Entrevista
La asombrosa plusmarquista mundial de maratón reflexiona sobre su éxito y su pasado en la pista. “El atletismo no tiene límites, lo único que pienso es en bajar de 2:10”, asegura
Hace exactamente un mes y dos días, Tigist Assefa (Adis Abeba, Etiopía, 1996) destrozó en Berlín el récord del mundo de maratón. Ninguna mujer había bajado jamás de las dos horas y 14 minutos y ella, de un plumazo, lo fijó en 2:11:53, a un asombroso ritmo de 3:07 el kilómetro. Una verdadera gesta que habla de los límites del atletismo y que la etíope ha intentado asimilar antes de lanzarse a por nuevos retos. De visita en Madrid gracias a la Fundación Sanitas -ella y Michael Johnson fueron los embajadores de la 12ª semana del deporte inclusivo-, la atleta, que se expresa en el idioma amárico, conversa con EL MUNDO gracias a la traducción de su marido.
Para saber más
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- ¿Le dio tiempo a reflexionar sobre su hazaña?
- Ha sido un mes de mucha felicidad, de pensar en el éxito conseguido. Pero todo sigue y hay que mirar hacia delante. Estoy ya recuperada físicamente al 100%, sin ningún problema. Y he empezado con entrenamientos suaves y sencillos, todavía sin cargas fuertes.
- 15 días después de su marca, Kelvin Kiptum también batió el récord masculino (en Chicago, 2:00.35). Ambos afrontabais sólo vuestro tercer maratón, ambos sois jóvenes. ¿Es una revolución?
- Sí, cierto, para Kiptum también era su tercer maratón, como yo y ambos batimos el récord del mundo. Creo que algo está cambiando. Él es un atleta muy fuerte y yo también lo soy. Es posible que ambos podamos batir el récord otra vez.
- ¿Los atletas pensáis mucho en los límites?
- Yo creo que el atletismo no tiene límites. Realmente, en lo único que pienso es en bajar de 2:10. No será nada fácil, pero estoy motivada para entrenar duro para ello e intentarlo la próxima vez. Es mi motivación. El intento será de nuevo en Berlín.
- ¿Cree que en los próximos años vamos a ver cómo se van a ir acercando las marcas de las mujeres a las de los hombres en maratón?
- (Ríe) Estoy orgullosa de las mujeres, de que los tiempos cada vez estén más cerca de los de los hombres. Por mi parte, empujaré fuerte y trabajaré duro para intentar acercarme lo máximo a los tiempos de los hombres.
- Hábleme de las ‘zapatillas mágicas’. En Berlín batió el récord con las Adidas Pro EVO 1 (pesan 136 gramos). ¿Cuánto ayudan?
- Estas zapatillas, las EVO, fueron fantásticas para mí, para que consiguiera ir tan deprisa, para que mi musculatura no sufriera, por su comodidad. Se ha demostrado que en maratón las zapatillas son algo fundamental y estamos viendo los avances. EVO es una zapatilla perfecta, estoy feliz con ellas.
- Pero, con otro modelo, ¿la marca hubiera sido peor?
- EVO es perfecta, pero creo que con cualquier otra zapatilla Adidas hubiera hecho también el récord. Ese día hubiera hecho el mismo tiempo.
- Era la primera vez que se las ponía. ¿No le causó inquietud estrenarlas para la competición?
- Sí, estaba un poco confusa. Aunque no estaba nerviosa, antes de la carrera tenía un poco de miedo por probarlas, era la primera vez. Después, fue todo felicidad. Creo que es un poco injusto que se hable tanto de las zapatillas y menos del atleta. Después del récord en Berlín sólo se hablaba de ellas, de su precio, de su peso… Es marketing, pero lo entiendo.
- Empezó como atleta de pista en 800 metros (fue olímpica en Río). ¿Por qué ese salto tan radical al maratón?
- Yo era una atleta de velocidad, de distancias cortas, pero tuve una lesión en mi pierna, en el Aquiles. Fue duro, no podía correr en pista, los clavos me hacían mal y la única opción fue pasarme a la ruta. Y por eso empecé con el maratón. Ahora soy feliz y no tengo dolor.
- ¿Ese pasado ‘velocista’ le ayuda ahora?
- Sí, haber sido antes rápida en 400 y 800 metros me ayuda ahora, seguro, definitivamente. Porque la velocidad es fundamental también para el maratón.
- ¿Cuáles son sus siguientes objetivos?
- Mi principal objetivo es el oro en los Juegos Olímpicos. Ser campeona olímpica en París es todo un sueño. Y el segundo objetivo, será volver a batir el récord del mundo. El maratón es el maratón, no es nada sencillo bajar esas marcas. Pero siempre se puede mejorar en el futuro, siempre desde los entrenamientos, ahí está la clave.
- Para quién no la conozca, ¿quién es Tigist Assefa?
- Vengo de una familia de gobernadores de mi región, en Adis Abeba. Empecé atletismo en el colegio. En ese momento era una niña muy muy delgada y me encantaba correr. Iba muy deprisa, era la más rápida. No sabía muy bien lo que quería ser de mayor, aparte del deporte. Pero sí que tenía claro que cualquier desafío en la vida lo iba a afrontar con fuerza y nunca rindiéndome, en lo que fuera.
- ¿Cuáles son sus aficiones fuera del deporte?
- Me encanta ver películas y también nadar. Es algo que me ayuda, a veces hago carreras en la piscina, un par de veces al mes.
- ¿Cómo lleva ser de pronto una mujer tan famosa?
- Eso es lo peor de mi récord, tener que lidiar con la fama de repente. Es complicado, porque mi vida ahora es muy diferente, mucha gente me conoce. Soy muy feliz, pero es demasiado estresante.