Yulen Pereira, portadas en la prensa rosa y medallas en esgrima: “Estoy todo el día vigilado, no se lo deseo a nadie”

Yulen Pereira, portadas en la prensa rosa y medallas en esgrima: "Estoy todo el día vigilado, no se lo deseo a nadie"

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Después de su paso por ‘Supervivientes’ y de ocupar las portadas del corazón, Yulen Pereira vuelve a ser uno de los mejores esgrimistas del mundo y opta a medalla en París 2024

El esgrimista Yulen Pereira posa en Centro de Alto Rendimiento de Madrid.ANGEL NAVARRETEMUNDO

Si usted es lector habitual de ‘La Otra Crónica’, permítame que le presente un Yulen Pereira que desconoce. Es esgrimista, sí, pero no sólo eso: fue el mejor del mundo en todas las categorías inferiores, la medalla en los Juegos de Tokio 2020 era una opción cuando se rompió la rodilla y puede subirse al podio en los Juegos de París 2024.

Si usted es lector habitual del ‘DXT’, permítame que le presente un Yulen Pereira que desconoce. Sale en la prensa del corazón, sí, pero no sólo eso: hace un año participó en el reality Supervivientes de Telecinco, empezó allí una relación con Anabel Pantoja, la sobrina de Isabel Pantoja, y hace unas semanas la ruptura de la pareja llenó portadas.

Dos vidas distintas, dos vidas casi opuestas, que ahora Pereira maneja como puede. Lo reconoce: es complicado. Pero también tiene sus ventajas.

ANGEL NAVARRETEMUNDO

El último año me ha hecho más fuerte mentalmente. Vengo de un deporte minoritario, he descubierto un mundo muy diferente al mío. Hay cosas buenas, de repente la gente me felicita por la calle por mis medallas, pero también hay muchas cosas malas”, reconoce Pereira en conversación con EL MUNDO después de un entrenamiento en el Centro de Alto Rendimiento de Madrid. Allí encuentra cobijo, sus ejercicios, los compañeros que sólo le conocen como deportista, la ausencia de flashes. Pero fuera…

El precio de la fama

“He sabido qué son realmente los haters, qué es que te persigan los paparazzis… y se me ha quedado muy grande. Hubo un momento en el que toqué fondo, no supe cómo gestionarlo, tuve que pedir ayuda. No quería ni abrir el móvil, ni salir de casa. Lo que decía: ahora me siento más fuerte mentalmente. Transformo ese odio en motivación y he aprendido a vivir todo el día vigilado. No se lo deseo a nadie, pero creo que me ha hecho mejor en la pista”, comenta Pereira, de 27 años, que esta temporada se ha colgado medallas en la Copa del Mundo de Heidenheim y en el Grand Prix de Cali, y ha vuelto a colocarse entre los 25 mejores del ranking mundial. Si no media lesión, debería brillar en las próximas citas, Europeo y Mundial, y clasificarse para los Juegos de París, un objetivo factible. Después de asomarse a la televisión, de sumergirse en la farándula, de disfrutar de sus mieles y de padecer sus inconvenientes, ha regresado a la vida casi anónima y mal pagada del deportista olímpico.

¿Se arrepiente de haberse metido en ‘Supervivientes’?
No me arrepiento ¿Sabes qué pasa? Romperme la rótula y quedarme fuera de los Juegos de Tokio me cambió mucho los planes. Estaba entre los mejores del mundo [cuarto del ranking], estaba preparado para pelear por una medalla, estaba concentradísimo y la lesión me dejó sin nada. Todo lo que había hecho hasta ese momento no servía. No tenía ni beca, ni patrocinadores y me tuve que buscar la vida. En un principio cambié de club, me fui a París a competir… pero llegó la oferta de ‘Supervivientes’. Era una experiencia nueva, estaba en un año no olímpico y pensé: ¿Por qué no? No me arrepiento.

“Hay otros deportistas que se han hecho conocidos gracias a programas más blancos, como Masterchef o El Desafío, pero yo estuve en una relación polémica, muy expuesto, con la prensa rosa encima. Ahora no me cierro puertas, puedo volver a la televisión, a hacer campañas, pero priorizo la esgrima. Nunca ha pasado por mi cabeza dejar la esgrima. Quizá podría ganar más con otras cosas, pero soy esgrimista por encima de todo y eso no va a cambiar nunca”, proclama Pereira en un canto de amor a su deporte que empezó en la cuna. Porque también jugó al baloncesto, sí, de hecho, es seguidor acérrimo de los Miami Heat de la NBA, pero estaba llamado a ser esgrimista y esgrimista es. Aunque durante tiempo lo odiaba.

Odiaba la esgrima

Su padre Manuel, también su entrenador, fue campeón del mundo en 1989 y sexto en los Juegos de Barcelona 1992 y desde que Yulen era pequeño, raca, raca, raca, raca, raca, raca. “De niño todo era esgrima, esgrima, esgrima, he mamado muchísima esgrima en casa. Si te digo la verdad, hasta los 14 o los 15 no me gustaba nada. Iba a entrenar y lloraba. Le decía a mi padre: ‘No quiero hacer esgrima, no quiero ir, no quiero ir’. Pero siempre ganaba. Y eso sí me gustaba. Seguía haciendo esgrima porque me gustaba ganar. Desde los nueve años fui campeón de España de todas las categorías, número uno del mundo en todas las categorías… Mi padre veía el talento y quería lo mejor para mí. Ahora le agradezco que insistiera tanto”, comenta el esgrimista de madre cubana que siendo un adolescente se quedó fuera de los Juegos de Río 2016 por un tocado en el Preolímpico, que sufrió el dolor previo a los Juegos de Tokio 2020 y que, tras ‘Supervivientes’, vivió otra catarsis.

Toda la vida había sido un tipo musculoso, un armario, y un visto y no visto -por unos dos millones de espectadores- perdió casi 20 kilos. De repente, un tirillas. Descubrió que su resurrección deportiva sería más dura de lo que pensaba. “La gente pensaba que estaba loco. ¿Cómo va a volver éste al alto nivel? Pero ya me ves. Ha sido un infierno de dieta, de sesiones dobles, de sesiones de fisio. Al volver del reality gané peso muy rápido, un efecto rebote brutal, y luego me costó mucho convertirlo en músculo. Incluso sufrí dos lesiones musculares”, finaliza Pereira, con una vida en ‘La Otra Crónica’ y otra vida en el ‘DXT’.

kpd