Una pitada al ministro, la emotiva llamada de Ibon y la pizza del MVP Kendrick Perry: “Era un trotamundos. He encontrado mi casa en Málaga”

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Los festejos en la pista del Gran Canaria Arena se alargaron cuando Alberto Díaz, quien no pudo acabar la final por lesión (tampoco Jonathan Barreiro), levantó la Copa para Unicaja por segunda vez en tres años. Antes, hubo una doble y sonora pitada para Ángel Víctor Torres, Ministro de Política Territorial y Memoria Democrática y ex presidente del Gobierno de Canarias. La emoción de las familias, la comunión con la afición y ‘Tú bandera’ entonado por la charanga y cantado a capela por todos. Los pelos de punta. En contraste con las caras largas del Real Madrid, dos finales perdidas seguida contra el mismo rival.

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En la sala de prensa aparecieron Kendrick Perry, con gafas de sol y una caja de pizza en sus manos -«lo siento, ha sido un fin de semana largo»-, e Ibon Navarro, recién pasado por la ducha y la bañera de agua helada en el vestuario. Y tosiendo, claro. «Así no me curo nunca el catarro», bromeaba el técnico de moda, el tipo que ha revolucionado el baloncesto nacional y que un rato antes, en la pista y en las entrañas del pabellón, realizó una emotiva vídeo-llamada con su hijo Aritz.

Ibon Navarro, celebrando el título con sus jugadores.Elvira Urquijo A.EFE

El buen rollo se palpaba. Es uno de los grandes secretos de la plantilla de Unicaja. «Es lo que es este equipo, cada día aparece uno», decía el vitoriano, señalando a su flamante MVP, 27 puntos y seis asistencias para desarbolar a todo un Madrid, con Facundo Campazzo enfrente. «A veces el entrenador tiene que no molestar demasiado. Somos gestores de personas. Eso es más complicado de dar con la clave de un partido», reconocía Navarro.

Eran los dos grandes protagonistas de la noche. Dos tipos hechos a sí mismos. Ibon en los banquillos, desde equipos modestos -descenso con Manresa, despido de Andorra- hasta los títulos con Unicaja. Kendrick en la pista, 11 equipos en 10 temporadas tras salir de EEUU. «No es ningún secreto que he sido un trotamundos. Desde mi primer año he dicho que quería un sitio donde ser feliz, encontrarme cómodo y convertirlo en mi casa. Me ha costado un tiempo, pero no solo he encontrado una casa en Málaga, hemos conseguido grandes cosas», explicaba quien también logró el trofeo de jugador más valorado en la última Final Four de la Champions League, ganada por los malagueños al Tenerife en la final de Belgrado (17 puntos aquel día).

Antonio Martín y Angel Víctor Torres, con Alberto Díaz.Elvira Urquijo A.EFE

El base, nacido en Florida y no drafteado en 2014 por la NBA, empezó su carrera fuera de EEUU nada menos que en Sydney, Australia. Hungría, Macedonia, Rusia, Francia, Serbia, Eslovenia, Grecia y Montenegro fueron los países visitados, cada año en un club diferente, hasta su fichaje por el Unicaja en junio de 2022, meses después de Ibon, cuando todo empezó. También es internacional por Montenegro. Le encanta cocinar y el clima de Málaga le recuerda al de su tierra. Recientemente renovó hasta 2027. «Yo quiero ganar más trofeos para este club y esta ciudad», se arrancó en un más que buen castellano.

«Aquí tienes 14 jugadores que compraron el sistema del entrenador desde el primer día. No es fácil. Somos un equipo veterano, tienes que sacrificarte un poco en beneficio del equipo y lleva tiempo, pero cuando lo haces bien, te lleva al éxito», exponía el estadounidense que reconoció que Unicaja «es un equipo es especial». «Cualquiera podría ser el MVP. Yo solo he tenido la suerte de anotar algunos tiros más de lo normal. Somos un equipo talentoso y todos los trofeos que estamos ganando son mérito del equipo».

kpd