La apática y desorganizada España del primer día contra Australia ha empezado a enmendar sus errores en el segundo contra Grecia y su superestrella mundial, Giannis Antetokounmpo, lo suficiente como para arrancar una victoria de mérito y presentarse ante su tercer encuentro y la imbatida Canadá con una posibilidad de seguir adelante hacia las medallas.
¿Milagro? Pues casi, porque la selección de Sergio Scariolo ha sabido remendar algunos de sus ro
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Los secretos a voces se confirmaron de forma oficial y de golpe entre el miércoles y el jueves en el Real Madrid, un cambio de era en toda regla, con movimientos estructurales tanto en el banquillo como los despachos. Salieron Alberto Herreros y Chus Mateo y llegan Sergio Rodríguez y Sergio Scariolo. Sólo falta por oficializar la salida del responsable de la sección de baloncesto desde 2010, Juan Carlos Sánchez. Toda una revolución apenas unos días después de proclamarse campeón de Liga.
Scariolo vuelve al Madrid 23 años después de su primera etapa y lo hace firmando un contrato por tres temporadas, hasta 2028. Sustituye a Chus Mateo, quien fuera en una época su ayudante en la selección española, con quien además comparte agente. El entrenador madrileño, que tras ganar la ACB en La Fonteta manifestó su claro deseo de seguir y cumplir el curso de contrato que tenía firmado, fue despedido oficialmente este jueves (aunque ya se le había comunicado, junto a alguno de los miembros de su cuerpo técnico).
Sale del club tras conseguir seis títulos, entre ellos la Euroliga de 2023, en apenas tres temporadas, para convertirse en el cuarto entrenador con más títulos en la historia del club, sólo por detrás de leyendas como Pedro Ferrándiz, Lolo Sainz y Pablo Laso, a quien relevó en el cargo. Y lo hace con un sentido comunicado en redes sociales en el que explica, de la forma siempre elegante, sensata y educada en la que ha completado su aventura en el Real Madrid, lo que ha supuesto para él este periplo.
"Dicen que la aflicción es el precio que se paga por perder aquello a lo que se ama bien. Esa es ahora mi sensación y no quiero que sea otra. Ya se pasará... Se mezcla esta, con el orgullo que siento de haberlo dado todo por mi club, al que siempre he tratado de representar dentro y fuera de la cancha, con la dignidad que para mí supone llevar su escudo en el pecho", comienza Chus Mateo, "satisfecho" de haber aportado su "granito de arena a la gran historia del club".
El técnico cita al recientemente fallecido presidente uruguayo Pepe Mujica: "Triunfar en la vida no es ganar, es levantarse y volver a empezar cada vez que uno cae". "Luché mucho y luchamos juntos para que así fuera y para mí ese fue este año, nuestro mayor triunfo", especifica sobre la última y complicada temporada, en la que ya estuvo a punto de salir del club tras su mal inicio.
Mateo abre el turno de agradecimientos, incluso "a los críticos que me hicieran más fuerte". "Agradezco a los que estuvieron a mi lado sin dudar, aunque hubiera momentos para hacerlo. Agradezco a todos los entrenadores con los que compartí tantas horas de trabajo, experiencias, ideas y cervezas, porque muchos me ayudaron con su ejemplo, a ser el entrenador y la persona que soy hoy. Agradezco al presidente Florentino Pérez y en especial a Juan Carlos Sánchez. la confianza depositada en mi en un momento difícil. Agradezco a mi cuerpo técnico al completo su dedicación y su entrega. Gracias por soportarme cuando me pongo inaguantable".
Chus se acuerda de su mujer "Bibi", por "su paciencia y su apoyo incondicional". De sus hijos mayores "Ana y a Miguel, por sus consejos". Y de los pequeños "Jaime y Diego", por "su comprensión para aguantar sin su padre tantos días fuera de casa. Espero poder compensaros ahora". "En la vida nunca sabes lo que te va a tocar y yo tuve la gran suerte, de que me tocara pertenecer al mejor club del mundo. Nunca dejaré de sentirme madridista", concluye.
"Son unas currantes del baloncesto. Estas no han pillado un contratatazo en el 5x5", detallaba alguien cercano a las heroínas de La Concorde, el privilegiado espacio que París 2024 ha reservado para los deportes urbanos. Bien entrada la noche, con su medalla de plata colgada al cuello, las cuatro españolas que se habían quedado a una canasta del que hubiera sido el primer oro olímpico de la historia del baloncesto español -nunca se estuvo más cerca-, repartían abrazos y sonrisas mientras Carmelo Anthony o Dirk Nowitzki pasaban a sus espaldas sin que nadie les prestara demasiada atención.
