“¿Cómo redistribuyo aquella vivienda?”,”¿Dónde coloco la cocina si quiero ganar amplitud?”, “¿Y si cambio la orientación del comedor?”, y así mil dudas en sus proyectos que Clàudia Tremps solventa corriendo por la montaña, evadiéndose del trabajo y, al mismo tiempo, también trabajando. Es su doble vida. Tremps es especialista en ultradistancia, ganadora de carreras de hasta 170 kilómetros, y arquitecta. No es una cuestión de precariedad, le patrocina On y podría dedicarse sólo al deporte; es una cuestión de necesidad.
“Psicológicamente es muy duro dedicarte sólo a correr. Te pasas tantas horas pensando en el entrenamiento de mañana que llega el entrenamiento y ya estás cansada. Se te va la cabeza. Para mí es una suerte poder trabajar de lo mío y, al mismo tiempo, tener flexibilidad con el horario”, comenta la corredora que trabaja en un despacho en Campdevànol, en el Prepirineo catalán y que no tiene intención de dejar ninguna de las dos cosas. En su mente, tiradas largas por la montaña, series, ejercicios de fuerza, salidas en bicicleta. En su mente, reformas, diseño de viviendas, proyectos de urbanismo, obras públicas. “Normalmente entreno y voy al despacho unas cuatro horas al día. Si tengo que entregar algún trabajo me organizo para no entrenar, pero casi siempre lo consigo cuadrar todo”, explica antes de su enésimo reto.
Este sábado será una de las favoritas en los 126 kilómetros de la Transgrancanaria Classic, en Gran Canaria, posiblemente la carrera de ultradistancia más importante en España. Entre Las Palmas y Maspalomas ya fue segunda y tercera, pero nunca ha celebrado una victoria, en parte por el nivel de las adversarias. Este año, como el anterior, a su lado en la salida estará la estadounidense Courtney Dauwalter. Y eso disminuye sus posibilidades. Dauwalter no sólo es la mejor corredora del momento, vencedora el año pasado de Western States, Hardrock y Ultra Trail del Mont-Blanc (UTMB), es la mejor corredora de la historia. Derrotarla es una quimera.
“Es como Kilian [Jornet], es única. Si no se lesiona o sufre algún problema, ganará, no hace falta discutirlo. Pero el resto, las humanas, pelearemos por acompañarla en el podio. Si compites contra Courtney sólo puedes admirarla y hacer lo tuyo”, admite Tremps que, pese a la humildad, a los 27 años ya acumula un palmarés más que digno. En 2021 se metió entre las 10 mejores del UTMB, la carrera con más nivel del mundo; en 2022 fue segunda en la TDS de la misma UTMB y segunda en la Ultra Pirineu; y el año pasado venció en la KAT100 by UTMB de Austria.
Siempre en la montaña
Procedente del esquí alpino, su deporte de niña, de la equitación e incluso del trial en moto, Tremps debutó en el trail a los 18 años y se dio a conocer rápido gracias a podios en las pruebas cortas de la menorquina Camí de Cavalls o de la propia Ultra Pirineu. Su ascenso fue exponencial y el año pasado estaba lista para dar la campanada en UTMB cuando se lesionó y tuvo que retirarse antes de llegar a meta. “Fue duro, nadie quiere retirarse en una prueba como UTMB. Pero ahora llego bien a la Transgrancanaria, muy fuerte muscularmente para evitar otros problemas”, analiza la atleta ya acostumbrada a competir con dolor.
Hace un par de años, se rompió el psoas y pese a ello no dio por perdida la temporada. En la ultradistancia, donde lo normal es estar corriendo durante más de 24 horas, cruzar una noche y quizá dos, convivir con el dolor es esencial. “Miente quien diga que no le duele. Obviamente hay dolores y dolores, pero hay que aprender a diferenciarlos. Si te das un golpe con una puerta te va a doler varios días, pero eso no quiere decir que te hayas roto. Si corres 170 kilómetros te va a doler, pero deber saber gestionarlo”, finaliza Tremps antes de su desafió en la Transgrancanaria Classic y de una año repleto de largos entrenamientos en los que resolverá mil dudas, “¿Cómo redistribuyo aquella vivienda?”,”¿Dónde coloco la cocina si quiero ganar amplitud?”, “¿Y si cambio la orientación del comedor?”.