No es normal que un árbitro se queje del ruido que hacen los zapatos de un ajedrecista, menos aún que este pida en público que los organizadores castiguen al juez por su acción. Alireza Firouzja, que está jugando un mal torneo, denunció en la red social X (Twitter) el comportamiento de Aris Marguetis, que calificó como «vergonzoso». Este explicó después que solo había reaccionado a la protesta de otro de los jugadores y dio incluso su nombre: el azerí Nijat Abasov. Añadió que su obligación era proteger a los otros ajedrecistas y confirmó que Firouzja estaba paseando «demasiado fuerte».
El francés, entretanto, jugaba contra el ruso Ian Nepomniachtchi, colíder del torneo, quien volvió a salvarse en una posición difícil. ¿Lo dejó escapar Firouzja porque su polémica lo sacó mentalmente del tablero? Lo único seguro es que está haciendo un torneo muy flojo: lleva una sola victoria y tres derrotas, y que su comunicado fue muy duro: «Acción vergonzosa del árbitro principal Marghetis hacia mí durante el juego. A mitad de partida, en el momento más intenso, cuando caminaba mientras Ian pensaba su jugada, el árbitro principal se acercó a mí y me dijo que no caminara más, porque mis zapatos hacían ruido en el suelo de madera. Me dijo que no caminara y que trajera zapatos nuevos para mañana, pero mis zapatos han sido aprobados y los uso desde hace más de un año. Esto me supuso una gran distracción durante la partida y perdí completamente la concentración. Le dije a uno de los organizadores que este árbitro debe ser castigado».
Firouzja añadió poco después una frase poco clara, porque su última palabra parece una errata: «Honestamente, todas estas cosas poco profesionales me están sucediendo en casi todos los torneos y realmente me están llevando al punto de la expulsión».
Cabe recordar que en el último torneo de Candidatos, en el Palacio de Santoña de Madrid, una de las mayores preocupaciones de los organizadores era precisamente el ruido que se producía con los paseos de todo el mundo, no solo de los ajedrecistas. Entonces se resolvió en parte el problema colocando varias capas de alfombras sobre el suelo de madera. En Toronto se juega también en un edificio muy antiguo, The Great Hall, construido en 1889.
El árbitro principal, Aris Marguetis, confirmó en una breve entrevista en vídeo para Chess.com que en la sala de juego «los suelos chirrían un poco y los jugadores están acostumbrados». En el caso de Alireza Firouzja, sin embargo, sus pisadas eran «muy pesadas» y Marguetis aseguró que se dio cuenta antes incluso de que otro jugador le transmitiera su queja. «Sus pisadas se podían oír, sonaban como si llevara botas. No sé qué palabra usar, pero eran fuertes, por así decirlo. Entonces comencé a preocuparme un poco».
«Como árbitro principal, tengo algunas responsabilidades», explicó el árbitro. «Una de ellos es proteger a todos los jugadores, el torneo y la integridad del juego. Tuve que tomar una decisión: ¿está molestando más de lo que yo le molestaría a él?». Así que decidió comentárselo al jugador, en susurros y de forma discreta le sugirió que acotara sus paseos o cambiara de calzado: «Tal vez mañana, si tienes unos zapatos más suaves, podrías considerar probarlos. Eso es todo lo que hice. Hice dos sugerencias. De ninguna manera le di un ultimátum».
Firouzja no dijo nada en ese momento, en el que los ajedrecistas todavía no estaban apurados de tiempo, pero regresó más tarde y «adoptó una postura que no era cómoda», según la versión del árbitro. «Quizás presente una apelación por haberme distraído», le dijo.
La protesta de Firouzja huele un poco a pataleo, o a taconeo, aunque el gran maestro de origen iraní añadió alguna explicación más: «Son unos zapatos de hombre normales. En el Candidatos femenino llevan tacones y los árbitros no hacen nada».
Vidit frenó a Nakamura
Sobre el tablero, las piezas se deslizan más suavemente porque llevan fieltro y no chirrían, pero en la partida entre Vidit y Nakamura hubo algo más que tensión. El estadounidense, que intentaba prolongar su gran remontada tras perder justo contra el indio en la primera vuelta, arriesgó para ganar, y divertirse, pero su osadía con las piezas negras le salió cara. Vidit estuvo implacable y lo castigó con contundencia. El estadounidense admitió que su gestión del tiempo había sido «horrible» y que por eso no pudo encontrar luego las ideas correctas.
Dado que el resto de partidas terminaron en tablas, ahora hay seis jugadores en un punto. Nepo y Gukesh (17 años) lideran la clasificación, Pragg los sigue a medio punto, y justo detrás se sitúan Nakamura, Vidit y Caruana. Todos ellos tienen opciones, al menos si los más rezagados espabilan.
En el torneo femenino, también hubo una sola victoria, de la china Tan Zhongyi, que recupera el liderato en solitario. Sus perseguidoras más cercanas son su compatriota Lei Tingjie, la única que ha ganado a la primera clasificada, y Aleksandra Goryachkina. La otra rusa, Kateryna Lagno, es la única que también parece tener opciones de ganar.