Gabriel Deck, con un triple a falta de tres décimas, certificó la victoria a domicilio del Real Madrid ante el Zalgiris Kaunas lituano (62-64) para cerrar la fase inicial de la Euroliga, tras un choque muy poco vistoso que solo tuvo emoción cuando unos y otros se torturaron desde el perímetro en el último cuarto.
Cerraba el conjunto blanco su participación en el tramo inicial de la temporada como líder, en la misma cancha, el Zalgirio Arena, en la que meses antes se había coronado como campeón de Europa tras superar sucesivamente en la Fase Final al Barça y al Olympiacos.
Sin embargo, y pese a ese éxito, no era Kaunas territorio propicio para el equipo cuando enfrente estaba el Zalgiris, pues de sus últimas cuatro visitas contra ese rival había perdido en tres. De hecho en febrero del 2022 sufrió una derrota histórica, pues sus 47 puntos fue la menor anotación del bando madridista en un partido del torneo.
El arranque de Musa
Por suerte para los espectadores algo así parecía irrepetible, si bien el anfitrión hizo méritos sobrados para ello en el primer cuarto. Sus nueve puntos, renunciando al acierto en los últimos cuatro minutos, fueron un pobre aporte que pese a ello no les sacó del partido. Y es que el Real Madrid, a medio gas, solo hizo 16, la mitad de ellos de Dznan Musa.
El bosnio anotó dos triples, y se subieron a ese carro Mario Hezonja en dos ocasiones y Sergio Llull. Así, el Real Madrid transformó desde lejos 5 de sus 7 canastas y alcanzó una máxima ventaja de diez puntos, que comenzó a bajar cuando el Zalgiris despertó de su letargo anotador de seis minutos. El aire se lo insuflaron Dovydas Giedraitis y Keenan Evans, autores entre ambos de 14 de los 25 puntos de los suyos.
También remaron los en el tercer acto, cuando junto a Edmond Sumner se repartieron los escasos 11 puntos que el cuadro de Kaunas fue capaz de hacer en nueve minutos. Maquillaron los de casa esa estadística en los sesenta segundos finales, un ejercicio de tanatoestética que echó de menos el Real Madrid. Muerto en la pista, el cuadro español solo aportó 13 puntos en ese cuarto, cinco de ellos de tiro libre.
Los triples finales
Dado el panorama, y más por demérito de los de Chus Mateo que por mérito suyo, el Zalgiris no pudo evitar certificar la remontada en su primer ataque del último acto con un triple de Brady Manek. Empezó ahí el recital de tiros lejanos provechosos que salpicó los últimos diez minutos.
Manek logró otros tres; Mario Hezonja dos; y Carlos Alocén, Evans y Musa uno cada uno en medio de un frenesí del que salió airoso el Real Madrid, con renta favorable de tres puntos a falta de 13 segundos. Esa balacera solo podía decidirse agotando uno y otro toda la munición. Kevarrius Hayes, cómo no de triple, selló el empate a falta de ocho y, con solo tres décimas por delante Deck inoculó la misma medicina para poner el broche al festival perimetral.