Jannik Sinner no dio ninguna opción a Carlos Alcaraz y se impuso al número uno del mundo, en la final del Six Kings Slam, la lucrativa exhibición disputada en Arabia Saudí (6-2, 6-4). “Cuando Jannik juega a este nivel es siempre muy complicado”, admitió el español tras su derrota en el ANB Arena de Riyadh.
Enrabietado por sus últimas decepciones ante el español, que le venció en las finales del US Open y del Masters 1.000 de Cincinnati, el ganador de cuatro majors salió dispuesto a revindicarse con un juego agresivo.
Una fulgurante puesta en escena ante la que poco o nada pudo hacer Alcaraz, que en un visto y no visto se encontró con tres juegos de desventaja (1-4) tras ceder en dos ocasiones su servicio. Panorama que recordaba al vivido en la final del último Wimbledon en la que el murciano, pese a imponerse en la primera manga, acabó rendido ante el juego sin fisuras de Sinner, que se apuntó los tres siguientes sets.
Más que una exhibición
Una derrota que supuso un antes y un después para Alcaraz, que desde lo ocurrido en Londres ha dado un salto adelante en su juego para convertirse en prácticamente invencible. De hecho, el español tan sólo ha encajado una derrota, la sufrida ante Tylor Fritz en la Laver Cup, en los 21 partidos que ha jugado desde la final del torneo británico. Tres meses en los que el número uno se ha llevado a todos sus rivales por delante, como atestiguan sus triunfos en Cincinnati, el US Open y Tokio.
Racha victoriosa que Sinner pareció dispuesto a poner fin este sábado en Riyadh, donde el transalpino era consciente de que más allá de los seis millones de dólares para el ganador, lo que estaba en juego era mucho más que un torneo de exhibición. Tal y como reflejó el claro 6-2 por el que Sinner, de 24 años, dos más que el tenista español, se apuntó la primera manga en algo menos de media hora.
Pero ni así se rindió Alcaraz, que ya cayó ante Sinner en este mismo escenario hace 12 meses, y pareció dispuesto a plantar cara en un segundo set en el que comenzó a alargar los puntos.
10-6 en el cara a cara
Un cambio que no impidió, sin embargo, que el último campeón en Pekín gozase de cinco pelotas de ruptura en un quinto juego en el que Alcaraz tuvo que recurrir a toda la magia y el talento que atesora para salvar su servicio. Toda una gesta, dado el excelente nivel de su adversario, que Carlos no pudo repetir dos juegos más tarde, cuando el italiano acabó con su resistencia y rompió el saque (3-4). Una renta que Sinner hizo valer para apuntarse el set y la victoria.
Pese a este tropiezo, Alcaraz sigue dominando por 10 a 6 su cara a cara, un duelo con tintes de leyenda entre los dos mejores tenistas de la actualidad.