El tenista Rafa Nadal se sometió este viernes a una “pequeña intervención” por artroscopia para revisar la lesión del psoas Izquierdo que le obligó a abandonar en enero el Abierto de Australia y a perderse todos los torneos celebrados desde entonces, informó su equipo de prensa en un comunicado.
Dicha intervención fue efectuada en Barcelona por los doctores Marc Philippon, Jaume Vilaró y Ángel Ruiz-Cotorro y este sábado, en el día en el que el balear cumple 37 años, comunicarán el resultado y darán más información sobre su estado.
Nadal solo ha completado cuatro partidos en lo que va de 2023. Disputó la United Cup y perdió los dos encuentros que jugó, frente el británico Cameron Norrie y el australiano Alex de Miñaur.
Después, acudió al Abierto de Australia y perdió en segunda ronda, lesionado. Ganó al británico Jack Draper y perdió frente el estadounidense Mackenzie McDonald.
El tenista español anunció entonces la lesión en el psoas y aunque hace tiempo que ha iniciado los entrenamientos en pista, no ha vuelto a un torneo desde mediados de enero.
Nadal se ha perdido la gira por Estados Unidos, los Masters 1.000 de Indian Wells y Miami y la temporada de tierra, entre ellos el Masters 1.000 de Montecarlo, el torneo Conde de Godó de Barcelona, el Masters 1.000 de Madrid y el de Roma.
Su última renuncia fue la más dolorosa para él. El pasado 18 de mayo anunció que su lesión le impedía acudir a Roland Garros, el torneo que ha ganado en catorce ocasiones y que se disputa hasta el 11 de junio en la capital francesa.
“La evolución de la lesión que me hice en Australia no ha ido como me hubiese gustado. He perdido objetivos por el camino, y Roland Garros se hace imposible. En este momento, no voy a poder estar en Roland Garros. Con lo que es ese torneo para mí, os podéis imaginar lo difícil que es. No tengo intención de seguir jugando por los siguientes meses”, dijo Nadal en su Academia en Manacor el día que anunció su renuncia al torneo parisino.
Esta semana, el ganador de 22 títulos de Grand Slams, había viajado a Grecia para visitar y conocer el Rafa Nadal Tennis Centre ubicado en Sani, un destino turístico emplazado en la península de Halkidikim, en el primer acto público que realiza tras anunciar que se toma un descanso y que volverá a las pistas en 2024.
Jude Bellingham tiene 22 años, pero parece haber vivido ya varias carreras. Creció en Birmingham y Dortmund como un interior de largo recorrido, más mediocentro que mediapunta, pero su fichaje por el Real Madrid y el plan de Carlo Ancelotti le elevó a la tercera posición del Balón de Oro como una especie de falso nueve, liberado en toda la zona de ataque y con llegada al área. Casi más delantero que enganche. Ahora, con Kylian Mbappé gobernando la delantera (y el equipo) y con Güler y Tchouaméni compartiendo la base, Xabi Alonso busca construir a un 'nuevo' Bellingham, el tercero en la corta carrera del inglés, a medio camino entre el futbolista que fue en Dortmund y el goleador que descubrió Carletto.
"Tiene el potencial de poder hacer casi de todo", dijo sobre él Alonso en sus primeros días en el Madrid. "Tiene inquietud y ganas de crecer y de mejorar", añadió. Y es que la decepción de la pasada temporada ha hecho mella en el vestuario del conjunto blanco, especialmente en un Bellingham que no terminó de encontrar su sitio y sufrió dolores en su hombro durante todo el curso, jugando todos esos meses con una molesta protección en su tren superior. Fue interior izquierdo, mediapunta, interior derecho... Pero su fútbol, y el del equipo, no fluyó como en su primer año.
Explosión goleadora
Ahí, todavía sin Mbappé y rodeado por Vinicius, Rodrygo, Kroos, Valverde y Tchouaméni, Bellingham anotó 23 goles, dio 13 asistencias y se convirtió en uno de los mejores jugadores del mundo, confirmando la apuesta del Madrid en él: 125 millones de euros en el verano de 2023. Ganó la Liga, donde fue elegido mejor jugador, y la Champions. Fue imparable.
