Nadal y su consagración como mito en Francia: “Sólo puedo agradecer un detalle así con alguien que no es de su país”

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Unas semanas después, la misma banda sonora: “¡Rafa, Rafa, Rafa!”. Si en el pasado Roland Garros sorprendió la ascensión de Rafa Nadal a ídolo de Francia, a leyenda de su deporte, incluso a símbolo galo, este sábado en su debut en los Juegos Olímpicos de París junto a Carlos Alcaraz se vivió esa realidad con desinhibición. Después de que el viernes el español portara la antorcha olímpica en un momento crucial de la ceremonia de inauguración, este sábado entró en la Philippe Chatrier con la ovación que se reserva sólo a las leyendas propias. Unas horas despues, la misma banda sonora: “¡Rafa, Rafa, Rafa!”.

Durante todo su victoria en primera ronda en dobles junto a Carlos Alcaraz y contra los argentinos Máximo González y Andrés Molteni, el ganador de 22 Grand Slam recibió el cariño del público francés desde una atronadora ovación de entrada a una atronadora ovación de salida. Tambien Alcaraz, campeón y carismático, es querido en Roland Garros, pero lo de Nadal es otra cosa. Pese a su españolidad y su españolía, Nadal es un mito francés y como tal es tratado.

“Todo lo que pasó en la inauguración será inolvidable, se quedará para siempre en mi memoria. Sólo puedo agradecer a París, a toda Francia, haber tenido un detalle así con alguien que no es de su país”, proclamó Nadal, que sobre la pista no quiso perder la concentración. Saludó como siempre y, al final, lanzó pelotas a las gradas junto a un Alcaraz juguetón, pero no quiso entrar a agradecer todos los vítores a su favor. En un momento del partido, incluso, por las tribunas de la Philippe Chatrier empezó una ola y fue él quien se encargó de apagarla para que pudiera volver el juego.

MARTIN BERNETTIAFP

Con su aparatoso vendaje en el muslo derecho se le notó cómodo, fresco, incluso rápido, pero en un momento del segundo set se paró para tocarse la zona. Al parecer, según dijo, sólo se estaba apretando el vendaje, nada más.

Su camino en solitario

“No sé qué haré mañana en el individual. Esta noche hablaré con el equipo y tomaremos la decisión más adecuada pensando en traer medallas a España. No siempre más es más, a veces más es menos. Pero con eso no estoy diciendo que no vaya a jugar”, aseguró sobre su partido de primera ronda del cuadro individual ante Marton Fucsovics (14.00 horas, La 1) y esa entrega de la afición francesa también se empapa de esta incertidumbre. Quién sabe cuántos partidos más jugará en Roland Garros, así que mejor rendirle homenaje ahora no vaya a ser que sea el último.

En todo caso, estos días parece que jugará unos cuantos. En individuales, con Novak Djokovic como posible rival si juega y gana a Fucsovics, su camino quizá sea corto, pero en dobles el oro es el único objetivo. En cada encuentro que pasa, en cada encuentro que gana la pareja española, aumentará su compenetración y el dominio de Alcaraz de los entresijos del juego de dobles. “Creo que para los dos jugar juntos representando a España es un combo difícil de superar. El partido que hemos jugado nos permite soñar y seguir adelante. Hemos funcionado bien como pareja. Tener a un jugador como Carlos a mí lado me da tranquilidad, confianza y energía. Los dos mantenemos la energía alta y la actitud adecuada”.

kpd