El deportista ha muerto de forma repentina mientras estudiaba en su domicilio
El joven luchador de lucha leonesa Jorge Iglesias Oricheta ha fallecido este lunes de manera repentina a los 20 años mientras estudiaba en su domicilio de la capital leonesa, ha informado la Federación de esta modalidad deportiva.
Iglesias Oricheta, del club Aluches Tierras de León, debía partir este mismo lunes a Eslovenia, donde tenía previsto cursar este año académico con una beca Erasmus, después de que el pasado sábado en el corro de Las Manzanedas recogiera un premio.
Jorge, hijo del actual presidente del club Aluches Tierras de León, era una de las grandes promesas de la lucha leonesa y se había convertido en el primer luchador del Bierzo en ganar un corro de la liga senior durante la pasada campaña.
Tras concluir la pasada campaña como el segundo luchador en la categoría de ligeros tras David Riaño, en la actual se había pasado a la de medios ganando en tres corros consecutivos en el mismo fin de semana, Posada de Valdeón, Cistierna y Mansilla de las Mulas.
En su última competición en la Romería de las Manzanedas, se impuso en la final de consolación a Adrián García, obteniendo el tercer puesto el pasado sábado durante su última aparición pública.
El cruce de Flax no tiene nada. Absolutamente nada. Una carretera recta y un camino de tierra que nace a la derecha. Nada más. Si hay que destacar alguna cosa, se puede decir que el asfalto está en buen estado para los estándares de Kenia. "¿Seguro que era aquí?", es necesario preguntar al guía. "Sí, sí, aquí, chocó contra aquellos árboles", contesta y lo certifica con Google Maps. No hay flores, ni una placa, ni mucho menos una escultura que recuerde que el 11 de febrero aquí murió Kelvin Kiptum, el portento de sólo 24 años que el pasado octubre llevó al ser humano ante la barrera de las dos horas.
A sólo cinco minutos en coche del campo de entrenamiento del NN Running Team de Eliud Kipchoge en Kaptagat el lugar ha olvidado el accidente y, de alguna manera, Kenia también.
Kiptum llegó rápido, con un récord del mundo en su tercer maratón, y se marchó rápido: su huella fue efímera. De fuera de los grupos de entrenamientos más conocidos, a las órdenes del ruandés Gervais Hakizimana también fallecido, y representado por una agencia pequeña, la belga Golazo, al maratoniano apenas le había dado tiempo a comprar un terreno y a planear un pequeño campamento en Chepkorio, su pueblo, también muy cerca de donde murió.
Según un atleta de la zona, sus compañeros de siempre, Donikat Komon, Henry Kipyego, Hillary Kipchumba, Dan Kosgey y Hillary Kipkosgey, siguen entrenando juntos, pero su futuro se complica sin su apoyo.
En los medios locales, tras la muerte, sólo se nombró a Kiptum por dos cosas. La primera, la construcción de la casa familiar en los terrenos del atleta, que se hizo por encargo del Gobierno a través de módulos prefabricados, una rareza en Kenia. Y la segunda, y más importante, la investigación policial de lo ocurrido. Desde un primer momento hubo sospechas de que algo turbio hubo detrás, pero la población llegó rápido a una conclusión: no se sabrá todo lo ocurrido.
"Fíjate en la carretera, es una recta, no tiene nada difícil, y aquel día no llovía. Era de noche, quizá se le cruzó un animal, pero aquí realmente no hay ningún peligro", señala el guía con razón. Como ocurrió con el fallecimiento del campeón olímpico Sammy Wanjiru en 2011, los detalles quizá son demasiado mundanos para apagar una estrella así.
Un ajustes de cuenta o una mala noche
Porque existe una teoría de la conspiración internacional, pero otra más cercana, más local, incluso más probable. La primera habla de una especie de ajuste de cuentas. Poco después de su éxito fulgurante, tras ganar el maratón de Valencia de 2022, Kiptum firmó un acuerdo de más de 100.000 dólares -según reveló 'Corredor'- con la marca china Qiaodan, pero más tarde acabó compitiendo con Nike. El atleta tenía un problema legal.
Los representantes de la marca china, de hecho, viajaron varias veces a Kenia para intentar lidiar con él, pero no había manera de llegar a un entendimiento. Cuatro días antes de su muerte, tres personas relacionadas con Qiaodan visitaron la casa de Kiptum y las versiones de lo ocurrido difieren. El padre del corredor asegura que fue amenazado y, por eso, esos agentes fueron detenidos. Pero ellos, a través de su abogada, aseguraron que sólo estuvieron charlando.
En todo caso, la empresa china poco o nada ganaba con la muerte de Kiptum. Por eso en la zona que lo vio nacer o crecer apuntan más a una larga noche que acabó mal. Antes del accidente, Kiptum, Hakizimana, y una mujer llamada Sharon Chepkurui Kosgei fueron vistos en tres locales, el hotel Talex Inn, el The Well Irish Pub y el The Grand Miarmir Guest House y quizá después el conductor no estaba en plena condiciones para seguir su ruta. La investigación concluyó que el vehículo no había sufrido ninguna avería, pero no se conocen muchos más detalles.
