Alemania demostró ante Hungría que tiene todos los ingredientes de un campeón. Lidera su juego un centrocampista de época como Kroos, lo ejecuta una driblador insaciable como Musiala que además repitió gol, su columna vertebral la completan estrellas como Gündogan, que hoy vio puerta, y Wirtz y, por si fuera poco, en su portería brilla como en sus mejores días el veterano Neuer, salvador por momentos esta tarde. [2-0: Narración y estadísticas]
Nagelsmann repitió el once que arrolló a Escocia en la primera jornada, con Wirtz, Musiala y Havertz arriba y Kroos, Gündogan y Andrich en el medio. Los seis fluyen a la perfección, con Kroos en el eje, Andrich como perro de presa y los otros cuatro intercambiando posiciones sin parar. Es un fútbol bonito de ver, la verdad.
Y eso que Hungría saltó al césped consciente de su realidad en el torneo. Después del 1-3 contra Suiza, otra derrota les dejaba en el precipicio. A los 15 segundos, Neuer evitó el primer gol del partido ante la llegada de Sallai, que quería un aprobar un fallo de entendimiento entre Rüdiger y Tah.
Encerrada atrás pero con velocidad para salir a la contra, los magiares agradecieron no llevar el peso del duelo, como contra Suiza, donde sufrieron en las transiciones. En los primeros minutos, a Alemania no le quedó más remedio que buscar en largo a Havertz, poderoso ante Orban y a punto de hacer el primero en el 10. Gulacsi detuvo su volea, pero Hungría supo que su espalda estaba en peligro.
Esos ingredientes que hacen candidata a Alemania le permiten también dominar el juego con la pausa necesaria para generar espacios en la defensa rival. Un rato por la izquierda, otro por derecha, un pase atrás a Rüdiger, empieza de nuevo con Kroos... Y así hasta que aparece un hueco. Es la versión que más se acerca a un hipotético tiqui-taca. Así llegó el 1-0.
En el 21, cuando apareció el espacio, Wirtz recibió entre líneas, se giró y buscó a Musiala en la frontal, éste dejó de primeras a la llegada de Gündogan y después de un forcejeo con Orban, recogió el balón suelto y asistió a Musiala para que anotara su segundo gol de la Eurocopa. Hungría pidió falta, pero el VAR confirmó el tanto.
Los magiares, hundidos en el torneo con el gol, buscaron el empate, pero se encontraron con Neuer. En el 25, el portero voló en una falta de Szoboszlai que apuntaba a la escuadra y estuvo rápido para evitar que Bolla marcara el rechace.
Fueron los mejores minutos de los de Marco Rossi, que estuvieron cerca de empatar cuando Tah saltó para evitar el gol de Szoboszlai, desesperado.
Superado el susto, Alemania volvió a controlar el duelo camino del descanso. De nuevo moviendo a su rival, de nuevo esperando el espacio, sin prisa, sin pausa. En el 43, Wirtz encontró a Musiala en la frontal y el del Bayern armó rápido un disparo que rozó el palo izquierdo de la meta de Gulacsi.
Hungría todavía tendría otra oportunidad antes del intermedio. Szoboszlai lanzó una falta lateral que hizo estirarse a Neuer y Sallai marcó en el desvío, pero era fuera de juego.
En el segundo tiempo no se rompió el guion, asumiendo el combinado magiar que no iba a poder robarle la posesión a Alemania por mucho que lo intentara. Aguantar y esperar a la contra fue su plan. Ante eso, calma germana hasta que aparecieran las opciones.
En el 53, Gündogan comenzó a encontrar su sitio entre los centrales húngaros. Kroos le encontró, aunque Gulacsi sacó el disparo final, pero ya avisaba. En el 68, Mittelstadt arrancó con tiempo por la izquierda, Gündogan esperó el pase en el punto de penalti y definió con la izquierda a gol.
Sentencia alemana y hundimiento definitivo de Hungría, que tendrá que hacer cuentas, si es que le da alguna, para ver si puede entrar como una de las mejores terceras en caso de ganar a Escocia en el último partido.
El duelo no tuvo para más. Monólogo continuo de Alemania en busca de mayores alegrías y minutos para los suplentes de Nagelsmann. Kimmich casi hace el tercero en el 68 y en el 74, pero se encontró con un Gulacsi que evitó una goleada mayor volando también a un disparo de Sané. Alemania ya está matemáticamente en octavos de final.