Mientras Argentina se sacude ante la inflación económica disparada hasta límites de locura y una serie de reformas que apuntan a cambiar de raíz el país, Javier Milei sale de una reunión, abre X (la ex twitter) y se detiene en una encuesta elaborada por TNT Sports. “Si hablamos de históricos, ¿cuál arquero argentino no podría faltar en esta imagen?”, era la pregunta. La imagen contenía fotos de grandes porteros, como Oliver Kahn, Gianluigi Buffon, Iker Casillas, Manuel Neuer, Dida y Edwin Van der Sar, entre otros. El presidente argentino no dudó, y escribió su candidato con letras mayúsculas: UBALDO MATILDO FILLOL.
Fillol fue campeón mundial con Argentina en 1978 e hizo campaña en 2023 por el peronista Sergio Massa, al que Milei derrotó en las elecciones. Al presidente no le importó. Portero en las divisiones juveniles de Chacarita Juniors en los años 80, Milei ama el fútbol, aunque lo ama de manera diferente a muchos argentinos: está convencido de que la transformación de los clubes en Sociedades Anónimas Deportivas (SAD) es el camino, y señaló ese rumbo en el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) que firmó el 20 de diciembre. Un camino ultraliberal, que es el que busca para el resto de los asuntos en un país en el que históricamente el Estado ha tenido una fortísima presencia.
Y días después, Milei hizo algo más: lanzó un atractivo señuelo para clubes y afición. “No hace falta que diga que Argentina es cuna de cracks. Entendido como negocio hay un montón de negocios para hacer con el caso argentino. De repente podría estar representando en un lapso muy corto de tiempo inversiones por más de mil millones de dólares”, aseguró el jefe de Estado en una entrevista. “Ni bien salió el decreto, Chelsea se vio interesado en invertir en Argentina”, añadió el presidente.
En paralelo con las palabras de Milei, un youtuber británico llamado Felix Johnson, especializado en seguir las novedades del Chelsea, aseguró que el club londinense está “listo para buscar equipos argentinos que funcionen como sus clubes satélite”, o “feeders clubs”: clubes en los que se prueba y foguean jugadores para que funcionen donde verdaderamente importa.
El fútbol británico creó al fútbol argentino a partir de los trabajadores del ferrocarril instalados en la prometedora nueva nación del sur desde finales del siglo XIX e inicios del XX. Que 125 años después clubes de raigambre británica, como Newell’s Old Boys, Banfield o Racing, aparezcan en esa supuesta lista no deja de ser una paradoja, una ironía del destino.
Newell’s, el club de Lionel Messi, emitió un comunicado. Lo mismo hizo Lanús, otra entidad mediana y con historia en el fútbol argentino. La pasión no se privatiza. “El club es de sus socios”, vinieron a decir. Lo mismo dicen los estatutos de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), presidida por el peronista Claudio Tapia, con el que Milei no se habla.
Detrás del deseo de Milei, el ex presidente Mauricio Macri (2015-2019), que lideró Boca por 12 años, entre 1995 y 2007. Macri es el presidente de la Fundación FIFA y tiene inmejorables lazos con Gianni Infantino, mandamás del fútbol mundial, contacto nada despreciable para sacar adelante los objetivos de Milei.
Fútbol vs Milei
“El decreto no transforma a los clubes en sociedades anónimas, pero permite que se transformen clubes en sociedades anónimas o que ingresen al fútbol sociedades anónimas”, explicó a EL MUNDO Sebastián Gasibe, especialista en derecho deportivo. “La ley del deporte en Argentina considera entidades deportivas sólo a las asociaciones civiles sin fines de lucro. En el DNU se establece que ninguna organización podrá prohibir la presencia en competiciones de clubes que son sociedades anónimas”.
Ese DNU está en crisis en el apartado que tiene que ver con la reforma laboral. La Confederación General del Trabajo (CGT), sindicato netamente peronista, logró frenar la aplicación del DNU en el aspecto laboral al presentar con éxito ante la justicia una petición de medida cautelar. Muchos clubes, y la propia AFA, se preparan, por el momento discretamente, para un paso similar.
El primer paso lo dio hace pocos días la Liga de fútbol de Salto, una competencia a nivel provincial en Buenos Aires, que presentó una demanda contra el Estado nacional.El fútbol, así, podría tornarse menos grato para Milei que aquellos años como portero de Chacarita.