El técnico del Barça admite que su decisión de dejar de contar tanto con el central ha podido ser determinante para que se haya precipitado su retirada
Cómo no, el adiós de Gerard Piqué prácticamente monopolizó la rueda de prensa de Xavi previa al partido de mañana contra el Almería. Tal y como aseguró el central, será el último que tendrá la ocasión de disputar en el Camp Nou si el técnico, cómo no, decide darle minutos. Algo que, a pesar de que el entrenador jugó un poco al despiste con la cuestión, parece casi asegurado, tanto por las circunstancias como por la efeméride. Y aunque admitió que su reunión con él el verano pasado, en la que le advirtió de que iba a ser menos importante, ha podido tener mucho peso en la decisión del futbolista, recalcó que su falta de minutos se ha debido única y exclusivamente a motivos deportivos.
«Siempre ha sido valiente, competitivo, es un ganador, no tiene complejos ni miedos y cuenta con una capacidad intelectual superior a la normal. Siempre se ha implicado, ha sido un buen compañero y un buen miembro del equipo. No hay nada que reprocharle. No ha sido para nada algo personal, sólo futbolístico», señaló el entrenador azulgrana. «No tengo ningún problema con Gerard, al contrario. Ha sumado y, si continuara, seguiría sumando. Siempre ha dado el 100%, jugara lo que jugara. Es una decisión suya, de acuerdo con las circunstancias y quizás también viene a raíz de la conversación que tuvimos en verano», recalcó un Xavi que no escatimó elogios para el defensa, a quien considera «uno de los mejores centrales de la historia».
“Muestra una grandeza espectacular”
«Se merece todos los elogios. He tenido la suerte de ser su compañero y su entrenador. Por una serie de circunstancias, ha decidido poner punto final. Lo entiendo, porque yo también he pasado por ahí. Aún tiene contrato, pero muestra una grandeza espectacular dando este paso al lado. Se merece que el barcelonismo lo honre como se merece. Es una leyenda del club», aseveró el técnico, quien confesó que, cuando llegó al banquillo del Camp Nou, hace ya casi un año, no pensó en la posibilidad de que tendría que ir contando cada vez menos con jugadores que han tenido tanto peso para la entidad como el propio Piqué. «Te toca decidir cosas que no son agradables, que a veces son drásticas y no le gustan a uno mismo, pero va con el cargo, nada más», argumentó.
«Cuando le comuniqué mis intenciones, fue uno de los días más difíciles de mi carrera como entrenador, porque es un compañero y le tengo una gran estima», insistió un Xavi que no renegó en absoluto de su más que probable influencia en la decisión del central. «Seguramente, he tenido un peso importante. A veces tomamos decisiones equivocadas, pero he hecho lo que he considerado mejor para el equipo y para la entidad. No es fácil, es desagradable tomar este tipo de decisiones, pero tengo que mirar por el bien del club», recalcó. «No sé si he sido justo o no, lo que sí sé es que he sido honesto, sincero y honrado en el mensaje. Así se lo dije. Ha sido ejemplo para el equipo, para los capitanes, para el staff. Siempre se ha entrenado al máximo y nunca ha tenido ni una mala cara. Son las circunstancias las que le han llevado a tomar la decisión en este momento. Muchas veces, no elegimos el final», abundó.
«He intentado ser honesto. El futbolista, cuando no lo pones, siente que el culpable es el entrenador. Tienes que lidiar con eso, y a veces es desagradable tomar este tipo de decisiones con compañeros como Piqué o Alves, pero al final lo que manda es el trabajo. En cuanto a lo que se dijo en la conversación que tuvimos, es privada. Si él la quiere contar, adelante, pero no seré yo el que lo haga», reiteró un Xavi que aseguró que, a nivel personal, nada ha cambiado entre él y el defensa. «La relación es la misma que antes, no hay una mala relación. Simplemente, tengo que tomar decisiones por el bien del equipo y por el bien del club. Cuando no pones a alguien que ha sido tanto para esta entidad, no gusta, pero no se ha enfriado. Para nada», sentenció.