Mundial de Esquí
La esquiadora estadounidense, estrella del Mundial que hoy comienza, persigue romper los registros históricos de victorias (86) y de medallas (15)
La Copa del Mundo de Esquí se toma un respiro y es relevada por el Campeonato del Mundo. La Copa, una competición por puntos a lo largo de toda una temporada, cede el protagonismo durante dos semanas al Mundial, que decide los títulos en un único envite.
La cita es, a partir de hoy, y hasta el 19, en Méribel y Courchevel, dos estaciones clásicas y prácticamente gemelas en la región francesa de Saboya, separadas por 19 kilómetros. En Méribel competirán las mujeres. En Courchevel, los hombres.
Toda gran competición deportiva lleva aparejado un nombre propio preliminar que reclama atención y a menudo coincide posteriormente con aquel por el que será recordada. Esta vez es el de la estadounidense Mikaela Shiffrin, la reina estadística de la Copa del Mundo: 85 victorias, muy cerca del récord de Ingemar Stenmark (86). El mayor brillo masculino emana del suizo Marco Odermatt, su equivalente entre los hombres.
Mikaela, de 27 años, ha sido seis veces campeona del mundo y reúne 11 medallas en total. Odermatt, de 25, no lo ha sido ninguna y su mejor puesto se remite al cuarto en el descenso del Mundial de Cortina dAmpezzo’21. Shiffrin participará hoy en la combinada. El 8 en el supergigante. El 16 en el gigante y el 18 en el eslalon. Pletórica, pero lógicamente algo cansada, podría atreverse con el descenso del día 11 y el paralelo por equipos del 14. Odermatt saldrá en el supergigante del día 9, el descenso del 12 y el gigante del 17.
Shiffrin persigue en este Mundial otro récord: el de mayor número total de medallas, que pertenece a la alemana Christl Cranz, musa invernal del III Reich, que reunió 15 en tiempos en los que los Mundiales se celebraban anualmente, desde 1931 hasta 1939. Christl Franziska Antonia Cranz-Borcher conquistó 12 de oro y tres de plata entre 1934 y 1938.
La reina Shiffrin tiene damas de honor, empezando por la versátil suiza Lara Gut-Behrami, que defenderá sus títulos en gigante y supergigante, y la noruega Ragnhild Mowinckel, que ha regresado a los podios de esas mismas pruebas tras una grave y reincidente lesión de rodilla que sufrió en marzo de 2019. En las disciplinas de velocidad encantan las flechas italianas Sofia Goggia, Elena Curtoni y Federica Brignone. Busca resurgir la eslovaca Petra Vlhová (eslalon y combinada), que sólo ha ganado un eslalon esta temporada.
Drama austríaco
¿Y las austríacas? Casi desaparecidas. Esta temporada, tras 28 pruebas ya en esta Copa del Mundo previa al Mundial, no han catado, insólitamente, la victoria. Un drama nacional para un país que lidera históricamente el medallero femenino mundialista con 135 metales (y, por otra parte, el global con 304). Un país, sí, cuna de Annemarie Moser-Proell, Renate Goetschl, Marlies Schild, Mikaela Dorfmeister, Anita Wachter y tantas otras, y en el que el esquí es más que el deporte rey: una religión. El Mundial se presenta, pues, para las austríacas como la posibilidad (¿remota?) de enderezar el rumbo y devolver a su tierra y su gente un orgullo herido y una autoestima tambaleante.
Si Shiffrin tiene damas de honor bajo otras banderas, a Odermatt lo escoltan escuderos con distintos pasaportes. Así, en la velocidad, el noruego Aleksander Aamodt Kilde y el austríaco Vincent Kriechmayr, que defiende sus títulos en descenso y supergigante. En las pruebas técnicas, eslalon y gigante, otro miembro del formidable equipo noruego: Henrik Kristoffersen.
Hablando de noruegos, mala suerte repetida para la joven (22 años) estrella Lucas Braathen, líder en la general de eslalon. Se perdió los Mundiales de 2021 por lesión y el pasado martes fue operado de urgencia de apendicitis. Aunque sus pruebas, el gigante y el eslalon, se esquían al final del Campeonato, los días 17 y 19, respectivamente, no parece que pudiera llegar a tiempo, si es que se lo plantea. Por añadidura, la última prueba antes del Mundial, el eslalon de Chamonix, disputado el sábado, vio el triunfo del interminable suizo (2,02 de estatura) Ramon Zenhäusern, que se mete entre los favoritos.
Respecto a los españoles, en Chamonix no pasaron el corte Quim Salarich (por un puesto) y Juan del Campo. Venía Salarich de ser decimoquinto en el eslalon de Schladming. Y vigesimosegundo Del Campo. La sombra de Paquito Fernández Ochoa, que cumpliría 73 años el próximo día 25, sigue siendo muy alargada. Además de, por descontado, oro olímpico en 1972, Paquito fue bronce en el eslalon del Mundial de Saint-Moritz en 1974.
