El deportista, de 33 años, falleció el domingo mientras dormía. Su esposa, también envenenada, está hospitalizada.
Alexandr Pisarev, antes de un combate.YouTube
El luchador ruso de artes marciales mixtas (MMA) Alexandr Pisarev falleció el pasado domingo presuntamente a consecuencia de un envenenamiento con opioides, según afirmaron a la prensa rusa fuentes cercanas el deportista.
“Según datos previos, fue por envenenamiento con opioides. No sabemos todavía de dónde salieron y cuál fue la causa. Tendremos los resultados definitivos de los análisis en un par de días“, afirmó una fuente citada por la agencia TASS.
El pasado domingo Pisarev, de 33 años, y su esposa, relataron a sus familiares que se encontraban mal. El deportista murió mientras dormía, y su esposa, también envenenada, actualmente está hospitalizada. Según algunos medios, se sospecha que el luchador fue envenenado con una sandía, una hipótesis por confirmar.
Investigación
El Comité de Instrucción de la región de Moscú informó en su canal de Telegram que “la muerte del deportista tuvo lugar a consecuencia de un envenenamiento con una sustancia no se ha determinado”. “Los investigadores inspeccionan el lugar de los hechos, se requisan objetos que podrían resultar significativos para la investigación, se llevan a cabo peritajes químicos forenses”, indicó la entidad.
El luchador, cuya última pelea -en la que perdió ante su compatriota Maxim Usoyán- tuvo lugar en la ciudad rusa de Yekaterimburgo en febrero de 2020, fue campeón de Moscú y finalista del Campeonato Europeo de MMA.
La única preocupación en el vestuario de España era por el tobillo izquierdo de Mikel Oyarzabal. Para el empate a cero ante Serbia en el estreno oficial de la campeona de Europa hay solución, pero no para la lesión que obligó al futbolista a salir del campo en camilla y del estadio en muletas, lo que le privará de jugar el domingo en Ginebra ante Suiza.
De la Fuente confirmó que el delantero sufre "un fuerte esguince de tobillo, que espero que se quede ahí", deseó, y que se someterá a pruebas en las próximas horas para determinar el alcance de la "mala pinta" que le vieron Zubimendi y Grimaldo en el vestuario. El choque con Rajkovic en los instantes finales del partido en los que el seleccionador buscaba "refrescar el ataque y mover un poco el avispero" le deja con Ayoze y Joselu como únicas opciones en la punta de ataque.
No quiso transmitir el técnico español ninguna preocupación por un empate ante una selección ordenada que le creó algún problema. "Es un partido de pretemporada", resumió De la Fuente. "Estamos en fase de preparación. Todos nos exigimos muchísimo, pero esto es un proceso y el camino es muy largo. No hay que darle más importancia", reflexionó.
"En el primer tiempo nos ha faltado frescura en la finalización, llegábamos al área pero no concretábamos ese último pase. En el segundo, nos faltó acierto rematador. Hacía calor, el campo estaba seco y lento... Hay que seguir trabajando y mejorando. El domingo estaremos mucho mejor, seguro, y los jugadores irán cogiendo ritmo de competición y mejorando", añadió e técnico con la voz cascada por las protestas que le costaron la amarilla al protestar por un agarrón a Joselu en el área. "Sólo quería lo que mirara el VAR, porque me ha parecido clarísimo y a Joselu, también. Era una jugada que hubiera cambiado el resultado", advirtió con la misma sinceridad que reconoció que, ante un equipo encerrado como el serbio, haber marcado antes les abría impulsado. "Aun dominando hemos sufrido contras que nos han generado problemas. En el segundo tiempo hemos vivido en el área de serbia, pero sin acierto y ante un gran portero. Con un gol les hubiéramos obligados a salir y todo se les hubiera complicado", analizó.
Insistió De la Fuente en la complicación de este primer partido del curso. "En octubre hablaremos de otra cosa, pero en septiembre, no es que los jugadores estén fatigados, pero tienen falta de ritmo. Les falta carga de trabajo y de partidos. Ha sido un partido muy replegado y muy difícil de abrir en el que nos ha faltado finura, condición física y energía", insistió.
Lo intentó con Fabián, que se retiró enfadado por la clara ocasión desperdiciada, -"ha hecho un partido muy bueno, pero buscábamos el último pase con Pedri", le consoló- y con la apuesta de Ayoze. "Buscábamos profundidad, juego entre líneas y remate. En la primera parte no se lo hemos facilitado porque no le hemos abastecido de balones. Con Mikel queríamos refrescar el ataque y mover un poco el avispero", admitió De la Fuente, que en Ginebra se queda con el canario y Joselu como únicas opciones en el área.
Jonas Vingeggard comienza a ver el final del túnel. El doble campeón del Tour de Francia ha abandonado el Hospital de Txagorritxu de Vitoria, donde ha permanecido 12 días ingresado por un neumotórax, una fractura en la clavícula derecha y varias roturas de costillas, provocadas por la caída sufrida en la cuarta etapa de la Vuelta al País Vasco, el pasado 4 de abril.
El equipo Visma anunció en el mediodía de este martes que el corredor había sido dado de alta en el centro médico y difundió, en redes sociales, una foto del cicclista en la puerta del hospital, sonriente y con un cabestrillo sujetando el brazo derecho. El comunicado del grupo deportivo rezaba así: "¡Buenas noticias! Mensaje de Jonas Vingegaard.Hola a todos, es hora de salir del hospital. Quiero agradecer a todo el personal médico por cuidarme tan bien. Y quiero agradecer a todos por su apoyo moral. He recibido muchos mensajes, regalos y dibujos. ¡Es reconfortante! Ahora es el momento de recuperarse completamente de nuevo".
