Mundial de Clubes
Desde 2016 han debutado 25 canteranos y sólo uno se ha quedado en el primer equipo: Mariano. La paciencia de Sergio Arribas, que marcó en semifinales, un ejemplo: “Aquí un gol vale por 10”
«¡Un minuto necesitas para marcar un gol!». Florentino Pérez bajó al vestuario del Real Madrid en el Estadio Moulay Abdellah de Rabat para felicitar uno a uno a sus futbolistas por el pase a la final del Mundial de Clubes y se detuvo un instante con Sergio Arribas. El canterano, estrella del Castilla de Raúl, anotó el 1-4 en el primer y único balón que tocó en el partido. No necesitó más.
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El de Arribas en Marruecos fue el primer tanto de un futbolista con ficha del filial desde el de Cristo González ante el Melilla en una eliminatoria de Copa del Rey en octubre de 2018. Han pasado más de cuatro años y varios títulos desde entonces, y el Madrid, preso de la «exigencia descomunal» que se presupone en el conjunto blanco, parecía haber olvidado lo que era celebrar el gol de una joven promesa. «Es que esto es el Madrid, ha pasado por encima de estrellas mundiales, ¿cómo no va a ser difícil para los canteranos? Hay que tirar la maldita puerta abajo», argumentan en Valdebebas los que mejor conocen las entrañas de las categorías inferiores madridistas.
Los 25 debutantes
Desde 2016, cuando Zinedine Zidane asumió el cargo de entrenador, han debutado con el primer equipo 25 futbolistas, fruto de las decisiones del técnico galo, Julen Lopetegui, Santiago Solari, ahora Director de Fútbol del club, y Carlo Ancelotti. Sólo uno se ha quedado: Mariano. El resto han cogido diferentes rumbos. Uno está en la elite europea: Achraf Hakimi (PSG). Otro en la Serie A: Mario Gila (Lazio). Nueve van haciendo carrera en La Liga: Óscar Rodríguez (Celta), Jaime Seoane (Getafe), Reguilón (Atlético), Javi Sánchez (Valladolid), Fran García (Rayo), Víctor Chust (Cádiz), Hugo Duro (Valencia), Miguel Gutiérrez (Girona) y Latasa (Getafe). Seis están en Segunda División: Rubén Yáñez (Málaga), Franchu (Cartagena), Luca Zidane (Eibar), Cristo (Sporting), Marvin Park (Las Palmas) y Antonio Blanco (Alavés). Enzo Zidane sigue en la 1ª Federación (Fuenlabrada), y Arribas, Mario Martín, Peter Federico y Álvaro Rodríguez están en el Castilla. Lejos de Europa, Álvaro Fidalgo fichó por el América de México y Luismi Quezada por el Tokushima Vortis de la segunda japonesa.
“Estoy aquí para ganar, no para dar minutos”
Es decir, de todos los que han tenido algún minuto oficial en los últimos años, el único que ha llegado al «nivel Real Madrid» es Achraf. «Esto es el campeón de Europa, es una plantilla de mucho nivel. Estoy aquí para ganar, no para dar minutos», ha repetido varias veces Ancelotti en rueda de prensa. A la espera de lo que suceda con Fran García, que tiene muchas opciones de regresar para reforzar el lateral izquierdo, y de las decisiones que se tomen a corto plazo con Arribas y Álvaro Rodríguez, los favoritos de Carletto, los canteranos no parecen cerca de llenar el fondo de armario de la rotación del Madrid. Ni siquiera los campeones de la Champions juvenil de 2020, como Chust, Gutiérrez o Blanco, que todavía buscan su hueco en la elite del fútbol español. No lo encontraron en Chamartín y necesitaron salir fuera para demostrarlo.
«El cuerpo técnico los conoce a todos porque la mayoría entrenan con el primer equipo durante muchas semanas de la temporada», resumen en Valdebebas. Y ahí reside una experiencia que, a veces, es más importante que los propios minutos: «Mira Arribas. Un gol en el Madrid, aunque sea jugando un minuto, vale diez veces más que meterlo en otro club», asegura una persona muy cercana al Castilla.
“Sergio no tiene pájaros en la cabeza”
El menudo mediapunta es la gran estrella del filial, aceptó la insistencia del club para seguir un año más a las órdenes de Raúl a pesar de que su fútbol (y las ofertas) pedía Primera División y ahora observa los frutos de su paciencia, de repetir una y otra vez ese dicho que se escucha en Valdebebas: «Del Madrid te tienen que echar». «Sergio no tiene pájaros en la cabeza. A nivel mental es bastante fuerte y tiene claro su sueño, que es jugar en el Madrid», admiten en su círculo cercano. Su contrato termina en junio de 2024 y lograr un hueco en el primer equipo, con lo que significaría a nivel económico y deportivo, sería «un premio» a todo el esfuerzo que ha hecho por quedarse estos años.
El sueño de todo niño madridista es jugar en el Madrid, pero la realidad es que para el entorno de los jóvenes que intentan hacerse un hueco en la cantera, alcanzar el filial del conjunto blanco es ya un logro increíble. Algo que pocos consiguen. El paso previo a asegurar una carrera en el fútbol profesional. Los jugadores observan cada fin de semana en el Di Stefano a medio centenar de ojeadores de todo el fútbol europeo. «El Castilla es una plataforma gigante, mucho más que otros clubes de categoría superior», confiesan en las agencias de representación.
El gol en la semifinal puede impulsar la segunda parte de curso de Arribas, aunque Raúl, en plena lucha por el deseado ascenso del filial a Segunda, también le necesita. En la misma situación está el delantero uruguayo Álvaro Rodríguez, del gusto de Ancelotti y que se ha salido en el Sudamericano sub’20.