El futbolista valenciano, defensa de Monza, fue apuñalado por el hombre que atacó a varios compradores en el centro comercial de Assago el jueves por la tarde.
A las 21.40 horas entró en la sala de urgencias del hospital Niguarda Verónica, la mujer de Pablo Marí. El futbolista valenciano que juega en el Monza, tras una sesión de entrenamiento matutina en el polideportivo de Monzello, decidió pasar la tarde de relax junto a su familia. La pareja optó por pasar la tarde junto a su hijo de cuatro años en el centro comercial Assago, en Milán. Lo que no sabía es que poco después sería apuñalado y trasladado en helicóptero al hospital.
Allí será operado este viernes para reducir el daño muscular causado por el apuñalamiento, según informan los medios italianos. El jugador resulto herido tras ser atacado por un italiano de 46 años con problemas mentales que apuñaló a otras cuatro personas, una de las cuales, un empleado del supermercado Carrefour, falleció mientras era trasladado al hospital.
En poco tiempo se supo la noticia y Adriano Galliani, director general del Monza, muy preocupado, consiguió mantener una breve conversación telefónica con el jugador. Tranquilizado por el hecho de que estaba consciente, Galliani llegó a la sala de urgencias del hospital junto con el entrenador Raffaele Palladino y el personal médico del club para estar cerca del jugador y obtener información del personal médico de la Niguarda.
“Tiene una herida bastante profunda en la espalda, pero no pone en peligro su vida”, reveló Galliani, muy afectado por el incidente. “No ha tocado órganos vitales, se ha lesionado algunos músculos pero Pablo debería recuperarse. Lo están cosiendo, me dicen las enfermeras que salen del quirófano. Me ha dicho de broma que quiere jugar contra el Bolonia el lunes”, aseveró.
Marí es muy querido por todo el equipo. El futbolista, de 29 años, llegó a Brianza este verano cedido por el Arsenal, club propietario de la ficha. Los londinenses ya dejaron marchar al jugador español el pasado mes de enero, cediéndolo al Udinese, que, sin embargo, no lo recompró al final del campeonato. Así que el recién ascendido Monza le dio una oportunidad: el defensa no sólo devolvió la confianza siendo uno de los mejores en el campo, sino que además marcó un gol contra el Spezia.
A sus compañeros de equipo, que están conmocionados, les hubiera gustado acompañar a Pablo en el hospital para mostrarle afecto y cercanía, pero el club disuadió a los jugadores para que evitaran las reuniones. “Querido Pablo, todos estamos cerca de ti y de tu familia. Te queremos, sigue luchando como sabes. Eres un guerrero y te curarás pronto”, fue el mensaje confiado a las redes sociales por Galliani.
Según ha contado Galliani, Pablo Marí ha reconocido que “tuvo suerte”, ya que una persona ha muerto, y que “el niño [en referencia al hijo de cuatro años de la pareja] estaba sentado en el carrito”. “Pablo me dijo que de repente sintió un golpe en la espalda. También tiene dos puntos de sutura en la boca por la herida sufrida durante la refriega. Un episodio impactante para Milán”, añade. Por la noche, fueron muchas las muestras de cariño mostradas por el mundo del fútbol en redes sociales, entre ellas las del Arsenal, el Milán y el Udinese.
El fallecido: un hombre de 47 años
Luis Fernando Ruggieri, boliviano, de 47 años, empleado en el supermercado Carrefour en Assago, en la periferia de Milán (norte de Italia) es la víctima mortal del apuñalamiento múltiple de este jueves en el que resultaron heridas otras cuatro personas, entre ellos el futbolista español del Monza, Pablo Marí.
Un portavoz de la cadena de supermercados ha confirmado la nacionalidad del fallecido, que trabajaba como reponedor, y que murió mientras estaba siendo trasladado al hospital tras recibir una puñalada en el tórax por un italiano de 46 años que sufría problemas mentales.
Según los medios, el atacante se llama Andrea Tombolini y fue detenido poco después del ataque por la policía gracias a la intervención de unexjugador italiano Massimo Tarantino que consiguió inmovilizarlo.
Los investigadores dieron a conocer que Tombolini padecía graves problemas psicológicos y el 18 de octubre, había sido ingresado en el hospital San Paolo de Milán porque autolesionarse.
Tombolini ahora está custodiado en una sala de psiquiatría de un hospital milanes y está acusado de asesinato e intento de asesinato múltiple.