Todo apunta a que Vingegard seguirá el preceptivo proceso de recuperación en su domicilio en una ciudad de Suiza. Tanto el corredor como los responsables del equipo apelan a la prudencia sobre el futuro inmediato. El deseo de ambas partes es que pueda participar en la próxima edición del Tour de Francia, pero los márgenes de recuperación son cortos, porque sólo restan 73 días para el inicio de la ronda, el 29 de junio.
Vingegaard no podrá realizar ningún ejercicio hasta que no se recupere totalmente del neumotórax, luego comenzará trabajos en bicicleta estática. Si los progresos son satisfactorios podría reaparecer en a Vuelta Suiza, que se disputará del 9 al 16 de junio.
No hace ni tres años, la simple idea de hacer las maletas, cruzar el charco, abandonar la NBA y explorar sus posibilidades en el baloncesto europeo suponía casi una afrenta para Dennis Smith Jr. "No me voy a ir al extranjero. Si las cosas no me salen bien, iré a la NFL. Lo digo muy en serio". Fue justo antes de firmar por los Hornets, el penúltimo asidero de una historia ya vista, la del proyecto de estrella al que todo se le empieza a torcer hasta acabar fuera de una Liga que hacía no tanto le recibió con las expectativas por las nubes.
Porque cuando el base fue elegido en el número 9 del draft de 2017, sin haber cumplido los 20 años, los Mavericks creían haber encontrado la primera piedra de su reconstrucción. Ocho años después, tras un cúmulo de traspasos y lesiones, Dennis llega donde antes no se veía. Es el tan esperado refuerzo invernal del Real Madrid. Este miércoles aterrizó en la capital de España, pasó reconocimiento médico y firmará su contrato hasta final de temporada. Sólo falta el anuncio oficial.
A Smith, un combo de 1,90 con un enorme talento, tanto técnico como físico, siempre le acompañó el Jr. en su camiseta. Su existencia viene marcada por la presencia de su padre, quien le crio en solitario junto a su hermana De'Aira en Fayetteville (Carolina del Norte). Ex militar, pluriempleado y padre soltero desde que Helena abandonara a la familia cuando Dennis tenía 13 meses. Fue su padre quién le enseñó a jugar al baloncesto y nunca olvida los entrenamientos con guantes destinados a mejorar su manejo del balón. Y lo hizo desde la humildad, lejos de modelos tan invasivos como cercanos (ahí están los hermanos Ball). "Lo aprendí todo de él, hasta los modales".
Bien temprano la estrella de Dennis iba a brillar. Y eso a pesar de que también bien pronto le visitarían las lesiones. Cuando ya era uno de los proyectos más interesantes del país, jugando para el Trinity Christian School de Fayetteville, se rompió el ligamento cruzado. Durante la operación, los médicos descubrieron una rareza: tenía un ligamento cruzado anterior adicional. Y aunque había sido descartado para toda su temporada senior, a los dos meses y medio regresó presumiendo de haber mejorado en 20 centímetros su salto vertical.
Dennis Smith Jr., la temporada pasada con los Nets.AP
Esas prestaciones las confirmó en su único año universitario con North Carolina State. De ahí a los Mavericks, un esperanzador primer año en la NBA a las órdenes de Rick Carlisle (15,2 puntos de media e incluido en el segundo quinteto rookie). Hasta que a Dallas llegó un tal Luka Doncic.
Precisamente desde el Real Madrid, caminos cruzados, el esloveno fue a la vez cómplice y verdugo de Smith. Su mejor amigo y el elemento que acabaría por desestabilizar su carrera, pues, tras media temporada de convivencia deportiva, los Mavericks iban a explorar otras vías poniendo a Dennis en el mercado. Intercambiado por Porzingis, en los Knicks empezó su cuesta abajo.
Especialmente al comienzo del siguiente curso, al que no pareció llegar en las mejores condiciones físicas y el Garden se lo hizo pagar hasta con abucheos. No tardaría en salir (en la temporada 2020-2021 sólo jugó tres partidos con los Knicks), ya con las lesiones minando también su rendimiento (muñeca, espalda, rodilla...). Medio curso en los Pistons y uno sin pena ni gloria en los Blazers.
Ahí, verano de 2022, llegó el Rubicón para Smith, que hasta llegó a ganar peso con vistas a su salto a la NFL como defensa. Pero le rescataron los Hornets y el curso pasado los Nets, muy lejos ya de los números del comienzo de su carrera. Tras 326 partidos en la NBA, nadie le quiso firmar este verano. Iba a probar en la Liga de Desarrollo (Wisconsin Herd). Pero apareció el Madrid. Lleva sin jugar un partido oficial desde el pasado mes de marzo.
Ya no tan desesperado como hace unas semanas tras ganar 11 de sus últimos 12 partidos, pero con la necesidad de un impulso en su perímetro que pretende encontrar con las cualidades de Smith. No es un tirador puro ni un excelente pasador, pero hay pocas cosas que se le puedan resistir ofensivamente. También defensivamente (rol al que fue relegado en su última época NBA) debería dar el plus que no han otorgado ni Xabier Rathan-Mayes ni Andrés Feliz. Dennis ocupará plaza de extracomunitario y cuando se recupere Gaby Deck, Chus Mateo tendrá que hacer un descarte para los partidos de ACB entre los dos americanos y el argentino.