Es un cuarteto para el recuerdo dirigido por Anna Junyer, siempre a la sombra. Ni siquiera puede dar instrucciones durante los frenéticos partidos de 10 minutos. Ella, que fue 140 veces internacional con España durante los 80, fue la encargada de poner en marcha hace 13 años un proyecto que partió de la nada y que se ha convertido en la medalla más improbable del baloncesto español. "Nadie daba un duro por esta especialidad, era de promoción, no tan profesional. De repente apareció una selección femenina. Ellas se lo tomaron muy en serio, pico y pala, pico y pala... Iban ganando y hace dos años ya fueron campeonas de Europa", contaba a EL MUNDO la presidenta Elisa Aguilar, que vivió la tarde-noche de emociones acompañada por el Rey Felipe VI.
Juana Camilión cambiaba su acento de una forma asombrosa dependiendo de donde proviniera la pregunta. Del castellano impecable al 'vos sabés' cuando un periodista argentino le cuestionó sobre sus raíces americanas y '¡vera!' cuando el compañero balear le recordó su barrio de El Molinar. "Ya puedo decir que he ganado una medalla olímpica. Te lo digo, pero mi cerebro no lo procesa", pronunciaba la más joven del equipo (25 años), una tiradora que nació en Mar del Plata pero se crio en Palma.
El Rey Felipe VI, durante la final.YOAN VALATEFE
A Pepita, la cocinera del comedor de su escuela, le llamó la atención aquella niña morena y le instó a probar en el Club Bàsquet Molinar del que era ella entrenadora. Fue un flechazo. Pronto empezó a jugar siempre con las de un año más, debutó en Liga Femenina 2 y se marchó a seguir forjándose a EEUU, donde estudió y jugó en la Universidad de Iona -cursó un Máster en Relaciones Públicas-, hasta su vuelta a España, para firmar el año pasado con el Estudiantes, donde sigue jugando.
"Nos sabe a oro. Mucha gente no confiaba en nosotras", explicaba la autora de dos 'dobles' que hicieron soñar con el oro contra Alemania. Ni le impresionó tener en primera fila a Pau Gasol, Nowitzki o Melo Anthony -"si les miraba mucho se me iba la cabeza"- y que reivindicaba una especialidad que le ha cambiado la vida. "Esperemos que explote el 3x3. Nos están diciendo que se ha estado siguiendo muchísimo. Lo hemos notado en las redes. Esto es emoción pura. Es euforia, es adrenalina, es disfrute, me encanta. Si pudiera dedicarme a esto...", decía.
Sandra Ygueravide, héroe de la semifinal contra EEUU, es la veterana del grupo, quizá la jugadora de las cuatro que más impacto ha tenido en el 5x5, aunque no ha dejado de 'currarse' una carrera llena de obstáculos. La valenciana, que estudió Periodismo -su padre ejerció en EL MUNDO en Alicante, Málaga y Valencia y ella llegó a ser becaria de Deportes- se tuvo que buscar la vida fuera de España, trotamundos por Turquía, Francia o Rusia. Hasta que llegó el 3x3 y se convirtió en la mejor jugadora del mundo de la especialidad. Pero tenía una espina enorme. A Tokio no pudieron acudir por una canasta en el último segundo. A sus casi 40 años, casada con Carlos Martínez -entrenador y preparador personal de muchas estrellas, entre ellos Santi Aldama-, sigue jugando en el Girona.
Junto a ella, Vega Gimeno es otra de las pioneras de una especialidad que merece nombrar a otras jugadoras que fueron clave en el pasado como Aitana Cuevas, Paula Palomares o Marta Canella. En mayo puso punto y final a su carrera a sus 33 años. "Es una reivindicación. Cuando empecé con esto no era ni disciplina olímpica. Me siento muy orgullosa de haber evolucionado junto al 3x3 durante más de 10 años. Es un colofón tremendo esta medalla", reflexionaba anoche una jugadora que fue estrella en categorías inferiores (plata en el Mundial sub 19, entre otras medallas), que tiene su carrera en Ciencias Ambientales y que con su polivalencia y dureza ha sido fundamental en estos años de desarrollo de la especialidad.
Las jugadoras de la selección 3x3, en La Concorde.Pilar OlivaresMUNDO
"He apostado mucho por el 3x3. Y ha alargado mi carrera deportiva, eso seguro. Me ha hecho mejor jugadora en el 5x5. Ese amor por el baloncesto que vas perdiendo, apareció el 3x3 y me reenganchó como si tuviera 15 años. La adrenalina, el amor por formar parte de algo tan bonito. Me ha hecho muy feliz", admitía la también valenciana, que llegó a disputar un partido con la absoluta de 5x5, realmente emocionada.
Y por último, Gracia Alonso de Armiño, la mujer milagro. La jugadora que se le ocurrió lanzar de espaldas sobre la bocina para meter a España en los Juegos en el clasificatorio de Debrecen. Una enfermera de Bilbao que se fue a estudiar a EEUU y que comparte rocambolescos orígenes con Manu Ginóbili -el segundo apellido materno del argentino es idéntico, procedente de sus antepasados españoles, que residían en la misma zona de la provincia de Burgos-. Cuando terminó su periplo en la Universidad en Tennessee se aventuró una temporada en Suecia y después volvió a Madrid con el Canoe, donde «nadie me conocía».