Llevamos seis fines de semana de Gran Premio en MotoGP y las cosas ya han quedado meridianamente claras: sólo Marc Márquez es capaz de privar del triunfo a Marc Márquez. Si el de Cervera no comete errores, parece poco menos que una quimera que alguien pueda apartarle de sumar un nuevo campeonato del mundo. Por mucho que Fabio Quartararo le arrebatara de nuevo la pole en la carrera al sprint Gran Premio de Francia y firmara una mejor salida, en cuanto vio su oportunidad, la agarró y no la soltó.
Sobre la pista, el único capaz de seguirlo relativamente de cerca es su hermano Álex, quien cedió de nuevo el liderato retomado en Jerez tras subirse al segundo escalón de un podio en el que se estrenó su compañero en el equipo Gresini, el rookieFermín Aldeguer, para completar así el pleno español.
«Es una sensación increíble, para mí es un sueño estar aquí con los pilotos punteros. Quiero darle las gracias al equipo Gresini, me están ayudando muchísimo. Tenemos el espíritu, pero necesitamos más experiencia para poder tener más constancia», resumió tras la carrera un Aldeguer que firmó un espectacular toma y daca con Fabio Quartararo para hacerse finalmente con la tercera posición.
«Ya dije antes de la carrera que necesitábamos dar un paso adelante y he sido capaz de pilotar aún mejor. Cuando me di cuenta de que Fabio empezaba a tener problemas con el neumático trasero, vi claro que era el momento de atacar. Después, la brecha con Marc se hizo imposible y vi que podía controlar bien a Fermín. Aunque hemos perdido el liderato, creo que podemos estar contentos con este segundo puesto», señaló por su parte Álex Márquez.
«Fabio estuvo muy rápido en la salida, apretó mucho al principio y vi que no podía seguirle el ritmo en las primeras vueltas, pero, después, empezó a perderlo, conseguí pasarlo y pude ir mejor. Igual me relajé un poco en la última vuelta, pero me he sentido bien y a ver si podemos hacerlo aún mejor en la carrera del domingo», sentenció finalmente un Marc Márquez que, por ahora, le saca dos puntos de ventaja a su hermano Álex en la clasificación y 31 a un Pecco Bagnaia que se fue al suelo prácticamente nada más empezar la segunda vuelta de la carrera.
Pedro Acosta, quien pasó hace unos días por el quirófano para solventar un síndrome compartimental en su antebrazo derecho, por su parte, protagonizó una gran carrera, con mano a mano incluido con su compañero Maverick Viñales, que tuvo un final amargo. Una caída justo en la última curva, a punto de encarar la recta final, le privó finalmente de hacerse con el quinto puesto, que fue a parar finalmente a manos del de Figueres, y le obligó a caer hasta la decimonovena plaza. En cuanto al resto de pilotos españoles, Álex Rins fue octavo, Joan Mir cerró la zona de los puntos con su noveno puesto y Raúl Fernández acabó décimo.