Salma Paralluelo, último gran fichaje azulgrana, sufre “molestias” según el club, pero deberá pasar revisión con la Federación Española el lunes en Las Rozas
A las 15.40 horas, justo 20 minutos antes de que Jorge Vilda, seleccionador español, hiciera pública su convocatoria, el Barcelona Femení advirtió: “Salma Paralluelo será baja contra el Madrid CFF. Tiene molestias en el muslo derecho”. La polémica estaba servida. ¿Está Paralluelo realmente lesionada? En su comparecencia Vilda lo puso en duda. El entrenador igualmente llamó a la joven jugadora, la mayor promesa del fútbol español, para jugar con la selección ante Suecia y Estados Unidos y anunció que su caso será revisado por los médicos de la Federación Española (RFEF).
“Si se confirma, esa lesión irá por todos los conductos oficiales de la selección. El club debe comunicarla a nuestros servicios médicos y nuestros doctores, a mí. Si ellos creen que es oportuno, regresará a su club”, comentó Vilda que, de esa forma, exigirá que Paralluelo se presente en Las Rozas el próximo lunes y que sea sometida a las pertinentes pruebas. Según lo que determinen los médicos, es posible que pese a sus “molestias” acabe jugando o que tenga que pronunciarse en contra de hacerlo.
Porque ése es el contexto que subyace del caso. El motín contra Vilda está liderado por las jugadoras del Barcelona: seis firmaron la famosa carta de renuncia, y otras, como las capitanas Irene Paredes y Alexia Putellas (ahora lesionada), apoyaron a las mismas. El club está en el epicentro de los movimientos contra el seleccionador y la única referente que no ha dado su opinión es Paralluelo, su último gran fichaje. Pese a sus 18 años, la ariete destacó el año pasado en el Villarreal y fue estrella en el pasado Mundial sub-20.
Después de renunciar al atletismo, el otro deporte en el que había sobresalido, Paralluelo ya tuvo este año la oportunidad de debutar con la España absoluta, de hecho formó parte de la convocatoria para la Eurocopa, pero una lesión truncó esa posibilidad. Ahora otra dolencia, ésta puesta en duda, determinará si debe mojarse o no en el motín de las jugadoras españolas contra su seleccionador, Jorge Vilda.
