Los test sirven para la preparación de los Juegos de 2024 en París, en los que el río será un eje central. La contaminación de las aguas es la amenaza
Por primera vez en un siglo, París ha vuelto a ver gente nadando en aguas del Sena. Cuando queda justo un año para los Juegos Olímpicos de París, la capital ha celebrado las primeras pruebas test de triatlón femenino, cuya parte de nado se ha hecho en el emblemático río. Más que en el aspecto deportivo, el foco estaba puesto en la calidad del agua, pues hasta hace dos días no estaba claro que las pruebas se pudiesen realizar. Debido a las lluvias de las últimas semanas, se tuvieron que anular las de natación en aguas abiertas porque las aguas estaban muy contaminadas y no cumplían con los requisitos mínimos de calidad.
Para las de triatlón había dudas hasta hace sólo unos días, pero el miércoles, tras verificar que el agua tenía los valores exigidos, se dio luz verde para los test. Más de medio centenar de atletas, las mejores del mundo en su disciplina, han arrancado poco después de las ocho de la mañana su recorrido a nado por el mítico río, ante numerosos espectadores, curiosos y turistas, a la altura del puente Alejandro III, donde está la explanada de los Inválidos.
“Hemos nadado en aguas mucho peores, hay que dejar de focalizarse en eso”, ha señalado a la agencia AFP la atleta francesa Cassandre Beaugrand. La ganadora de la prueba, la británica Beth Potter, cree que “aún es pronto para valorarlo”. “Acabamos de nadar, quizá enfermamos, nunca se sabe. Espero que no, pero es el riesgo que corremos cuando nadamos en aguas libres”, ha explicado.
El río, eje de los Juegos
Tras nadar kilómetro y medio por el Sena, hasta el puente del Alma, las atletas pasaron a las pruebas de ciclismo y la carrera por los Campos Elíseos. La organización de los Juegos está articulada en torno al célebre río, pues su recorrido abarca los monumentos más emblemáticos de la ciudad, desde el citado tramo, pasando por la torre Eiffel hasta la catedral de Notre Dame. Ahora está cerrada por los trabajos de restauración tras el incendio de 2019, pero estará reabierta para la cita olímpica.
París lleva años trabajando para para lograr que el Sena sea apto para el baño. Este se prohibió hace más de un siglo debido a la contaminación de sus aguas. El objetivo ahora es recuperar el río, no sólo de cara a los Juegos del verano próximo, sino también para que los parisinos puedan bañarse en verano.
Uno de los problemas que tiene el río es que, cuando llueve mucho, los sistemas de alcantarillado se saturan, se desbordan y estas aguas se vierten sobre el Sena. Para evitarlo, se está construyendo un megadepósito de agua fluvial, a 32 metros bajo el nivel del suelo, que permitirá almacenar el agua de la lluvia, sobre todo cuando haya precipitaciones muchos días seguidos, o hay fuertes tormentas, como ha sido el caso hace unas semanas.
Además de esta depuradora (junto a la estaciónde Austerlitz) y “que juega un rol mayor” a la hora de poder garantizar la limpieza del agua, “hay varios recolectores también que han sido ampliados en Seine Saint Denis (en la periferia parisina), lo que permitirán trabajar sobre la calidad de la misma cuando haya fuertes lluvias”, ha señalado en rueda de prensa Pierre Rabadan, responsable de los Juegos en el Ayuntamiento de París.
“La calidad del agua del Sena es bastante satisfactoria”, ha señalado el presidente del Comité de Organización, Tony Estanquet. Las pruebas se celebrarán hasta el domingo. Los Juegos Olímpicos tendrán lugar entre el 26 julio y el 11 agosto de 2024. Las autoridades trabajan también para despejar otro de los aspectos que más preocupa de cara la cita, la seguridad.