"Dijeron que los resultados del análisis toxicológico iban a estar en tres meses. Veremos sin salen publicados", comenta un taxista de Eldoret. Sea como sea, el lugar del accidente, el cruce de Flax, sigue como estaba, ha olvidado el accidente que mató al actual plusmarquista mundial de maratón y, de alguna manera, Kenia también.
El ex presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, negó ante el juzgado número 4 de Majadahonda haber recibido ni pagado ninguna comisión por trasladar la Supercopa de España a Arabia Saudí. El mandatario aseguró que con esos contratos con Kosmos, la empresa de Gerard Piqué, "se salvó el fútbol".
Justifica que el dinero de la comisión para Kosmos procedía de la empresa árabe Sela, nunca de la RFEF, y que se incluyó en el contrato porque no perjudicaba a la Federación. Recuerda que la firma del mismo se produjo en pandemia y que sin esos ingresos el fútbol español podría haber muerto.
En su declaración, el que fuera máximo representante del fútbol español ha sacado pecho de su gestión. Entre sus logros, recordó que consiguió el Mundial de 2030 para España y que aumentó la facturación de la RFEF de 140 a 400 millones.
La jueza ha ordenado para el expresidente Rubiales como medidas cautelares la obligación de comparecer ante el órgano judicial una vez al mes y cuantas veces sea requerido por el Juzgado y la obligación de solicitar permiso al Juzgado cada vez que quiera salir del territorio nacional.
Rubiales ha llegado a las 9.30 con gesto tranquilo al juzgado número 4 de Majadahonda acompañado de su abogado, José Vicente Gómez Tejedor, donde debía comparecer media hora más tarde ante la jueza Delia Rodrigo.
A la salida, en una comparecencia en la que no ha admitido preguntas, el ex dirigente ha mantenido que seguirá colaborando con la justicia y que es el principal interesado en que "esto se aclare". "He mantenido y mantendré siempre que jamás ha habido dinero que se reciba de forma irregular, jamás habido una licitación irregular y hemos obrado con la máxima excelencia y en la búsqueda de la legalidad", expresó tras más de cuatro horas de declaración ante la jueza.
El ex mandatario fue detenido el pasado 3 de abril tras volver de la República Dominicana. Rubiales se encontraba en el país caribeño cuando estalló la operación policial que concluyó con la detención de siete personas y registró más de 11 localizaciones, entre ellas la sede de la Federación.
Esta operación, bautizada como caso Brody, investiga los delitos de actos de corrupción en los negocios, administración desleal y blanqueo de capitales durante los cinco años en los que estuvo al frente del máximo organismo del fútbol español.
La causa comenzó principalmente por las presuntas irregularidades en los contratos del traslado de la Supercopa de España a Arabia Saudí. No obstante, según fue avanzando la investigación, también se ha ampliado hacia otras vinculaciones como las concesiones a la constructora Gruconsa, entre ellas las obras del estadio de La Cartuja.
En una entrevista que concedió en República Dominicana a La Sexta, Rubiales aseguró que nunca en su vida había "pegado una mordida". Afirmo que era mentira que hubiera comisionado por pisos en el país caribeño, que tuviera un equipo de baseball allí, que hubiera pegado un pelotazo en Cabo Verde o que tenga terrenos para la construcción en Arabia Saudí. "El dinero que tengo es fruto de mi trabajo y de mis ahorros", afirmó.
Entre los investigados figura también Pedro Rocha, actual presidente de la RFEF, después de que la jueza que instruye la causa, Delia Rodrigo, cambiara su condición tras su declaración el pasado viernes 12 de abril como testigo.
Además de Rocha y Rubiales, ya han declarado en la causa el asesor jurídico externo de la Federación, Tomás González Cueto y Ángel González Segura, relacionado con la empresa que realizó obras en La Cartuja.
El beso
Esta es la segunda causa en la que Luis Rubiales figura como investigado. El ex presidente de la RFEF tiene pendiente el juicio por el beso no consentido a la futbolista Jenni Hermoso tras proclamarse España campeona del Mundial Femenino en Sydney.
La Audiencia Nacional rechazó los recursos del dirigente y de los otros investigados en la causa el director deportivo de la selección masculina, Albert Luque, el exentrenador de la selección femenina Jorge Vilda y el exresponsable de marketing de la Federación Rubén Rivera.
Rubiales deberá responder ante la justicia por un delito contra la libertad sexual y otro por coacciones, del que también son coautores los otros tres investigados. La Fiscalía pide para el ex dirigente dos años y medio de cárcel y un año y medio para el resto de acusados.