El primer Bellingham visto en Madrid fue la evolución del jugador que maravilló en Dortmund. En el Signal Iduna Park descubrieron a un futbolista adolescente liviano, ágil en los giros, con pausa en el juego pero con algo de verticalidad. Más mediocentro que mediapunta, más constructor que ejecutor. El paso de los años en Alemania le hizo ganar potencia física y su juego se fue acercando al área, acumulando goles en su casillero. Cambió los seis tantos de la 21-22 por los 14 de la 22-23, su año previo al fichaje por el Madrid. Una evolución goleadora que hablaba también sobre la evolución de su juego y sus virtudes.
La capacidad física del inglés le hace ser "capaz de casi todo", como señala Alonso, que desde su llegada a Valdebebas tiene a Bellingham, Camavinga y Güler en lo alto de su lista de futbolistas con los que le gustaría trabajar y transformar. Por eso en el club se ha celebrado que el británico se quedara en Valdebebas durante este parón de selecciones. Tuchel, que aseguró haberle visto "sin ritmo", le dejó fuera de la lista de convocados de Inglaterra y el '5' del Madrid se quedó en la capital.
En la ciudad deportiva, Bellingham ha tenido las dos semanas de pretemporada que no pudo disfrutar en verano, de gimnasio y césped. Se operó del hombro un par de días después de regresar del Mundial de clubes y desde entonces sólo ha tenido rehabilitación, algo que se ha notado en su juego.
El jugador inglés, durante un entrenamiento.GETTY
Fue convocado por primera vez este curso ante el Olympique de Marsella, debutó disputando un minuto ante el Espanyol y jugó 19 contra el Levante antes del derbi madrileño. En el Metropolitano, y por sorpresa, fue titular, manteniéndose una hora sobre el césped y siendo uno de los señalados por la derrota ante el Atlético. En teoría, la idea era que jugara de mediapunta por detrás de Mbappé y desplazando a Güler a la banda derecha, un plan que salió mal porque el inglés apenas conectó con sus compañeros y físicamente se mostró lejos de su mejor nivel. Fue más un segundo delantero que un tercer centrocampista, y el equipo lo notó.
"No merece la pena responder sobre eso ya", aseguró Alonso, cuestionado por si, si pudiera, volvería a poner de titular al británico. La realidad de Bellingham es que después del derbi fue suplente en Almaty y ante el Villarreal, demostrando Alonso con gestos y no con palabras que el inglés todavía no estaba para grandes esfuerzos.
"A la vuelta, con dos semanas más de entrenamiento, va a estar mejor y va a ser importante para la fase de octubre. Ahora tenemos ese tiempo porque se perdió gran parte de la pretemporada", explicó el técnico. Ese tiempo es clave para encajar a Bellingham en un esquema que agradece la presencia de Güler entre líneas y de Mastantuono en la derecha.
Alonso quiere al turco más pegado a Tchouaméni porque es el que mejor pie y pausa tiene, y a Bellingham entre líneas, aprovechando la llegada al área que demostró con Ancelotti pero siendo también ancla con el centro del campo. Trabajando en las transiciones defensivas y mostrándose en salida de balón. No le quiere sólo como llegador, sino como todocampista. Un '10' entre lo que fue en 2023 y lo que era en 2022. Todo en una alineación que podría desplazar, y condenar, a Fede Valverde al lateral derecho. Así son los puzles.
Jenni Hermoso recurrirá la sentencia que condenó a una multa al ex presidente de la RFEF Luis Rubiales por el beso en la boca no consentido que le dio a la jugadora durante la celebración del Mundial que consiguió la selección española en Sidney agosto de 2023, según ha anunciado su abogado este viernes a la agencia AFP.
"Es su intención" recurrir la sentencia que se conoció el jueves, indicó el abogado Ángel Chavarría.
La defensa de Rubiales ya había dicho el jueves que también recurriría la decisión, que declaró al ex presidente de la Federación de Fútbol culpable de agresión sexual, pero lo absolvió del delito de coacciones.
El juez Central de lo Penal de la Audiencia Nacional condenó a Rubiales a una multa de 10.800 euros por un delito de agresión sexual al Jenni Hermoso, así como a indemnizar a la jugadora con 3.000 euros por daños morales por el beso. Además, decretó la prohibición de comunicarse o acercarse a ella a menos de 200 metros durante un año.
La decisión se basa en que, aunque la agresión sexual siempre es "reprochable", en este caso se encuadra en las de "menor intensidad" al no mediar violencia ni intimidación, ni tener "la víctima anulada su voluntad".
El magistrado no ha visto probado, sin embargo, el delito de coacciones por el que también se acusaba a Rubiales y a tres ex altos cargos federativos, incluido Jorge Vilda, ex seleccionador femenino, que han sido absueltos.