época en la que no existe un solo espectáculo deportivo de masas en el mundo que siga este modelo de austeridad tecnológica.
Para muchos esto es un sinsentido y más, si se tiene en cuenta que la empresa de telefonía AT&T, líder en Estados Unidos, es uno de los patrocinadores del torneo. Las cabinas de teléfono, esas que están en extinción en todo el mundo civilizado, se prodigan en Augusta entre azaleas y magnolios. Alrededor de una treintena se pueden encontrar repartidas en diferentes puntos estratégicos del campo de golf.
WYDHAM CLARK Y JON RAHM
En el Masters se puede pasar la tarde enganchado a una conferencia con Tegucigalpa desde el mismísimo Amen Corner y todo, con cortesía de los socios de chaqueta verde.
El ganador del US Open, Wydham Clark respeta las reglas del Masters pero no entiende muy bien la medida en los tiempos actuales: "A mí me parece muy positivo el uso del teléfono, sobre todo cuando la gente los utiliza como cámaras. De esta forma pueden captar la esencia del torneo y llevarse el recuerdo para siempre. No es lo mismo tener una imagen recogida por tu propia mano que verlo por televisión. Hoy en día estos apartados son más que un teléfono, son un recurso muy bueno para que la gente disfrute de nuestro deporte".
Para otros, como Jon Rahm, es justo lo contrario: "Creo que debería haber más torneos que deberían hacer lo mismo", ha afirmado el vigente campeón sobre esta restricción. "Creo que si el ambiente aquí es tan especial es precisamente por eso. No tienes distracciones, es puro amor al deporte. Ojalá hubiera más torneos así".
Rahm también reconoce que, en los últimos años, se ha flexibilizado un poco la norma con los jugadores y que Augusta hace 'la vista gorda' en días de prácticas y sobre todo en los pares tres: "Saben que los jugadores llevamos el teléfono, pero ni lo sacamos. Quizás con alguna foto o un vídeo corto, pero apenas nada y solo hoy", ha señalado el de Barrika tras el concurso de pares tres.
LA CLAVE ES SER DISCRETO
Todos coinciden que la política del campo con los participantes es mucho más laxa. No hay nada oficial, pero se consienten determinados usos siempre fuera de la rondas oficiales del torneo. La clave para el norteamericano, Billy Horchel es "ser discreto y no hace alarde de su uso".
Estas restricciones pueden ocasionar algún contratiempo para algunos jugadores que han adaptado la nueva tecnología como parte de su trabajo diario. Un ejemplo es grabarse el swing en el campo de prácticas: "Con el tiempo aprendí que no puedo esconder el teléfono en algunos sitios. Estoy acostumbrado a golpear algunas bolas y luego mirarlo", ha apuntado Colin Morikawa.
Para el ganador del Open Championship, Brian Harman el teléfono no tiene tanta importancia en la semana: "No te sirve de nada tener uno porque cualquiera con quien necesite hablar, como mi entrenador, mi manager o mi esposa, ya está en el campo y no tienen sus móviles".
"Tratamos de ser fieles a nuestra misión, a quienes somos y a lo que Bobby Jones y Clifford Roberts tenían mente cuando crearon el club", ha comentado Fred Riley, CEO del Augusta National, quien también ha recordado que, en sus planes, no está la idea de cambiar sus políticas con la telefonía.
CUALQUIERA SE EXPONE A NO VOLVER
Al Master le da absolutamente igual las redes sociales y el espectador, periodista o jugador que desafíe sus normas, se expone a no volver nunca.
Para el público o los patronos, así se denominan, tener un teléfono es materialmente imposible ya que los férreos controles de acceso se aseguran que no haya elemento tecnológico alguno. Muchos que lo saben, lo dejan en casa, otros pícaros y despistados, lo intentan, pero sus terminales quedan requisados en consigna.
Los periodistas, que pueden acceder al club con ellos, sólo pueden usarlos en el espectacular centro de prensa, que ya quisiera para sí unos Juegos Olímpicos o un Mundial de Fútbol. Al principio, no disponer de un teléfono a mano y tener que coordinar cierres, envío de material o mil gestiones varias que requiere la vida de un enviado especial, parece un disparate, pero se terminan adaptando.
Eso sí, la acreditación que permanentemente tienen que llevar, y que incluye un microchip, permite a Augusta controlar donde están en cada momento de la semana. A pesar de ello, pueden escribir reportajes desde el ordenador portátil, aunque Augusta bien podría obligarles a teclear una Olivetti, tal y como a Bobby Jones le hubiera gustado.